Los guardianes del sur

Los guardianes del sur

Por Florencia O’Keeffe
El medio ambiente también impone desafíos. Y aunque su cuidado nos compete a todos, hay personas que hacen de su de¬fensa un modo de vida, que ofrecen su trabajo y esfuerzo para tener un mundo mejor. Nada menos.
Es el caso de quienes integran la Fundación Patagonia Natural. Su compromiso se traduce desde hace casi 19 años en acciones concretas. Revista SOL habló con José María Musmeci, vicepresidente de la ONG, y con Griselda Sessa, responsable del área de educación ambiental de la Fundación quienes detallaron el valor de una tarea que en realidad es un derecho y un deber de todos.
—¿Cómo surgió Patagonia Na¬tural? ¿Quiénes la integran?
— La Fundación nace de la ini¬ciativa de técnicos, profesionales, investigadores y docentes que trabajaban en la conservación del medio ambiente y que buscaban mejorar su incidencia en el tema y en la región. Su origen data de 1989 y su principal objetivo es promover la conservación de las especies de flora y fauna, proteger el ambiente patagónico y propiciar el manejo responsable de sus recursos y eco¬sistemas.
—¿Qué deberían saber los ciu¬dadanos acerca del cuidado del medio ambiente? ¿Estamos lejos aún de una toma de conciencia?
—El ambiente es un derecho y un deber de todos. Cada ciudadano debe ser responsable de su compor¬tamiento y generar los cambios ne¬cesarios para vivir en un ambiente sano. Es por esto que, aunque los cambios parezcan menores, suman en la totalidad.
—¿Cómo trabajan ustedes habitualmente, qué acciones reali¬zan?
—Trabajamos en la generación de conocimientos, en la Educación Ambiental y en la Gestión de Áreas Protegidas en apoyo a los estados provinciales y otros. En este senti¬do, nuestras tareas se orientan a consolidar procesos democráticos de participación ciudadana, para crear y fortalecer áreas protegidas y desarrollar prácticas de conserva¬ción en ambientes frágiles, acompa¬ñando a la comunidad en la búsque¬da de alternativas de mitigación de impactos ambientales. También en¬tre otras actividades, promovemos la adopción de buenas prácticas en las principales actividades econó¬micas como el turismo y la pesca y colaboramos en la capacitación de actores relevantes en temas de conservación.
—¿Qué apoyo tienen de los gobiernos?
—Tenemos fuerte relación con los gobiernos provinciales costeros argentinos especialmente Patagóni¬cos pero no dependemos económica¬mente de los mismos. Trabajamos integradamente con las autoridades ambientales provinciales.
—¿Qué es un área protegida?
—Es un área definida geográ¬ficamente designada regulada y administrada a fin de alcanzar ob-jetivos específicos de conservación (Convenio de Diversidad Biológica). También se define como una superficie de tierra y/o mar especial¬mente consagrada a la protección y mantenimiento de la diversidad biológica, así como de los recursos naturales y culturales asociados y manejada a través de medios jurí¬dicos u otros medios eficaces como UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
—¿Hay especies animales y vegetales en riesgo en su zona?
—Si, tenemos varias especies en riesgo según la lista roja de UICN. Algunos especies que podemos mencionar son: el cauquen colo¬rado, la ballena franca austral, el maca tobiano, la bandurria co¬mún, la becasa de mar, el choique, el chorlo ceniciento, el cormorán gris, todos en diferentes estados de conservación pero cada una de ellas, merece especial atención y un manejo responsable pensando en su conservación.
—¿Cuál es el estado general de ríos y mares en cuánto al nivel de contaminación u otros proble-mas medio ambientales?
—Para la Patagonia en general el estado de contaminación es leve, pe¬ro en algunos sitios, es crónico. Los mares y los ríos reciben residuos industriales, además de la influen¬cia de las ciudades y espacios urba¬nos. Esto debe ser motivo de serios controles por parte de los estados e ingentes esfuerzos en el campo de las ONG.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS