El largo camino de Mary Sol Ferreyra

El largo camino de Mary Sol Ferreyra

Por Carlos Delfino
A caballo de la fe de los que la rodean, el trabajo de los médicos y sus ganas de vivir, MarySol Ferreyra sigue transitando el largo camino de su recuperación. Ya pasaron casi tres meses de haber quedado en coma tras la caída de la amazona en La Plata, cuando el potrillo Caramelo Rush le sacó el cuerpo al final de un ejercicio, y hay pequeñas señales que invitan a creer. Hoy, con una lesión axonal difusa y una traqueotomía, sigue siendo alimentada por sonda y los médicos mantienen el foco en el daño cerebral, con expectativas de que mejore.
La rehabilitación la está efectuando en el Fleni. Durante ese tiempo sólo abandonó ese instituto para que se le hicieran estudios en el hospital Español, “que salieron bien”, confiesan en el círculo íntimo. “La lesión no es operable, pero se ven pequeños cambios en ella. Mantiene los ojos abiertos y si bien no te sigue con la mirada o se mueve cuando le hablás, tenemos la certeza de que nos escucha y entiende”, detallan. Los pocos movimientos sólo son del lado izquierdo.
Ferreyra abrió los ojos 25 días después de la caída. Fue el primer paso importante en el proceso, cuando todavía estaba en La Plata. “Los médicos prefieren ser cautos, es lógico. Nosotros vemos esas lentas mejorías, notamos que antes no tenía un punto fijo en la mirada? Juntos peleamos porque se recupere todo lo que pueda. Hay tres meses más hasta que se vea alguna secuela. El camino es largo, pero su organismo está muy bien y eso ilusiona”, amplían. Mary Sol desafía su carrera más difícil con mucha fuerza interior.
LA NACION