Invertir en whisky: botellas premium pueden llegar a triplicar la inversión en un año

Invertir en whisky: botellas premium pueden llegar a triplicar la inversión en un año

Por Mariano Gorodisch
¿Dónde poner la plata para ganarle a la inflación?”. La pregunta desvela a más de un argentino, que busca además evitar riesgos que puedan implicar perder el capital invertido.
Una estrategia clásica es comprar productos no perecederos. Esto es, consumir en el futuro a precios de hoy, ahorrando lo que haya aumentado cada ítem mientras estuvo guardado. Si la compra se hace al por mayor, advierten, la ganancia puede superar el 50% anual.
Para quienes prefieren inversiones con fin de reventa, los productos preferidos son las bebidas alcohólicas finas, porque son fáciles de conservar y se encarecen fuerte. Por caso, los vinos tintos de alta gama, hoy desde $ 50 por botella, aumentaron del 30% al 50% el año pasado. Y aún así, su consumo viene creciendo un 17% cada año, según la consultora Claves ICSA.
“El whisky importado premium, en tanto, promete ganancias aún mayores, con botellas que el año pasado se apreciaron un 200%. La gran ventaja que tiene el whisky sobre el vino es que, como tiene más graduación alcohólica, el almacenamiento es mucho más simple. Es muy difícil que se pique o se ponga feo y algunos duran más de 40 años. Además, el sabor añejo le va a dar más valor”, advierte Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.
Lo ideal, a su criterio, es comprar whiskies importados single malt (una sola malta) premium para atesorar, pero en nuestro país, dada la posibilidad de que aparezcan restricciones que limiten su entrada, los whiskies blend (mezcla de distintas maltas) también han tenido un incremento de precio superlativo en los últimos años, al punto que sus valores van desde los $ 250 hasta los $ 5.000 por botella.
En MercadoLibre se puede comprar y vender whiskies importados al por menor y al por mayor, y muchas veces es posible encontrar buenas oportunidades. También pueden ser comprados en sitios internacionales como Master of Malt con tarjeta de crédito y a tipo de cambio oficial (más el 20% de impuesto a las operaciones en dólares), lo cual sirve para amortizar los costos de envío.
“Las botellas son objetos de escaso volumen en relación con el alto valor de su contenido. Eso hace que, muchas veces, no haga falta invertir en depósitos ni infraestructura para su almacenamiento”, destaca Mariano Otálora, autor del libro “¿Qué hacemos con los pesos?”.
A su entender, las bebidas con alcohol atraen como inversión porque hoy existen variados y efectivos canales para una reventa exitosa, desde los clubes de tomadores de bebidas hasta bares y restaurantes, pasando por los mercados virtuales, donde cada vez más inversores tientan a una demanda creciente de consumidores finales con precios algo inferiores a los del supermercado.
Claro que una de las opciones más comunes siguen siendo los vinos tintos de alta gama. Es decir, los que valen a partir de los $ 50 por botella (que suele tener 700 a 750 centímetros cúbicos). Y los mejores para invertir son los de las bodegas más reconocidas, como Catena Zapata y Luigi Bosca, entre muchos otros. “Los precios crecen aceleradamente. El año pasado, hubo incluso algunos casos puntuales en los que casi duplicaron su precio”, asegura Otálora.
Entonces, considerando vinos de distintos precios y proyectando el promedio de aumentos de 2012, concluye que cada botella, comprada al por mayor, se puede vender al público a un 20% más ahora, a un 68% más en un año y a un 135% más en dos años.
Esta proyección no considera una realidad: algunos vinos caros mejoran con el paso del tiempo, y eso les suma un valor monetario extra. Además, quien esté atento, podrá aprovechar los picos de demanda que se producen en ciertas épocas, especialmente en las fiestas y en general acompañados de un aumento en los precios.
Además, hay que tener en cuenta que las botellas no aumentan sólo por su edad y por la calidad del producto. Se valorizan, también, porque muchas formaron parte de ediciones limitadas que duraron tres o cuatro años y se dejaron de elaborar, por lo cual también adquieren un valor de colección.
Por ejemplo, en el club Whisky Malt Argentina tienen una botella Royal Salute 50 años que integra una edición limitada de 255 unidades. Cuando salió, en 2003, valía u$s 10.000, y hoy ya cuesta más de u$s 37.000. Esto es sólo por su valor para los coleccionistas, dado que el whisky, estando en su botella, no se sigue añejando.
EL CRONISTA