Claro que nos duele
Por Carlos Rodríguez Duval Aveces, casi como un latiguillo en saludos radiofónicos a ex colegas con quienes se enfrentó, solía chichonear con un aspecto de su personalidad: “¿Te pegué mucho?” O, “¿Te duele todavía?” Era un poco ironizar su costado recio de defensor, quizás un mea...