Asesinatos sin condena

Asesinatos sin condena

Por Gustavo Carabajal
Desde ayer, el homicidio de Solange Grabenheimer comenzó a aparecer en la misma lista que los asesinatos de Norma Penjerek, Aurelia Catalina Briant, Jimena Hernández, Nair Mostafá, Charlotte Roland, Liliana Tallarico, Natalia Fraticelli, María Marta García Belsunce, Lucila Yaconis, Constanza Guglielmi, Nora Dalmasso y Marianela Rago Zapata.
Estos nombres están unidos por dos elementos en común: investigaciones deficientes y ningún sospechoso preso o condenado. Aunque hubo más casos impunes de homicidios de mujeres, estos asesinatos fueron los que mayor repercusión pública alcanzaron.
El 15 de julio de 1962, el cadáver de Norma Penjerek, de 16 años, fue hallado en un terreno baldío de Llavallol. Según la autopsia, la apuñalaron y la estrangularon. Había desaparecido el 29 de mayo de ese año, cuando salió de la clase de inglés, en Flores.
La policía apresó a cuatro integrantes de una organización dedicada a secuestrar adolescentes para obligarlas a ejercer la prostitución. Sin embargo, en mayo de 1965, todos los acusados fueron sobreseídos. El asesinato quedó impune.
Aurelia Catalina Briant era una hermosa profesora de inglés. Su cadáver fue hallado el 14 de julio de 1984 a un costado de la ruta 2. La habían matado de 22 puñaladas y de dos balazos.
El ex marido de la víctima, Federico Pippo, su hermano Esteban y Rosa, la madre de ambos, estuvieron un año detenidos porque, para un juez, eran sospechosos. Pero fueron excarcelados debido a que no había pruebas suficientes contra ellos.
Jimena Hernández tenía 11 años cuando la mataron en el natatorio de un colegio de Caballito. Su cadáver fue hallado el 12 de julio de 1988. El caso tuvo cuatro jueces que no pudieron encausar la investigación. Ningún sospechoso fue condenado.
A fines de 2005, la Justicia cerró el sumario por el homicidio de Nair Mostafá, ocurrido en Tres Arroyos. La pequeña, de 9 años, desapareció de su casa el 31 de diciembre de 1989. Debido a los festejos por Año Nuevo, los policías no comenzaron a buscar cuando la madre hizo la denuncia. La desidia de los policías provocó la indignación de los vecinos, que hicieron una pueblada.
Durante la investigación hubo diez detenidos. Pero todos terminaron excarcelados por falta de pruebas.
Otro caso fue el de Charlotte Roland. Ninguna de las puertas y ventanas del departamento de cuatro ambientes en el que vivía, habían sido forzadas. Por tal motivo, los investigadores del homicidio de esa ciudadana norteamericana, de 50 años, presumieron que la víctima conocía a su asesino. Nadie reclamó el cuerpo de la mujer que, el 11 de enero de 1994, fue hallada asesinada en la bañera de su departamento, situado en 11 de Septiembre 2121, en Belgrano. Nunca hubo detenidos.
En 1994, también fue asesinada la bailarina Liliana Tallarico. La degollaron en su departamento, de La Plata. Oscar Murillo, director del ballet Brandsen, que también integraba la víctima, estuvo ocho meses preso acusado por el homicidio. Pero fue liberado por falta de pruebas.
Hija de un juez penal de Rufino, Natalia Fraticelli fue asesinada en mayo de 2000 en la casa en la que vivía con sus padres y su hermano. La Justicia condenó al juez Carlos Fraticelli y a su esposa por el homicidio. Pero, hace dos años, la Corte Suprema de Justicia de la Nación los excarceló porque consideró que no había pruebas contra ellos.

María Marta y Dalmasso
En 2002, María Marta García Belsunce fue asesinada en el country Carmel, de Pilar. Si bien la Justicia condenó a prisión perpetua a Carlos Carrascosa, marido de la víctima, el fallo no quedó firme y, para los fiscales, hubo más de un asesino.
Lucila Yaconis tenía 16 años cuando la mataron el 21 de abril de 2003, en un intento de violación, cerca de las vías del ferrocarril Mitre, en Núñez. A pesar de que el asesino dejó restos de semen en el cuerpo de la víctima, la policía nunca pudo identificar al autor del homicidio.
A María Pía Guglielmi la mataron en 2006, en los bosques de Palermo. Estaba a cargo de la confitería del Club del Golf. Le pegaron un balazo con una pistola calibre .45. La investigación quedó estancada.
La última esperanza que los investigadores tenían para esclarecer el homicidio de Nora Dalmasso, ocurrido en noviembre de 2006 en un country, de Río Cuarto, se derrumbó hace tres meses, cuando técnicos del FBI de los Estados Unidos confirmaron que los restos de semen hallados en la bata y en el cuerpo de la víctima no correspondían a ninguno de los acusados.
Hace un año, Marianela Rago Zapata fue hallada asesinada en su departamento de Balvanera. Tenía 23 puñaladas. Su ex novio fue acusado por el homicidio. Pero la Justicia le dictó falta de mérito. Al igual que en todos los casos anteriores, sigue impune. Y no son los únicos, por cierto.

ASESINATOS SIN CONDENA

Catalina Briant
Asesinada en 1984
Su cuerpo fue hallado con 22 puñaladas y 2 balazos a un costado de la ruta 2.,


Jimena Hernandez
Asesinada en 1988
Su cadáver fue hallado en el natatorio de un colegio de Caballito. Cuatro jueces tuvieron el caso y no pudieron resolverlo.


Nair Mostafa
Asesinada en 1989
Tenía 9 años. La policía acusó a un barrendero que tenía las facultades mentales alteradas y fue sobreseído.


Nora Dalmasso
Asesinada en 2006
Debido a que la escena del crimen fue contaminada, la investigación nunca avanzó. No hay nadie preso.
LA NACION