El desafío de evangelizar las escuelas

El desafío de evangelizar las escuelas

Por María Montero
Hace un año comenzó en Buenos Aires el primer Sínodo Arquidiocesano convocado por el cardenal Mario Poli, que busca retomar el entusiasmo de la misión evangelizadora de la Iglesia a través del encuentro, el diálgo, la escucha y el desarrollo de la comunión en las diferencias en todos los sectores de la sociedad.
El sínodo quiere sumarse al deseo del Papa Francisco: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto preservación”.
En este marco, 150 directivos de colegios del arzobispado porteño, organizados por la Vicaría de Educación, realizaron un retiro en el seminario metropolitano para reflexionar sobre su compromiso en esta tarea misionera dentro de sus escuelas.

“Si la iglesia propone recorrer un camino de escucha misericordiosa, las escuelas también tienen que lograr esa empatia, caminar en esa misma línea con sus docentes, padres y alumnos. Por eso se hace con directivos, pensando nuestras escuelas como lugares privilegiados para la evangelización”, dice Patricia Pastorino, coordinadora de proyectos pastorales y pedagógicos de la Vicaria y una de las responsables del retiro.
Los directivos trabajaron en base a descubrir en sus escuelas la misión a la que están llamados como personas de fe y fueron invitados a rezar sus tareas para que Jesús los conduzca. El padre Gastón Lorenzo, director de pastoral de la Vicaría, propuso que abrieran el corazón a Dios para escuchar bien a los hermanos, reconociendo que el único camino consiste en aprender a encontrarse con los demás, acercarse a sus vidas sin prejuicios, con un lenguaje claro y cordial, además de valorarlos y aceptarlos como compañeros de camino.
Pastorino señala que los directivos trabajaron sobre preguntas que bien podrían ser aplicadas para todos los que quieren tener una actitud de es¬cucha verdadera y lograr un diálogo genuino: ¿Es posible que a veces construyamos respuestas a la vez que el otro sigue hablando? ¿Es posible que aveces supongamos lo que va a decir antes de que lo diga? ¿Puede que al estar apurados o muy ocupa¬dos interrumpamos, para dejar claro nuestro punto de vista o para terminar las frases de la otra persona, o que tal vez desconectemos y permitamos que nuestra mente divague en los temas que tenemos pendientes y atenderemos después?
Para Cecilia Foms, vicedirectora de nivel inicial y primario del colegio San Bartolomé, la participación en este retiro fue muy enriquecedora, porque le permitió conocer otras realidades de colegios, pero sobre todo por lo interpelada que se sintió en su rol, para aceptar y respetar lo que piensan los otros dentro de las instituciones y no dejarse ganar por las contingencias diarias. “La importancia de mirar el camino por donde vamos pero también la meta, en planificación de una pastoral educativa -señala-, ya que en lo cotidiano se viven situaciones emergentes, que requieren soluciones inmediatas y uno puede perder fácilmente el horizonte”.
Ornar Tarditti, vicedirector de nivel inicial y primario del Instituto Hijas de Jesús, aseguró que es muy bue¬no conocer las expectativas de otros colegios con sus distintas realidades y descubrir que todos tienen el mismo camino. Y enfatizó: “Como escuela católica, me gusta la dimensión eclesial que tienen nuestras tareas, que no son centros educativos solamente, sino centros evangelizadores, con esta propuesta particular de educar evangelizando”.
El retiro, del que participó además el padre Pablo Corbillón, actual delegado del obispo para la Vicaría de Educación, cerró con una oración al Santísimo Sacramento y la invitación a vivir siendo animadores pastorales de sus comunidades educativas.
CLARIN