Scrum, el método que adoptan los hombres de negocios

Scrum, el método que adoptan los hombres de negocios

La idea de trasladar el espíritu del deporte a las oficinas siempre fue el anhelo de las empresas. Y, en este sentido, el rugby es el paradigma del trabajo en equipo: cada pieza (jugador) es fundamental dentro de un plantel y debe trabajar para lograr el objetivo final. Su formación más simbólica, el scrum, es un claro ejemplo de esto. Los ocho jugadores que lo integran deben empujar en conjunto para poder avanzar, si uno no lo hace se ve perjudicado el resto.
En esta filosofía se basaron e inspiraron Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi a principios de los años ‘80 para definir una metodología de trabajo. Al analizar cómo desarrollaban los nuevos productos las principales empresas de manufactura tecnológica (Fuji-Xerox, Canon, Honda, Epson, 3M y Hewlett-Packard), compararon la forma de trabajo en equipo de esas empresas, con el avance en formación del scrum de los jugadores de rugby, a raíz de lo cual quedó acuñado el término ‘scrum’ para referirse a ella. La analogía con el este deporte es que se trata de todo un equipo empujando para el mismo lado. Tradicionalmente en las empresas existen equipos que se encargan de distintas áreas del proyecto. Scrum busca que no existan grupos aislados, sino que todos sepan en que están trabajando.

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En sí, la metodología Scrum se define como un proceso en el que se aplican de manera regular un conjunto de mejores prácticas para trabajar colaborativamente, en equipo, y obtener el mejor resultado posible de un proyecto. Esta metodología hace que, en vez de buscar el objetivo completo final, se vaya creando y entregando el producto o servicio en pequeños pasos. En ciclos cortos se logra más eficiencia y se incorpora al cliente en el proceso.

Entregas parciales
En un contexto de alta complejidad, como innovación, creación de software y de productos de creatividad y tecnología es demasiado complejo predecir los resultados con exactitud y los planes a largo plazo terminan fracasando. Por eso, en Scrum se realizan entregas parciales y regulares del producto final, priorizadas por el beneficio que aportan al receptor del proyecto. Las entregas parciales de trabajo se dan cada dos semanas, donde todo el equipo se reúne para discutir sus fortalezas y debilidades. Además, se recomiendan reuniones de 15 minutos, breves y muy enfocadas, todos los días a la mañana, antes de comenzar el trabajo, para sincronizarse como equipo.
Es por ello que Scrum está especialmente indicado para proyectos en entornos complejos, donde se necesita obtener resultados pronto, donde los requisitos son cambiantes o poco definidos, donde la innovación, la competitividad, la flexibilidad y la productividad son fundamentales.
En el mundo, son grandes empresas tecnológicas como Amazon, Spotify, Ericsson y Adobe, entre otras, las que lo utilizan. En la Argentina, empresas como MercadoLibre, Despegar y Osde ya aplican esta forma de trabajo.
Aunque Scrum surgió en empresas de productos tecnológicos, es apropiado para proyectos con requisitos inestables y para los que requieren rapidez y flexibilidad. Ahora, las empresas que buscan mejorar su trabajo a través de esta metodología surgen de rubros variados. Hay empresas de publicidad, ventas de productos o servicios que buscan a través de Scrum agilizar y mejorar su manera de trabajar porque vienen de contextos de mucha burocracia o sin ningún tipo de metodología aplicada al trabajo.

Colaboró Patricio Baratta. EL CRONISTA