Spike Lee: “jamás pensé en que esto se transformaría en mi estilo de vida”

Spike Lee: “jamás pensé en que esto se transformaría en mi estilo de vida”

La nueva película del director neoyorkino Spike Lee es una reinterpretación, o como a él le gusta decir, “una reinvención”. Se trata de Oldboy: Días de venganza, una remake de la película surcoreana del mismo nombre, filmada originalmente por el director Park Chan-wook y anunciada en varias oportunidades de este año, pero que finalmente llegó el 3 de julio a los cines locales.
La versión de Lee vuelve a exponer las vicisitudes y experiencias de Joe Doucett (un rol aquí interpretado por Josh Brolin), que durante una noche de borrachera es secuestrado y encerrado en un hotel, sin contar con la menor idea de la identidad ni los motivos de su captor. Pero cuando inexplicablemente es liberado, 20 años más tarde, Doucett se embarca en una búsqueda para descubrir quién orquestó su castigo y por qué.
Este thriller visceral también cuenta con las actuaciones de Elizabeth Olsen, Sharlto Copley, Samuel L. Jackson, y Michael Imperioli, entre otros. En conferencia de prensa, Spike Lee afirmó que –más allá de ciertos pormenores– no tuvo la oportunidad de hablar con el director de cine Park Chan-wook, responsable de la versión original del film. “Nunca llegué a hablar con él. Soy profesor de la Universidad de Nueva York en la Escuela de Cine de Posgrado. También soy el director artístico de la escuela, e inclusive me enteré que Wok exhibió una película la misma noche que yo estaba enseñando. Él no habla inglés y yo no hablo coreano. Pero estuvimos trabajando a través de su asistente, ya que no pudimos conocernos tampoco. En varias oportunidades cruzamos unos correos electrónicos que su asistente traducía, y por esa vía le mandé varios trailers de lo que iba a ser la película”, afirmó el director norteamericano, develando más datos.
“A medida que avanzábamos en los detalles de la película, el que sí pudo reunirse con él fue Josh Brolin, porque él quería su bendición. Park le dijo: ‘Mirá, tenés mi bendición, pero no intentes volver a hacer lo que hicimos. Hagan su propia película’. Y esa fue mi forma de pensar desde el principio. ¿Qué quiero decir con todo esto? Por ejemplo, John Coltrane no tocó exactamente lo mismo que cantó Julie Andrews cuando hizo ‘The Sound of Music’. Muchas personas cantaron ‘My funny Valentine’, pero la forma en que la hizo de Miles Davis es diferente. Quién sabe cuántas personas han tocado el himno de Estados Unidos, pero cuando Jimi Hendrix lo hizo todavía es algo recordado. Así que era ese nuestro enfoque. Esa fue la forma de pensar que tuvimos Josh y yo. Es que sabemos muy bien que Park Chan es grande como realizador”, afirma Lee.

–¿Qué fue lo que te inspiró para encarar el film?
–Trabajando con Josh, el desafío fue hacer una reinterpretación, algo que no había hecho antes. Algo que sabíamos de antemano era que mucha gente no quería que hiciésemos esta película porque sería, para ellos, lógicamente una herejía, un sacrilegio. Estoy hablando de los fans de esta película, fanáticos de una historia.
–¿Por qué Josh Brolin fue el actor perfecto para interpretar a Joe Doucett?
–No me podía imaginar a nadie más interpretando ese papel para una historia muy divertida. Durante un período de cuatro años, Josh siempre venía a Nueva York para el estreno de una película. A mí me invitaban a ver esas películas y yo iba, porque siempre encontrarían a Josh en la fiesta posterior. “¡Oh, me encanta tus cosas! ¡Vamos a trabajar juntos”, nos decíamos. Y al año siguiente era lo mismo, pero finalmente sucedió. Josh es un gran, gran actor. Yo lo amo y él a mí, más allá de que nos llevamos muy bien. Y queremos trabajar juntos muchas veces más. En realidad, no sucede a menudo, pero a veces no teníamos qué hablar porque estábamos pensando lo mismo. Tuvimos la misma perspectiva y sabíamos que la película que queríamos hacer, así que fue una experiencia maravillosa. Inclusive perdió peso rápidamente, algo que a los artistas suelen costarles mucho.
–¿Es verdad que hizo toda su parte en dos semanas?
–Tal vez en menos tiempo aún. Él tenía que perder peso de manera rápida, y en una semana perdió once kilos. Todo el tiempo que ensayamos estaba comiendo pasta, mantequilla de maní y batidos de proteínas. Pero rápidamente venía una escena en la que tenía que estar más flaco, y lo hizo rápidamente. Creo que perdió unos 15 kilos o más. Sinceramente, no es algo que recomiende, creeme.
–Las dos versiones de la película son muy diferentes, más allá del tema central. No es una remake.––Gracias por no referirse a esta película de esa manera, gracias por usar esa palabra. Vamos a deshacernos del concepto de remake, por favor, por esta película al menos.
–Inclusive, tu versión fue vista por mucha gente que no pudo ver la original, pero salieron del cine muy contentos con el film.
–Eso es lo que estábamos esperando. Todos tenemos puntos de vista que varían según nuestras culturas e idiosincrasias, así que haya gente que vea el film y demuestre una buena recepción es algo que prueba lo acertados que estuvimos en el enfoque final.
–¿Leíste el comic japonés?
–Sí, leí el manga.
–La película coreana está basada en el manga japonés.
–Gracias por mencionarlom porque no lo sabía. Me parece interesante su base japonesa. Entonces tenemos tres interpretaciones de la misma: el origen basado en el manga japonés, una segunda manifestación por parte de los coreanos, y ahora una versión norteamericana.
–En la industria del cine muchas cosas cambiaron desde tu irrupción con películas como Haz lo correcto. Ese cambio se vincula directamente al cine digital, y cómo todo se traslada a las redes sociales. ¿Cómo cambió ese proceso de hacer cine?
–Bueno, el mundo cambió y esa es una realidad. Para mí, que pasen estas cosas es otra parte interesante. En años claves como 1985 y 1986 pudimos hacer películas con menos de 200 mil dólares, subvencionado por amigos y donaciones. En ese momento no había Twitter y tuve que escribir de puño y letra muchas cartas y tarjetas postales pidiendo a la gente. Con la tecnología no me agarró miedo y la uso como herramienta. A Oldboy la filmamos en 35 mm, que rodamos en formato digital. Todo nos sirve.
–Para finalizar, ¿cuál fue la mayor sorpresa que te llevaste al convertirte en un afamado director cinematográfico?
–Nunca. Jamás soñé en convertirme en un director de cine. Recuerdo que cuando estaba en la escuela me interesó filmar algo antes de que llegara el verano. Eso fue en una etapa soporífera de mi educación en Atlanta, Georgia. Era muy chico en ese entonces y no me preguntaba mucho, salvo avanzar en base a mis sueños. Pero jamás pensé en que esto que hago desde hace tanto tiempo se transformaría en mi estilo de vida, en mi forma de ver el mundo. Estoy agradecido que, sea lo que sea que haya pasado, mi vida y mi pasión por el cine haya cambiado tanto desde aquellos días en el estado de Georgia. «

josh brolin: “fue una experiencia arrolladora”
Tuvieron que pasar muchos actuaciones y proyectos de segunda categoría para que Josh Brolin viva en estos días su momento de gloria. Oldboy, la remake de la película de culto del surcoreano Park Chan-wook que reinventa Spike Lee para el gran público, lo exhibe en estos días como el actor hay que ver en pantalla. “Como actor, logré identificarme con los roles. Actuar te obliga a ponerte en duda sin parar, exponerte a las críticas y enfrentarte a tus inseguridades. Con Oldboy tuve que pasar semanas solo ante la cámara. Desnudarme una y otra vez, simular intentos de suicidio e incluso jugar con una rata. Fue una experiencia tan arrolladora que prefiero no ver la película. Y eso que en general no me cuesta verme en pantalla”, dice.
–¿Conocías el original de Park Chan-wook?
–Soy un gran fan del original, aunque creo que la historia del manga en que se inspira da para muchas versiones distintas. La volví a ver tras el rodaje, y me pareció de un rigor ejemplar. De hecho, antes de aceptar llamé al director, y me dio su visto bueno.
–Encadenaste proyectos con los Coen, Gus Van Sant y Woody Allen. ¿Vivís tu mejor momento profesional?
–Yo estoy contento de trabajar. Durante años fui un actor de segunda. Antes me limitaba a rodar lo que podía para alimentar a mis dos hijos. Sin embargo, ahora comparto cartel con Kate Winslet y escriben mi nombre con el mismo tamaño. Hace unos meses me llamó Paul Thomas Anderson para ofrecerme un papel en su nueva película (Inherent vice). Me pareció absurdo. Al colgar, me pregunté: “¿Cuándo me convertí en un actor importante y dónde estaba mientras sucedió?” (risas).
–¿Lo conseguiste gracias a interpretar roles menos estereotipados?
–Es una novedad que me los ofrezcan. Si dejé la interpretación durante un par de años, y me dediqué a las finanzas, fue por frustración: sólo podía hacer TV, que por entonces no era tan buena como ahora. Por mi físico, de joven me encasillaron en papeles de jugador de fútbol americano, aunque enr ealidad yo no jugué nunca ese deporte. Me interesan la psicología y la exploración de uno mismo.
TIEMPO ARGENTINO