Descubren que la Tierra está “en la mira” de nueve exoplanetas

Descubren que la Tierra está “en la mira” de nueve exoplanetas

Por Marcelo Bellucci
Para contactar con una hipotética civilización extraterrestre, los seres humanos fueron sembrando pistas entre las estrellas.
Así, 55 años atrás, la Unión Soviética despachó el primer mensaje radiotelegráfico desde la península de Crimea. En 1974 salió un mensaje desde el telescopio de Arecibo que contenía el ADN humano y las coordenadas geográficas de la Tierra.
Tres años más tarde, las sondas gemelas Voyager partieron con un mapa de la ubicación terrestre.
Ante la falta de réplicas, muchos creen que además de no escuchar las señales es posible que tampoco nos vean. Para descartar esta presunción, un grupo de científicos descubrió que nuestro planeta podría ser “espiado” desde al menos 9 mundos están fuera del vecindario solar.
Un equipo de expertos de la Universidad de Queen’s Belfast (Gales) y el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (Alemania) se pregunta si los extraterrestres podrían espiar la Tierra con la misma técnica que se utiliza actualmente para localizar exoplanetas. Según sus estimaciones, nos delataría la órbita elíptica que describe nuestro planeta alrededor del Sol.
El estudio, publicado en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, determinó que, de los 3.500 exoplanetas conocidos, al menos 68 gozan de una perspectiva geométrica favorable para permitir detecciones de tránsito. Sin embargo, de estos 68 que están fuera del sistema solar, 9 están situados idealmente para observar los tránsitos de la Tierra. Si se efectividad se trata, Kepler (con su misión prolongada K2) es el telescopio más prolífico para la búsqueda de planetas. La nave espacial reveló unos 2.300 hasta la fecha.

Y más allá de la paradoja de Fermi –que advierte la contradicción entre quienes afirman que hay una alta probabilidad de que existan otras civilizaciones inteligentes y la ausencia de evidencia– los astrónomos estiman que hay otros diez que todavía no fueron descubiertos, que pueden albergar vida tal y como la conocemos, desde los cuales también se puede llegar a observar la Tierra.
Los resultados indican que, desde el exterior de nuestro Sistema Solar, hay más posibilidades de ver los planetas terrestres (Mercurio, Venus, La Tierra y Marte) que los gigantes gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) a pesar de que estos últimos son mucho más grandes.
La explicación que ofrecen parece razonable. “Los planetas más grandes bloquearían naturalmente más luz cuando pasan delante de su estrella. Sin embargo, el factor más importante es lo cerca que está el planeta de su estrella madre y como los planetas terrestres están mucho más cerca del Sol que los gigantes de gas, es más probable que se vean en tránsito”, explica el autor principal del estudio, Roberto Wells.
Para despejar la incógnita, se utilizó la técnica de “Sombra de tránsito”, empleada para detectar exoplanetas. Se trata de un fenómeno durante el cual un astro pasa por delante de otro más grande, bloqueando en cierta medida su visión. La duración brinda información del tamaño aproximado del planeta y el tiempo que tarda en repetirse dicho tránsito permite determinar su órbita y la distancia a la que se produce.
Otra de las conclusiones alcanzadas por los investigadores es que el número máximo de planetas que pueden ser registrados por un observador externo colocado al azar es de tres. En términos matemáticos, existe una probabilidad de 2,518% de observar al menos un planeta en tránsito, 0,229% para al menos dos planetas en tránsito y 0,027% para tres planetas en tránsito.
Lo que equivale a decir que “un observador posicionado al azar tendría aproximadamente una probabilidad de 1 entre 40 de observar al menos un planeta. La probabilidad de detectar al menos dos planetas sería diez veces menor y detectar tres sería diez veces más pequeño”, estima Katja Poppenhaeger, coautora del estudio.
Para explicar la ausencia de contacto extraterrestre, Even Solomonides y Yervant Terzian, dos astrónomos de la Universidad Cornell, se apoyan en el Principio de Mediocridad de Copérnico, que establece que la Tierra no es un planeta excepcional en el universo. Por tanto, las condiciones que originaron la aparición de la vida deben darse también en un gran número de otros planetas.
El problema es que Tierra está ubicada en uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, que es una zona poco poblada. Al aplicar el Principio de Mediocridad a la Ecuación de Drake, los expertos calculan que, con las diferentes señales enviadas al espacio, se cubrió un 0,125% del área planar de nuestra galaxia. Lo que implica que recién alcanzó una milésima parte de la Vía Láctea y la hipótesis es que la señal no hará contacto hasta que no haya cubierto el 50 por ciento del área. Algo que ocurrirá dentro de 1.500 años. Solomonides y Terzian consideran que el número de civilizaciones con capacidad para emitir y recibir señales de radio no supera las 210 y todas ellas estarían a más de 1.600 años luz de distancia.
CLARIN