Vino tercero, fue a buscar y arrasó con todo: hanó Bogeyman por nueve y lo queremos en el Latino ¡Imparable!

Vino tercero, fue a buscar y arrasó con todo: hanó Bogeyman por nueve y lo queremos en el Latino ¡Imparable!

Sí, ya sé. Por suerte, tengo testigos. Porque a quienes me decían “La Laguna Azul, no puede perder, o no te das cuenta que va de 51 kilos. Aparte, demostró que es crack”, les contesté a cada uno -y no descubrí la pólvora- “Es yegua contra los machos”. Y me alegra, haber coincidido con un cuidador que ha quedado en la historia del turf, una verdadera leyenda viviente, que le dijo a Santiago Marocchi, exactamente la misma frase, en la nota que siempre hace post-carrera. Me refiero, a don Juan Esteban Bianchi y esto sin menospreciar, a la de Roberto Bullrich. Es una realidad que marca, en su generalidad, No sólo nuestra gloriosa hípica, sino la del mundo.
Antes que nada, porque seguramente todo el mundo se preguntará cuál es en este caso mi opinión, sobre la conducción de Jorge Ruiz Díaz arriba de la silla de la del Carampangue, desde la tranquilidad de mi silla viendo la carrera. Que como siempre digo, no me subí ni a un triciclo, pero para eso estoy, para criticar lo que veo. En mi humilde concepto y más allá de otras competencias anteriores, consideró que no fue feliz la tarea del habitual jinete de la Orpen. Está claro, que aplicó una modalidad que conoce. Está claro que tenía que aprovechar los 51 kilos que le tocaban, y que muy bien dio su conductor. Pero simplemente, tengo que tirar líneas, para establecer un comparativo con respecto a los parciales, que con mucho más gravamen, hicieron los velocistas dos turnos antes. Y comparo:
Los primeros 400, en diagonal y todos de buen pie, fueron en 22:63. La Laguna Azul, los pasó en 23:84, apareada apenas un rato, por Google Earth. En una carrera que no dio demasiado respiro y siendo especialistas en el tiro, los 800 se controlaron en 45:15. La gran favorita de los boletos, metió 46:41, y sin lucha. Aquellos cerraron en un final apretadísimo, en 1:08:93. Ruiz Díaz hizo los 1200 en 1:09:15. Me parece que no había necesidad de pasar con parciales tan fuertes y agregándole un par de segundos a cada uno, quizás otra hubiese sido historia, aun perdiendo. Pero en los 1:34:03, que clavó para los 1600, dijo basta y los innumerables cuerpos que había sacado a su favor, se le terminaron viniendo en contra. A 15, del ganador, a seis del segundo, Flowing Rye y a dos del tercero, Dubai Next, rompiendo la carrera. Son machos, y como tal, hay que respetarlos. Eso es lo que marca la historia.
Pero acá lo cierto es que hubo una verdadera locomotora, máquina, tromba, llámenlo como quieran. Bogeyman, que viajó tercero, que empezó a apurar el trámite a mitad de codo, pasando como poste primero, al del Daro, y después a la puntera, casi al unísono de ésta marcar el crono de la milla, para dirigirse lo más campante al disco, en una notable exhibición de potencial. Los demás, fueron aprovechando el cansancio, de la líder y del segundo, pero parecieron ser llevados todos a la rastra, por el ejemplar del Keyser Soze, que brilló a gran altura. Debe haber sido uno de los relatos más sencillos que habrá tenido el gran “Pipi” Álvarez.
Era toda euforia, en la gente del vencedor. Bianchi, acostumbrado a tantas tardes de gloria, tenía una felicidad serena. Lo de Ricardo, fue de altísimo nivel, mientras Nicolás Martín Ferro, el que maneja los destinos de la caballeriza de Carlos Felice, dejaba la incertidumbre sobre la presencia del ganador en el Latino “Tenemos que ver. Habrá que hablar con el dueño, con el “cuida” y ver que rumbo seguimos”. Después de lo de hoy, no me imagino que se pierda semejante cita. El tiempo del criado en el Abolengo, para las 20 cuadras de recorrido fue de 1:57:09, verdaderamente maravilloso.
Bogeyman (484 AH – 06/09/2006), es hijo de Editor’s Note y Bambuena por Candy Stripes. Las seis primeras las corrió con los colores del Rubio B, con dos victorias una en 1400 y otra en la milla, ambas aquí y bajo la tutela de “Carly” Etchechoury. Apenas lo agarró Bianchi, a principios del año pasado, lo anotó ya en las 20 cuadras y lo hizo ganar de la mano de José Ricardo Méndez nuevamente en esta superficie. Después, le costó hacer pie en el terreno jerárquico, a excepción de un cuarto en el Otoño (G. II) de Mad Speed, que venció muy fácil a aquella vez en gran anotación de Falero, en función de saber que no iba a encontrar rivales que lo pelearán adelante. Pero ya de firme en este hipódromo, hoy no sólo obtiene su victoria más importante, sino que ha sumado dos primeros y dos segundos, que marcan que en 16 salidas, venció en cinco, tres con Juan Cruz Villagra, que se completan con dos segundos, un tercero, dos cuartos y seis no place. Tiene una cuenta de $338,500 a su favor hasta la fecha, que puede aumentar y mucho en Palermo, cuando se corra el Latino. Lo esperamos. Raul Nelson, presidente de la Comisión de Carreras, el secretario de la misma, Miguel Correa Rawson, y los vocales Jorge Orozco Echeverz y Juan Carlos Echeverz, entregaron respectivamente los premios a Alberto Candiotti, por el stud del vencedor, el Keyser Soze, a Juan Cruz Ramallo, por el Abolengo, criador y a don Juan Bianchi y a Jorge Antonio Ricardo, el binomio que llevó al disco a Bogeyman.
Este último, junto a Pablo Falero, ganaron dos competencias cada uno. Altair Domingos, los superó a ambos con tres impactos, los mismos que el Vacación como establecimiento de cría, en gran tarde, donde también brillaron el Carampangue y el Firmamento, con dos victorias en ese rubro. El padrillo Orpen, también logró doblete, al igual que Nicolás Gaitán entre los trainers, en una reunión en que quedó vacante la segunda cadena con casi $49,475, para la próxima, con un volumen mayor de juego en la primera que tenía incremento, trepando el bruto a $139,508 y en la otra a $119,293, con un borderó para las 18 de hoy de $3,936,879. Cuando el espectáculo es bueno, el apostador siempre responde y respondería mucho más con mayores incrementos. Como decía Raúl Portal “Tirá la buena, que vuelve”.
CAMPANA DE LARGADA