El primer Cabernet

El primer Cabernet

Durante años, esta cepa de origen francés fue utilizada casi exclusivamente como uva de corte. Pero en los últimos tiempos, los enólogos locales lograron convertir al Cabernet Franc en el varietal de moda, siguiendo los pasos de la Bonarda y el Torrontés, en su camino por alcanzar el mismo éxito del Malbec.
En el país hay 660 hectáreas cultivadas con Cabernet Franc, el triple de las que existían a principios del año 2000. Por su volumen de producción (el año pasado se elaboraron 227.000 litros de esta cepa) es considerado un vino de nicho y por eso, sus etiquetas (alrededor de 60 distintas en el mercado), todavía son caras y van desde los $ 70 a los $ 400.El enólogo Sergio Montiel, de Finca Don Martino, aporta todo su conocimiento sobre esta cepa.

HISTORIA
“La uva Cabernet Franc es originaria de la región de Burdeos, pero se cree que comenzó a plantarse en el Valle de Loire bastante tiempo antes. De hecho es una de las uvas célebres en esta zona, porque en el ensamble de Cabernet Sauvignon y el Merlot, se producen la mayoría de los Cru y Gran Cru de Francia. Se cree que en el siglo XVII, el Cardenal Richelieu transportó barbechos de esta variedad al Valle de Loire. Durante el siglo XVIII se encontraron plantaciones de Cabernet Franc en varias otras regiones, donde se producían vinos de muy buena calidad. En el año 1997, muestras de ADN revelaron que el Cabernet Franc fue cruzado con el Sauvignon Blanc, dando origen el Cabernet Sauvignon. Por eso se dice que el Franc es el padre del Cabernet Sauvignon”, cuenta Montiel.

¿CÓMO LLEGÓ AL PAÍS?
“Uno de los primeros en plantar Cabernet Franc en Mendoza fue Tiburcio Benegas, de Bodegas Trapiche, quien desde Francia trajo a fines del siglo XIX los primeros sarmientos para replantar en la zona de Maipú; donde actualmente se producen unos de los mejores Cabernet Franc de la Argentina. No es una variedad muy implantada en el país; es de ciclo corto, es decir, madura mucho antes que el Cabernet Sauvignon. Actualmente hay plantadas alrededor de 600 ha, pero sigue evolucionando ya que está pasando de ser una variedad usada para corte a utilizarse como varietal de media y alta gama”, explica Montiel.

EL TERRUÑO ARGENTINO
En la Argentina es posible encontrar Cabernet Franc en Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta y en la Patagonia. Tiene un bajo rendimiento por hectárea y necesita suelos secos y áridos. Se desarrolla muy bien en zonas de grandes amplitudes térmicas y algo frías. Debido al clima y suelo de estas regiones se obtienen vinos de gran cuerpo, con aromas de frutos rojos maduros, pimiento verde, muy mentolados, con taninos al principio algo rústicos pero que con el tiempo se redondean, dando vinos con gran cuerpo, nada agresivos. Esta es una variedad que expresa todo su potencial en climas un poco más fríos y con una amplitud térmica marcada, por eso hay grandes plantaciones también en el sur de la Argentina, como en Neuquén, Río Negro.

NOTAS DE CATA
A la vista presenta tonalidades rojizas con reflejos morados y negros profundos, de intensidad colorante media alta.
En nariz sobresalen sus aromas típicos de pimientos maduros, especias, frutos rojos, chocolate, almendras y mentol. El paso por roble francés lo hace más complejo y refinado, aportando notas de chocolate, tabaco, humo.
Es muy expresivo y estucturado en boca, amable, por sus taninos suaves, recordando ciruelas pasas y moras maduras con frescas notas de eucaliptus, menta y pimienta negra.

TEMPERATURA DE SERVICIO
Servirlo alrededor de los 17° C y 18° C permite destacar sus aromas y sabores.

EL MARIDAJE IDEAL
“Es amplio el abanico de maridajes para este varietal, una de las mejores opciones para recomendar es acompañar con cordero o con atún a la plancha, carnes asadas, guisos con hierbas y frutas, carne de pato y quesos bien curados.”

CUÁLES PROBAR
“Sin dudas la lista es larga e imposible de reproducir en poco espacio, pero nobleza obliga, empecemos por nuestro Martino Cabernet Franc ($ 83). Luego, seguiría con un Fond de Cave Reserva 2010 ($ 80); un Rama Negra Reserva 2011
($ 100), de Bodega Casarena; un Lagarde Cabernet Franc Single Vineyard 2010 ($ 125), de Bodega Lagarde, Angélica Zapata Alta 2009 ($ 160), de Bodega Catena Zapata y un Luigi Bosca Gala 4 2009 ($ 180), de Bodega Luigi Bosca, finaliza Montiel.
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