Colapinto dio una clase de manejo y temple para volver a sumar puntos

Colapinto dio una clase de manejo y temple para volver a sumar puntos

El piloto argentino largó 15° en Austin, superó a Alonso, se defendió de Magnussen, llegó décimo, embolsó una unidad y casi se queda con el récord de vuelta. Cada día afianza su lugar en la F1.

“Me merezco un asiento en la Fórmula 1, ¿no?”, había dicho Franco Colapinto a mediados de la semana pasada en una charla con seis periodistas argentinos de la que participó Clarín, en la previa del Gran Premio de Estados Unidos. Y ayer dejó claro que se lo merece.
El pilarense dio una clase de manejo en el Circuito de las Américas de Austin. Puede sonar exagerado, si se recuerda que tiene apenas 21 años y solo cuatro carreras en la categoría reina del automovilismo.
Pero basta repasar su actuación en la cita de la capital texana para corroborar que esa afirmación no le queda grande.

Colapinto largó 15° -marcó el 17° tiempo en la clasificación, pero se benefició de las sanciones a Liam Lawson y George Russell para escalar dos lugares en la grilla-, cruzó la meta en el décimo lugar y sumó un punto. Aunque el resultado numérico no le hace justicia a la enorme carrera del argentino, que superó muy bien algunas situaciones que pusieron a prueba.
Fue inteligente para llevar el auto al límite, pero sin pasarse, y estuvo muy cerca de quedarse con el récord de vuelta, que le robó a tres giros del final el francés Esteban Ocon. A pesar de ser un novato, se animó a “pelearse” con el equipo al momento de plantear la estrategia para la final.
Es que el pilarense fue uno de los cinco corredores que partió con gomas duras, después de convencer a Williams de que era la mejor idea.
“El equipo no quería largar con gomas duras. Y yo les dije: Dale, amigo. Dale, largamos 15°. ¿Qué vamos a hacer. Vamos a poner una gomita más dura y a ir un poco más largo a ver qué pasa. No querían, no querían, pero los convencí. Obviamente fue un poquito arriesgado, pero nos salió bien. Así que contento”, reveló tras la carrera.
Y bromeó: “Capaz que el año que viene, si no tengo butaca, me hago ingeniero de estrategia”.

Bien por Franco por hablar. Y bien por James Vowles, director ejecutivo de la escudería, y el resto del equipo por darle el espacio para hacerlo y escucharlo. Porque esos neumáticos duros que el argentino propuso usar desde la largada le permitieron quedarse en la pista las primeras 40 vueltas y acomodarse en el pelotón del medio.
Colapinto aprobó todos los desafíos que se le presentaron en un trazado desconocido para él hasta el fin de semana.
Ni bien el semáforo se puso verde, un toque entre su compañero Alexander Albon y Ocon, justo enfrente suyo, puso a prueba sus reflejos.

El pilarense maniobró bien, se abrió justo a tiempo y pasó sin problemas, mientras el Alpine del francés quedaba medio atravesado en la pista. Nueve vueltas más tarde, otra vez estuvo rápido para zafar de un roce con Guanyu Zhou, que hizo un trompo en la primera curva. Franco, que giraba justo detrás del chino de Kick Sauber, alcanzó a mover su auto a tiempo y terminó ganando una posición.

Gestionando muy bien las gomas y beneficiado por los ingresos a boxes de varios de sus rivales, el argentino escaló al 11° lugar. Y en el 23° giro, ejecutó a la perfección una gran maniobra para superar por adentro de la curva a Fernando Alonso y meterse en los puestos de puntos (llegó a estar séptimo).
“Hoy no había lucha con Franco. Iba un segundo más rápido que nosotros. El Williams es el nuevo McLaren de la zona media”, afirmó entre risas más tarde el español, quien lo felicitó.