México: temen a los “ejércitos comunitarios”

México: temen a los “ejércitos comunitarios”

La rápida propagación de grupos civiles de autodefensa surgidos bajo el eufemismo de policías comunitarias, abrió un todavía temeroso debate en México, después de que la más reciente de estas organizaciones se presentara en sociedad con armas automáticas y una vestimenta que se parece demasiado a un uniforme. El grupo apareció esta semana en Tepalcatepec, en el estado occidental de Michoacán, una zona dominada por cárteles del narcotráfico. Tepalcatepec es la última de una serie de poblaciones donde los vecinos se organizaron para patrullar y establecer retenes de seguridad.
Los grupos anteriores a este estaban integrados por campesinos de botas embarradas, sandalias o simplemente descalzos. Estaban armados con escopetas, rifles de un solo tiro, viejas pistolas y machetes. No tenían ningún elemento que los identificara. Imágenes de video divulgadas en las últimas horas muestran al nuevo grupo bien armado y vestido, con fusiles de asalto, pantalones nuevos e iguales y camisetas que llevan impresa en el pecho la leyenda “Policía Comunitaria” y en la espalda un concepto: “Por un Tepalcatepec Libre”.
Muchas voces, entre ellas la del escritor Salvador del Río, temen que además de agrupar a vecinos aterrados por la inseguridad las autodefensas comiencen a actuar como si fueran grupos paramilitares o, incluso, que sean empleadas por los cárteles en pugna. Para Raúl Plascencia, presidente de la gubernamental Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), “existe una línea muy tenue entre estas organizaciones de autodefensa y los grupos paramilitares”. En la práctica, las primeras se adjudican el derecho a establecer controles viales y detener a quienes presumen sospechosos, a los que alojan en prisiones cuyo emplazamiento es desconocido por las autoridades.
Los grupos de autodefensa se propagaron desde enero por prácticamente todo el estado de Guerrero, al sureste de Michoacán, sobre la costa del Pacífico. La CNDH informó el martes que había enviado un equipo de investigadores a una zona de Guerrero, donde empezó el movimiento, y dijo que los residentes lo justificaron expresando su indignación por el fracaso de la policía en el combate a la delincuencia. Pobladores de Coyuca, un caserío situado en las afueras del puerto turístico de Acapulco, anunciaron el lunes que también están formando su propia autodefensa armada. Hasta ahora, la mayoría de los grupos habían surgido en zonas rurales aisladas.
El subsecretario de Gobernación (del Interior), Eduardo Sánchez, reconoció la gravedad y dualidad del problema. Por una parte, dijo, “hay que restaurar las policías en zonas sin ley y por el otro se tiene que poner freno a los comandos justicieros”. Sánchez dijo que el gobierno busca negociar con los grupos de autodefensa. “Nuestro trabajo consiste en que se cumpla el Estado de Derecho en los dos sentidos. Primero garantizar la seguridad y luego encausar, darles el espacio adecuado a estas organizaciones para que puedan complementarse con las fuerzas d el gobierno”, explicó Sánchez.
TIEMPO ARGENTINO