Cerró el Museo Renault, un emblema gastronómico del “establishment” porteño

Cerró el Museo Renault, un emblema gastronómico del “establishment” porteño

Por Andrés Sanguinetti
Dos años después de haber adquirido el Museo Renault, IRSA ya no lo tendrá más entre sus activos. Se trata de un tradicional restó del coqueto Barrio Parque de Palermo por el cual desfilaron a diario las figuras más rutilantes del ambiente empresario, la farándula, conocidos jugadores de fútbol y hombres de la política. Calembel S.A, era la empresa que explotaba la concesión del local. Hace tres años se había presentado en concurso de acreedores en una causa que quedó radicada en el Juzgado Comercial Nº 8; secretaría Nº 15. Su contrato de alquiler del local venció en enero pasado y ahora no seguirá manteniendo la titularidad de esa concesión cuyo inmueble está en poder del mayor holding de real estate del país desde diciembre de 2009 cuando le abonó a Manuel Antelo cerca de u$s 5 millones por el local.
Si bien el grupo, cuya máxima figura es el empresario Eduardo Elsztain, mantendrá la propiedad a su cargo, ahora comenzó a buscar reemplazante para el restó temático.
Ocurre que a principios de este año venció el contrato de alquiler del hasta ese momento locatario del establecimiento y en el grupo inmobiliario decidieron no renovar el contrato sino analizar nuevos rumbos para el local ubicado en Avenida Figueroa Alcorta 3.399.
Cuando hace dos años IRSA se hizo cargo del inmueble desde el holding habían asegurado que el Museo Renault no cambiaría de rumbo. Sin embargo, a fines de enero el local cerró sus puertas por vacaciones que, según lo que ahora se supo, serán permanentes ya que no volverá a abrir bajo el paraguas de la marca francesa de automóviles.
“En estos momentos se están analizando varias alternativas para el futuro del local ya que es una de las esquinas más importantes de la Ciudad de Buenos Aires y tenemos muchas propuestas no sólo gastronómicas”, explicaron fuentes de IRSA a El Cronista.
En ese marco, en el mercado se asegura que hay varias marcas de autos que pretenden poner su logo en el establecimiento, así como también algunas empresas de perfumes y de indumentaria deportiva que también están dispuestas a quedarse con la reapertura del Museo Renault.
Su origen data de 1995 y fue pionero en este tipo de emprendimientos donde marcas líderes de autos asocian su imagen de prestigio a la gastronomía.
Pero la idea data de hace más de dos décadas, cuando IRSA estuvo a cargo del desarrollo y comercialización de las viviendas y oficinas ubicadas en los pisos superiores del Museo Renault, sector que se conoce como Palacio Alcorta. Se trata de un inmueble obra de Mario Palanti, quien proyectó el Palacio Barolo. En su origen funcionó el Palacio Chrysler de la concesionaria de autos Fevre y Bosset.
En su terraza existía una pista de autos que se usaba para pruebas e incluso carreras de motos. Luego pasó a manos del Ejército y sirvió de sede para el Registro Nacional de Armas (Renar).
Fue comprado por IRSA en los 90 que lo recicló para instalar Casa FOA y luego los departamentos fueron vendidos como viviendas y oficinas a ricos y famosos.
La planta baja fue adquirida por Antelo, quien montó allí el complejo que reunió bar y restaurante, varios salones para eventos y un espacio destinado a la exposición de autos. Así nació, en 1995, el Museo Renault que marcó un camino en las asociaciones entre la gastronomía y las marcas de autos. Luego se sumaron el Módena Design, donde desde 1999, conviven la pasión por Ferrari y Maserati con la tecnología y la comida italiana; Rond Point que se transformó en el Audi Lounge, de la mano de la escudería alemana; y Cero, con los Mini Cooper que ya fueron reemplazados por Arnet.
El Cronista