Denise Izaguirre, ritmo ambulante

Denise Izaguirre, ritmo ambulante

Por Nicolás Pili
En la casa de Denise la música siempre estuvo presente: el jazz, el blues y el soul sonaban casi constantemente de fondo mientras ella estudiaba, daba sus primeros pasos en el piano, la guitarra. Es que su padre, Benny Izaguirre, es el virtuoso trompetista que formó parte, entre otros, del grupo de fines de los años 70 La Banda, con Jorge Navarro, Bernardo Baraj, Rubén Rada, Ricardo Sanz y Luis Cerávolo. “Me crié con mi papá tocando la trompeta y el ‘flugel’ (fliscorno). Yo había empezado con la guitarra y me enganché un poco con el canto porque él siempre decía que si uno aprendía a cantar, podía tocar cualquier instrumento. Fue un desafio, porque era muy tímida”, cuenta Denise, cuya carrera comenzó a los 9 años, cuando participó del show en Buenos Aires del Dangerous World Tour de Michael Jackson, en 1993.
Después de cantar en bandas de jazz y ska (los Dulces Diablitos) por muchos años, en 2010 nació su proyecto solista -ella al frente como cantante y compositora-, acompañada de Leonardo Cullari (vientos), Agustín Strizzi (batería) y Sebastián Rodríguez (guitarra), músicos que la ayudaron a reunir los diez integrantes que conforman la pequeña orquesta The Stealers. En 2012 editó su primer disco, “Live”, que desde entonces vienen presentando en shows por el circuito de jazz porteño y que contó con una actuación de Denise Izaguirre & The Stealers en el Parque de los Niños. En paralelo, estudió economía empresarial, trabajó para grandes multinacionales, vivió seis años en el pueblo montañés de Breckenridge, en Colorado, e incluso compró un auto con el que recorrió 26 estados en poco más de dos meses. “Viajar es una de las cosas que más disfruto y tuve la suerte de poder hacerlo”, dice. El resultado de su vida itinerante puede escucharse en su repertorio, con canciones en inglés, con un sonido directamente ligado a los ritmos afroamericanos trasladados a esta parte del continente.
Cantas sobre todo temas propios. ¿Cómo armas es¬tas canciones pensadas para diez músicos?
Empecé a componer desde muy chica, casi jugando. Varios de los temas que toco, tienen más de diez años, otros ya ni sé dónde quedaron (risas). Más allá de las presentacio¬nes que hago en eventos, donde necesito un repertorio un poco más comercial, en este proyecto elijo hacer mí música con la banda The Stealers, que me está acompa¬ñando desde que arranqué. Los temas parten de una mú¬sica y letra mias, y los arreglos de la base los hicimos con Agustín y Sebastián, y los “caños” con Leonardo y Ezequiel Kosiner Blanco. No sabíamos que iba a ser un proyecto tan ambicioso, con cinco vientos, pero es un placer poder tocar con ellos.

¿A quiénes reconoces como influencias en tu estilo?
Mi gusto personal tiene que ver más con el blues afroamericano. Ray Charles es mi cantante favorito desde siempre, desde que era chica. Ella Fitzgerald, Nina Simone, Louis Armstrong, también Frank Sinatra y Pat Metheny. De los artistas más recientes, Amy Winehouse me encanta. También disfruto de músicos locales, sobre todo de la es¬cena del ska, o del jazz instrumental, que me parece que hacen algo muy distinto.
¿Y por qué decidiste componer en inglés?
Una de las primeras críticas que me hacen siempre es: “Si sos argentina, ¿por qué cantas en inglés?”. Y nunca tengo una buena respuesta para dar. Éste es un estilo de música que está ligado a un idioma. Uno forma sus gustos sin pensarlo, es como cuando elegís cómo vestirte, cómo peinarte o qué comer. He cantado tangos, boleros y cosas que no podría componer; las veces que intenté hacerlo, fue forzado. No me cierro a decir que no puedo escribir en español, pero por ahora me sale naturalmente así.
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