¡Ojalá vaya con los Spurs a la Argentina!

¡Ojalá vaya con los Spurs a la Argentina!

Por Manu Ginóbili
Vengo de dejar a los chicos en el colegio. Ya llevan dos meses yendo a la escuela. Y el más chiquitito anda creciendo; ya la semana que viene cumplirá seis meses. Estoy disfrutándolos mucho, después de nueve días de gira por Europa que cortaron un poco la rutina familiar. Pero todo está espectacular.
En el comienzo de la pretemporada tuvimos cinco días bastante intensos en San Antonio para sacarnos el óxido y empezar a ponernos en sintonía. El tema cambió cuando salimos a Berlín y Estambul. Yo estaba muy entusiasmado porque era mi primera vez en ambas capitales. En realidad había ido, pero en “modo liga europea”: llegaba, comía, dormía, desayunaba, jugaba y volvía. No había podido conocer nada. Esta posibilidad de conocer esas ciudades me entusiasmaba mucho, y sobre todo con cinco días en Berlín y tres y medio en Estambul, como para hacer turismo, cosa muy poco habitual para nosotros.
En Berlín caminé como una bestia. Esa historia tan reciente me atrapa; es difícil creer que haya pasado todo eso hace tan poco tiempo. Y aprendí mucho. Uno ve películas, lee libros, pero palparlo es distinto. Así que fue un viaje muy interesante.
También fuimos a jugar, je. Estuvimos flojos en el primer partido, todavía con otra mentalidad, y jugamos contra un equipo muy inspirado y que defendió de una manera distinta a la que afrontamos habitualmente. Nos costó adaptarnos y nos ganaron increíblemente. No me gusta perder ningún partido, y nunca lo habíamos hecho contra un equipo de FIBA. Nadie estaba contento, está claro, pero tampoco podíamos hacer un drama en el primer amistoso, y menos por cómo se toma en Estados Unidos, donde no se le da a un partido de pretemporada el valor que se le asigna en la Argentina o en Europa.
De todos modos, jugamos a ganar, hicimos lo mejor que pudimos. No conocíamos para nada a Alba Berlin; de hecho ni siquiera hablamos de ese equipo, porque a esa altura de la preparación se trabaja lo propio, no tanto el rival. Y la verdad es que nos sorprendió: jugó bárbaro, defendió duramente… Para ellos jugar contra nosotros era el partido del año, y para nosotros era el primero de preparación. Quisieron más la victoria que nosotros y nos ganaron. Obviamente, después de perder fuera de los planes uno ajusta un poco las cosas y entra con más determinación y cuidado. Ya contra Fenerbahçe jugamos bastante mejor, sin ser una barbaridad y con mucho por mejorar todavía. Pero a esta altura es normal que uno no juegue en un alto nivel. Para el debut aún nos quedan dos semanas, que van a ser importantísimas.
Estambul fue muy interesante, también. Yo había escuchado mucho de la Mezquita Azul y de Santa Sofía y quería conocerlas. Armamos en grupo un tour con una guía, y fuimos también al palacio Topkapi, donde los sultanes residieron mucho tiempo. El segundo día cada uno hizo lo suyo; yo salí a caminar por ahí. También nos entrenamos, y bastante duramente. Y al otro día jugamos. Fue todo muy productivo culturalmente, y saciamos curiosidades.
La gira fue larga porque, más allá del cambio de horario, fue de exhibición. Hay un día de entrenamiento con periodismo, alguna exhibición en la calle para la NBA, olimpíadas especiales con los chicos… Vamos no sólo a jugar, sino también a hacer promoción. Y en la franquicia gusta que los jugadores -sobre todo, los más jóvenes- vivan una experiencia distinta, que suma.
Es cierto que en el exterior no trabajamos con las comodidades que hay en San Antonio, donde tenemos seis aros, nuestras áreas de rehabilitación, gimnasio propio, etcétera. En Estambul había sólo dos, entonces tirar no era lo mismo, y había 40 minutos para llegar a la cancha… Pero la gira sirve. No tanto en lo físico y lo basquetbolístico, sino en pasar más tiempo con los compañeros. Hablamos, compartimos y vamos uniéndonos más. Para mí está muy bueno. La última vez que habíamos hecho una fue en 2007, por París. No digo de hacer esto todos los años, pero sí de vez en cuando.
Por cierto, no me quedan muchas opciones de pretemporadas, je… Tal vez una, o ninguna, así que no creo que vaya a tener otra gira. Si la tuviera, me gustaría mucho que fuera por cualquier ciudad de Italia, que es mi debilidad. Y algo que me habría gustado hacer es ir con los Spurs a la Argentina. En 12 temporadas nunca se hizo; habría estado muy bueno por lo que habría significado llevar allá a un equipo de NBA. ¡Ojalá se dé el año que viene! Tengo entendido que están intentando desde la Argentina, pero no es fácil. Hay muchos requisitos, reuniones, garantías… Y es difícil competir con potencias, como Berlín, Estambul, Barcelona, Shanghai. Pero sé que la intención está. Veremos si se logra. ¡Para que yo tenga chances habría que apurarse, o lo va a poder disfrutar Luifa con Indiana y yo de espectador!
En definitiva, me encantó este viaje. Y me siento bastante bien. Arranqué la pretemporada con muchos dolores, los mismos con que terminé el campeonato anterior, pero con tratamientos fue mejorando todo. Tengo un problemita en el Aquiles izquierdo, que me molesta sobre todo en los primeros minutos de juego, pero parece que lo de la fractura desapareció. Y estaba volviéndome loco un problema en el dedo más chico del pie izquierdo, pero está pasando. Así que simplemente estoy flojo de condición física: me canso rápidamente, estoy un poco lento aún… Como no pude hacer mucho en el receso, estoy un par de pasos atrás de mis compañeros y cuesta un poco todo. Pero no tengo problemas en arrancar más atrás que el resto e ir mejorando. No estoy bien basquetbolística ni físicamente, pero lo primordial en este momento es estar sano, porque si no, es difícil tomar el ritmo, ya que uno anda cuidando algo o saltea partidos y no puede entrenar al ritmo de los demás. Quiero curarme del todo y después sí tomar ritmo con el correr de los juegos.
También estoy muy entusiasmado con el tema CABB. Estoy y estamos siempre preguntando e informándonos. Dijimos que era necesario un cambio, y ahora que se empieza a ver lo que había pasado no quedan dudas. Viene un trabajo largo e intenso de reorganizar y reordenar todo. Se está en eso. Era el camino por seguir y somos optimistas en que esto va a arreglarse. Fue una buena decisión y va a ser por el bien de nuestro básquet.
o mismo va a pasar con la Liga Nacional, que está haciendo cambios para mejorar la competencia y la estructura. Ambas organizaciones van a necesitar trabajar en conjunto, por el bien de nuestro básquet, para hacerlo más profesional, más serio. Y pienso que se va a lograrlo.
Todo lleva sus tiempos. En la Confederación se está terminando la auditoría.
Habrán visto en estos días una foto de Lady Gaga, ja… Resulta que un día terminó un partido nuestro, me enteré de que estaba ella en el estadio -cantaba ahí al día siguiente-, de que era hincha de San Antonio y de que nos y me quería conocer porque yo era uno de sus jugadores favoritos, o algo así. Miré como diciendo «¿están seguros de que soy yo?». Ella tenía un camarín a 15 metros de nuestro vestuario. Fui, la saludé, charlamos un rato, nos sacamos una foto y me contó que nos había visto jugar y que yo era uno de sus favoritos. Le pregunté si estaba segura, si no me había confundido con otro, que yo era el 20… y me dijo que efectivamente era yo. Le agradecí el piropo y me fui.
Sobre gustos…
LA NACION