Para ganar, tenemos que jugar perfecto

Para ganar, tenemos que jugar perfecto

Por Luis Scola
Retomo el contacto ahora que terminó la fase de grupos y se vienen los cuartos de final. Al analizar los primeros cinco partidos, en líneas generales hicimos más de lo que pensábamos que haríamos cuando llegamos a este torneo, con picos muy altos de rendimiento. Jugamos un muy buen grupo y les ganamos a Brasil, Croacia y Nigeria, que si bien después de ese primer partido muchos pensaron que no iba a sumar porque era una victoria obvia, no lo fue porque le ganaron a Croacia y tuvieron a maltraer a España y a Lituania durante esos partidos.
Es verdad que nos aferramos al triunfo heroico contra Brasil, pero lo teníamos prácticamente perdido. Casi nunca pasa estar perdiendo por 8 puntos a 2 minutos del final y terminar ganando. Pero lo dimos vuelta e hicimos crecer nuestras ilusiones.
A medida que pasaban los partidos, tras ganarles a Croacia y a Brasil, no podés evitar ilusionarte con que te toque un rival que no sea Estados Unidos y así pelear por un lugar entre los cuatro mejores. Pero nos el rival que todos los equipos de nuestro grupo querían evitar. Nosotros también. No porque sea invencible, que no lo es, sino porque es el equipo con más talento tiene y el que mejor preparado está para conseguir la medalla de oro.
Durante esta semana se habló muchísimo de Lituania, de si los equipos se dejan ganar o no y de si eligen rivales en los emees. Es un tema complicado porque nunca se puede juzgar el esfuerzo ni saber si fue un mal día o no. Sí puedo decir con firmeza que nosotros no hacemos eso. No nos dejamos ganar. No especulamos y no buscamos nada. A pesar de que algunas veces hubiera sido beneficioso, nunca lo hicimos.
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Nunca escuché a nadie en la Selección tener la intención de hacerlo. Siempre que vamos a jugar un partido, intentamos ganarlo y jugar lo mejor posible y que toque quien toque. En este torneo no tuvimos suerte y nos toca el rival más difícil, aunque también es cierto que no tuvimos la posibilidad de elegir. Si le hubiéramos ganado a Lituania, quizás hubiéramos estado en esa situación, pero no lo estuvimos. Nos toca Estados Unidos e iremos a jugar contra ellos de la misma manera que hubiéramos jugado contra cualquier otro. Igual que como lo hicimos en el pasado, tanto cuando tuvimos la suerte de ganar como las veces que perdimos.
Para ganarle a Estados Unidos te tiene salir un partido lo más parecido a lo perfecto, tener mucha efectividad. Ellos sienten incómodos con jugadores que se mueven constantemente, porque en la NBA no se juega así. Debemos conseguir que no se nos vayan para el aro con su capacidad atlética y talento. Si van para el aro, será muy difícil ganarles, porque conseguirán tiros fáciles. En el tiro de tres puntos, si bien te pueden ganar por 40, también pueden tener una mala noche. Será clave evitarles el rebote ofensivo. Si les damos segundas oportunidades nos harían mucho daño porque ya de por sí tienen un porcentaje alto de efectividad. Lo mismo pasa con las pérdidas. Si ya es difícil anotarles por su capacidad atlética y por su talla, si encima terminamos en posesiones sin tirar va a ser mucho más complicado.
Estoy contento por el rendimiento del equipo. Los jóvenes jugaron de forma espectacular, en especial Campazzo, Laprovíttola y Garino. Son sin dudas los que empujarán el futuro de nuestro básquetbol.
Hoy tendremos otra posibilidad e intentaremos aprovecharla. Nos prepararemos para intentar ganar. Y viviremos con el resultado, positivo o negativo, como siempre.
LA NACION