Las cualidades psicológicas de los CEOs

Las cualidades psicológicas de los CEOs

Pedro Ylarri
¿CEO se nace o se hace? La pregunta acerca del origen de la vocación y el talento también se repite al analizar a los altos ejecutivos. Como no podía ser de otra manera, no hay consenso acerca de la respuesta, pero sí algunos indicios. Investigadores de la Fuqua School of Business, de la Universidad de Duke, en los Estados Unidos, hicieron por primera vez “pruebas integrales de personalidad” a unos 3.000 CEOs y directores financieros (CFOs) de compañías radicas en los Estados Unidos, Europa y Asia. Los resultados, dados a conocer a Management y que serán publicados próximamente por el Journal of Financial Economics, son “sorprendentes”, de acuerdo a los investigadores.
El principal hallazgo es que los CEOs, especialmente aquellos nacidos en los Estados Unidos, son mucho más optimistas sobre la situación económica, los negocios en sí de la empresa que dirigen e incluso de su propia vida y el mundo. Al ser más optimistas, dice el estudio, los altos mandos están dispuestos a asumir mayores riesgos, un rasgo que determinará e influirá en las empresas, en sus decisiones respecto de ellas y hasta en su salario.
Según las cifras del informe, que será publicado con el título Actitudes gerenciales y acciones corporativas, en los Estados Unidos, 80% de los CEOs son personas “muy optimistas”, en comparación con el 65% de los CFOs del mismo país. “Nuestra investigación es la primera en administrar tests psicométricos de personalidad para los CEOs y CFOs”, asegura Campbell Harvey, profesor de Negocios Internacionales en Fuqua. Tras realizar la investigación, considera que “los ejecutivos son una raza muy diferente de la persona promedio”, aunque, “también existe una variación considerable entre los mismos ejecutivos”.
Manju Puri, profesora de Finanzas en la escuela de negocios, brinda más detalles acerca de la faceta optimista de los ejecutivos: “Sólo 5% de los directores financieros se consideran más optimistas que el CEO de su compañía”, al tiempo que resalta que “los ejecutivos financieros van incluso más lejos, y dicen que sus jefes son más optimistas acerca de casi todo en la vida, también más allá de su punto de vista sobre las perspectivas de negocio”.

Identidades reflejadas
Los investigadores realizaron un análisis psicológico no sólo de los CEOs de las compañías, sino de los valores y la idiosincrasia que mueven a las mismas empresas. De esta forma, descubrieron que las características psicológicas de los ejecutivos principales, tales como la aversión al riesgo y el mencionado optimismo, están estrechamente vinculadas a las políticas corporativas. Las firmas, tanto de cotización abierta como de capital privado, según concluyen en la Universidad de Duke, parecen atraer a los directores ejecutivos que reflejen la “personalidad” de la compañía.
“Las políticas corporativas están significativamente relacionados con la personalidad de los directivos”, resalta John Graham, también profesor de Finanzas en la Fuqua y a cargo de la encuesta cuatrimestral a directores financieros de empresas, que incluye a América latina. Por ejemplo, dice, “los CEOs optimistas son propensos a usar más deuda a corto plazo que los de otras empresas, ya que son optimistas sobre su necesidad financiara a futuro”.
El profesor asegura que ejecutivos más optimistas tienden a iniciar más fusiones y adquisiciones que cuando el CEO es menos tolerante al riesgo. En otras palabras, dice el profesor, “tienen más inclinación a ‘tirar los dados’ para ver qué pasa”.

Salario psicológico
Los datos recolectados permiten concluir, según los investigadores, que incluso la estructura del salario de los ejecutivos depende de su personalidad. En este sentido, es más factible que los CEOs propensos al riesgo tiendan a aceptar salarios variables, con bonos y opciones de acciones, a diferencia de aquellos con más aversión al riesgo, que reclamarán un salario fijo porcentualmente más abultado, sobre los bonos y acciones. Dice el estudio, además, que los CEOs que están “impacientes” ganan proporcionalmente “más en salarios y menos en opciones sobre acciones y bonos”, en comparación con los CEOs pacientes.
“Nuestros resultados sobre la relación entre la aversión al riesgo y el pago de incentivos son sorprendentes”, dijo Puri. “En general, a una compañía le cuesta mucho más compensar un director general con aversión al riesgo con planes de incentivos debido a que sólo de esta forma (pagando más) lo convencende asumir proyectos que generen más valor pero que sean más riesgosos”.
Por eso, finaliza, cuando los rasgos de personalidad relativas a la aversión al riesgo coinciden entre la empresa y el CEO, se reduce en forma considerable el costo de la compensación.
EL CRONISTA

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