Lo auténtico, lo verdadero

Lo auténtico, lo verdadero

Sebastián Cutugno
Hermano, no dejás de sorprenderme, por eso, quizás, te quiero tanto. Está claro que entre vos y yo hay cierta comunión, mucho de química, somos muy parecidos. Por esas cosas de la vida -casi seguro que porque sos más capaz-, somos muy diferentes en lo económico, pero en lo que verdaderamente vale, en lo humano, casi gemelos.
El amor por los caballos, la solidaridad, el respeto por el semejante, la entrega total en lo que hacemos, el jugarse por los demás y nuestros ideales, la ternura, el romanticismo, el darnos tiempo para soñar y tantos otros ítems (que para la sociedad de hoy suenan a ridículo) son moneda corriente en nosotros.
Por eso, Carlos, no tengo vergüenza en decirte, con total humildad: son un gran tipo y, lo mejor: los que te conocen bien te lo reconocen. Los otros, no importa, no existen en nuestro universo.

(Gracias Sebastián)