13 Nov Estilo, potencia y un comportamiento ejemplar
Por Victor Russo
Justo en la edición anterior del Suplemento Autos probamos otro deportivo con un precio similar y con una aceleración y velocidad final idénticas a este Audi TT S. Fue la prueba al Ford Mustang, en la que contábamos que era un deportivo que despertaba en la gente una emoción y un fanatismo superiores incluso al que despiertan vehículos más sofisticados y de mayor tecnología. Bueno, uno de esos vehículos es este Audi TT S, sin dudas con una calidad y precisión mecánica superiores a las del Mustang, a pesar de que muchos puedan decirnos “no importa, me quedo con el Mustang”. Pero esto es así, y nuestro deber es decirlo: aquel es una leyenda, y hermoso además; este es una maravilla tecnológica.
Empecemos con el motor del Audi TT S. Un 2 litros. Sí, apenas 1.984 centímetros cúbicos de cilindrada y desarrolla 310 caballos. Ya estamos frente a un prodigio de la mecánica. Usándolo con suavidad, en ciudad gasta unos 8,5 litros cada 100 kilómetros y, en ruta, a 100 km/h, no supera los 6 litros cada 100. Pero si requerimos de todo su poderío, nos brinda una aceleración y una velocidad final bestiales: 4,6 segundos para los 0 a 100 km/h y 250 km/h de máxima (limitada electrónicamente). Claro que ahí los valores de consumo se duplican, pero así y todo sigue siendo un motor de una eficiencia extrema. La caja es otra maravilla. Una automática “S tronic”. de doble embrague, con unos pasos de marcha prácticamente instantáneos, sin baches, lo que también contribuye a la rapidez para ganar velocidad.
Es importante destacar que la mecánica del TT S se puede “transformar”. Con el sistema “Audi drive select”, que se comanda desde el volante, tanto el comportamiento del motor y de la caja, como la dureza de la dirección y los amortiguadores, pueden modificarse. Una cosa es el auto en modo “confort” y otra en modo “dynamic”. Realmente son dos autos distintos. En el primer modo, el motor es sereno, suave, silencioso; la dirección es blanda y el confort de marcha apropiado para todos los días en la ciudad. En “dynamic” el ronquido del motor se hace sentir, la performance, por supuesto, mejora, porque aumenta la respuesta del acelerador, se modifica el mapeo de la central electrónica que regula la inyección de combustible y la caja de cambios se adecúa para aumentar la aceleración. En cada paso de cambios con las levas detrás del volante, el motor suelta un soplido similar al de los autos de competición. Una hermosa sensación. Con el sistema “drive select”, como decíamos, se puede personalizar el auto e, individualmente, puede endurecerse la dirección o la amortiguación, que en modo “dynamic”, además, modifica la distribución de la tracción “quattro”: normalmente es 70 % adelante y 30 % atrás, y pasa a ser 65/35 para aumentar la tenida en curvas. También puede desconectarse el control electrónico de estabilidad ESP, para obtener el máximo de performance. Así, pisando el
Drive select. Puede cambiarse la respuesta del motor y caja, y dureza de dirección y suspensión.
Tracción quattro. En modo normal es 70 % adelante y 30 % atrás. Pero puede pasarse a 65/35, para mejorar la tenida en curvas. freno con el pie izquierdo y el acelerador a fondo, cuando soltamos el freno se consigue la máxima aceleración con partida detenida, esos 4,6 segundos para los 0-100.
Con la doble tracción, es casi imposible equivocarse. El auto no subvira ni sobrevira (o sea, no se va de trompa ni de cola). En las curvas dobla como sobre rieles. Y si a esto le sumamos la enorme capacidad de frenado, de este deportivo hay que destacar su relación performance-seguridad. Dicho de otro modo: performance que puede controlarse con facilidad.
Del interior, además de la sobresaliente calidad de materiales y el gr equipamiento, vale la pena desta el “Virtual cockpit”, que engloba en tablero de instrumentos toda la formación del auto, incluso del tretenimiento y el GPS, con la posi lidad de destacar lo que cada u quiera. Otra exquisitez.
CLARIN