Renovacion de un éxito

Renovacion de un éxito

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Por Gabriel Tomich
Si algo distingue al Toyota Corolla es la solidez. Pero no sólo se trata de la reconocida confiabilidad mecánica que hizo famoso al modelo en todo el mundo, sino también en su posicionamiento de referencia en los mercados mundiales. No en vano se llevan vendidas 35 millones de unidades desde la primera generación que se lanzó hace 45 años.
Pero la competencia siempre obliga a mejorar. Así, Toyota lanzó en nuestro país el Corolla 2012, que rejuvenece estética y mecánicamente a la 10ª generación, lanzada en 2008. La Nacion probó la versión que se incorporó a la gama, la SE-G (full) con caja manual de 6 velocidades (antes el modelo sólo tenía caja automática).
Si bien las modificaciones estéticas son menores (cambia algo atrás), las mecánicas son más profundas. En este sentido, el motor recibió ahora el sistema Dual VVT-i que no sólo varía los tiempos de apertura de las válvulas de admisión (como en la versión anterior), sino también las de escape. Con esto es notoria la mejora en la suavidad de funcionamiento, progresión y entrega de la potencia y el torque. Ahora, el 4 cilindros en línea 1.8 DOHC 16v del Corolla desarrolla 136 CV a 6000 rpm y un par motor de 175 Nm (17,9 kgm) a 4400 vueltas.
En este incremento del rendimiento también colabora la nueva caja de velocidades de 6 marchas (antes de 5), que resulta un aporte fundamental en la velocidad final, la elasticidad y las aceleraciones (algo más de 10 s. de 0 a 100 km/h), acordes para un mediano moderno.
Pero lo mejor del renovado conjunto mecánico del Corolla 2012 es el bajo consumo, tanto urbano (10 l/100 km) como en autopista y ruta (7,8). Por si fuese poco es muy silencioso a casi todo régimen, lo que resulta un alivio dentro del habitáculo.
El desarrollo de las suspensiones del Corolla siempre priorizó el confort de marcha (impecable para absorber todo tipo de desnivel) sobre la dinámica. Así, el reglaje blando favorece un andar casi suntuoso en la ciudad, pero provoca mayor rolido en las curvas a alta velocidad, aunque esto no significa que el vehículo no sea estable. Frente a otros medianos del mercado le juega en contra la ausencia de control de estabilidad (ESP). Sí cuenta con ABS con distribución electrónica de frenado (EBD) y discos en las cuatro ruedas (eso sí, las distancias de frenado son un poco largas: 45 m de 100 km/h a 0). En ciudad, además, resulta muy maniobrable gracias a la excelente dirección con asistencia eléctrica progresiva (EPS).
Sobrio y elegante
El diseño interior es sobrio, al estilo de la mayoría de los autos japoneses, con buena calidad de materiales (apliques de madera y tapizados de cuero). La lista de elementos de equipamiento también creció. Para destacar, la cámara de visión trasera que aparece en la zona izquierda del retrovisor central al engranar la marcha atrás. Muy útil y con buena visibilidad. También cuenta con control de velocidad de crucero y climatizador automático y buen equipo de audio (con USB, MP3 y Bluetooth), entre otros elementos de confort. La seguridad pasiva incluye airbags frontales y laterales, pero no tiene de cortina. También dispone de alarma antirrobo y cierre automático de puertas al superar los 20 km/h. Las luces delanteras, en tanto, son de xenón, lo que aporta una muy buen visión nocturna en ruta.
La posición de manejo es confortable y la selectora de cambios (suave, precisa y de recorridos cortos) resulta óptima. La butaca del conductor tiene ajuste eléctrico y el instrumental es muy completo y muy legible, tanto con luz diurna como de noche.
En el asiento trasero el piso plano (no tiene el falso túnel de transmisión de otros modelos) es una bendición para un eventual quinto pasajero. El baúl, en tanto, tiene una capacidad de 470 litros que, sin ser la mayor del segmento, resulta más que suficiente para valijas y objetos.
La garantía de la gama Toyota Corolla 2012 es de 3 años o 100.000 kilómetros y el precio de esta versión SE-G MT es de 128.500 pesos, lo que lo pone en buena posición dentro del competitivo segmento de los medianos.
Renovarse es vivir, dice el refrán. Eso es lo que hizo Toyota con el modelo más emblemático de su historia.
LA NACION