Community Managers: los personajes del año 2010

Community Managers: los personajes del año 2010

Ni Assange, ni Zuckerberg. Los personajes del año 2010 han sido los Community Managers.
Llegados al punto en el que una ardilla puede cruzar España sin tocar el suelo saltando de Community Manager en Comunity Manager, es que algo ha cambiado.
La Web finalmente se hizo social, y los medios, las instituciones y las empresas no tuvieron más remedio que dejarse ayudar para comenzar a cambiar. Esto tampoco es una moda y, más allá del cachondeo que irremediablemente acompaña al surgimiento de nuevos perfiles profesionales, lo cierto es que los editores de medios sociales, coordinadores de participación o gestores de comunidades en línea, tienen mucho trabajo por delante.
Hay que proyectar a las organizaciones en los entornos de participación en red, hay que monitorizar las conversaciones sobre la propia marca y sector y, sobre todo, hay que cambiar la cultura corporativa.
Llegará un momento en el que todo el personal de una organización habrá adquirido la destreza suficiente como para hacer de puente eficaz con los medios sociales (tal como apuntan las experiencias del New York Times y de 20minutos.es), pero hasta entonces, seguiremos necesitando de community managers.
Hace algunos años recomendaba en mis conferencias ante empresarios, instituciones y medios: “ponga un blog en su web”. Hoy, cuando todo website en condiciones incluye una sección de blogs y cuando casi todo el sector servicios entiende que tiene que estar en Twitter, ha llegado el momento de reconocer que la articulación de la identidad corporativa en la red no puede improvisarse, y mucho menos después de la crisis de las filtraciones.
Hacen falta gestores profesionales de comunidades en línea, no arribistas ni vendedores de humo. Esto es comunicación y hay que hacerlo en serio y bien.
La gestión de la comunicación en situaciones de crisis, hoy encuentra como vehículo central a las redes sociales (las cuentas de Twitter de los controladores, Iberia y AENA, además de las de los propios afectados, han sido protagonistas del todavía irresuelto problema de los controladores aéreos en España).
No hay ninguna organización a salvo de una crisis de comunicación (mañana las filtraciones pueden afectar a otros sectores fuera del militar y el diplomático), pero hay muy pocas organizaciones preparadas para gestionar eficazmente su imagen, su reputación y su información en los medios sociales.
Hoy el consejo para las empresas, instituciones y medios es: “contrate a un editor de medios sociales”. Tenemos community managers para rato.
Neumattic.es