Los desafíos ambientales de la Argentina

Los desafíos ambientales de la Argentina

Por Laura Rocha
Conservar los recursos naturales; elaborar un plan estratégico en materia energética y aplicar un programa integral en materia de residuos son los desafíos ambientales más urgentes para 2014.
En estos tópicos coincidieron los expertos consultados por Comunidad cuando se les preguntó acerca de los temas pendientes que deberían estar en el tope de la agenda política el año próximo.
“Desde diferentes ámbitos se plantea la falsa antinomia de que el cuidado de los recursos naturales es incompatible con el desarrollo. Sin embargo, es cada vez más frecuente encontrar casos en los que ambos aspectos logran un equilibrio, basado en la aplicación de nuevas y mejores tecnologías, en la planificación del desarrollo y en el hallazgo de soluciones viables para los problemas ambientales que no afectan significativamente el desarrollo económico y el crecimiento”, indicó Diego Moreno, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
En ese sentido María Eugenia Di Paola, directora académica de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) apunta como fundamental el acceso a recursos vitales como el agua. aire, o la tierra. “Aqui vivimos una historia en Argentina y América latina de poblaciones más pobres que son las más expuestas a la contaminación y a la violencia. La vulnerabilidad social y ambiental se refleja en dificultades en el acceso a derechos humanos básicos como el derecho al agua. La contaminación de cuencas hídricas con altos niveles de indigencia es una muestra palpable de esta problematica. También la contaminación de napas freáticas por agroquímicos o en otros lugares del mapa la de glaciares por actividades extractivas [como la minería]“.
“También deben atenderse los problemas de acceso a la tierra en distintas provincias del país y la violencia con las comunidades campesinas e indígenas. Existe una necesidad marcada de que se garantice este acceso a recursos vitales y en este sentido sera clave el cumplimiento de los compromisos asumidos por el país internacionalmente (derechos humanos, ambientales e indígenas), nacionalmente (Constitución y leyes fundamentales), como así también ante las autoridades judiciales (por ejemplo en el caso Riachuelo)”, agregó.
Respecto de la energía, un problema real que afectó a buena parte del país en las últimas semanas de 2013, Máximo Lanzetta, especialista en Ambiente de la Fundación Metropolitana indicó: “La actual crisis energética viene acompañada de posibilidades y dudas. La explotación de hidrocarburos en reservorios no convencionales resulta una oportunidad para recuperar el autoabastecimiento energético. La misma debe estar acompañada de los pertinentes resguardos ambientales, fundamentalmente en el uso y tratamiento del agua; aspecto sensible en ambientes áridos. Pero esta apuesta no debe excluir, todo lo contrario, debe estar acompañada de estímulo al desarrollo de fuentes de energías alternativas; de manera de reducir la excesiva dependencia que tiene nuestra matríz energética de los combustibles fósiles. En suma, es necesario que la planificación energética constituya una política de Estado”.
Moreno agregó que es necesario “desarrollar un Plan Energético de largo plazo, poniendo énfasis en la diversificación de la matriz energética a través de la inversión en energías limpias, y en la aplicación de políticas de eficiencia que apunten a reducir el consumo innecesario de energía. En este sentido, desde Fundación Vida Silvestre Argentina, acabamos de publicar “Escenarios energéticos para la Argentina (2013-2030) con políticas de eficiencia” donde demostramos que si la Argentina implementara políticas de eficiencia energética, se evitaría generar 6.000 MW, lo que equivale a dos represas hidroeléctricas similares a Yacyretá y un ahorro en costos de capital de U$S 31.000 millones a 2030″ (puede consultarse la publicación en www.vidasilvestre.org.ar).
Para Di Paola los decisores deben hacerse preguntas clave: “¿Que energía queremos para el país? ¿Qué fuentes priorizaremos? ¿Qué minería se quiere desarrollar? ¿Resulta conveniente respaldar el fracking? ¿Cómo desarrollar la actividad agropecuaria y la pesca? ¿Cómo proteger nuestros bosques? Si estas decisiones no se toman consistententemente seguiremos hablando de energía sólo cuando se corta la luz o de minería cuando un pueblo se subleva frente a decisiones ya tomadas sin consulta”.
El consumo y la gestión de la basura que generamos también figura entre los desafíos de 2014. “Teniendo en cuenta que más del 90 % de la población es urbana en nuestro país, la gestión integral de los residuos sólidos sigue siendo un desafío no resuelto. Si bien se ha avanzado en las principales ciudades del país en el reemplazo de basurales por rellenos sanitarios; aún estamos lejos de un sistema de gestión integral. Para que el reciclado y el compostaje puedan salir de las fases experimentales y decorativas, es necesario que en año 2014 podamos dar espacio a una Ley de Envases que regule el ciclo de vida de los productos que ingresan al mercado y poseer mecanismos de financiamiento genuinos para el tratamiento de los residuos”, detalló Lanzetta.
Di Paola agregó: “Hay que cambiar la lógica lineal por la circular. El úselo y tírelo del que hablaba (Eduardo) Galeano es lamentablemente un común denominador. No obstante, la lógica de gestión integral de residuos domiciliarios ya está en la legislación básica nacional y ciudades como Buenos Aires se han decidido en las normas por el concepto de basura cero. ¿Cómo llevar esto a la realidad? Aquí las autoridades y las empresas tienen una responsabilidad fundamental y los ciudadanos debemos tambien ser parte”.
Por último Moreno sostuvo: “El año que comienza puede ser una buena oportunidad para mostrar con hechos concretos que el capital natural de la Argentina y su manejo sustentable es parte de una estrategia de desarrollo de largo plazo, que incluya el posicionamiento de nuestro país (al igual que el de otros países de la región) como proveedor global de bienes y servicios ambientales claves”.