04 Feb La lucha contra el cáncer en una comunidad indígena
Por Valeria Román
El era un médico tradicional que sólo buscaba operar y curar. Ella se acercó un día y le dijo: “¿Por qué no nos cuida antes de la enfermedad?”. Así, empezó hace diez años el encuentro del médico cirujano Jorge Gronda, y la líder social de origen indígena Rosario Andrade de Quispe, que los llevó a idear un modo original de luchar contra el cáncer de cuello de útero, uno de los más prevenibles pero con alta mortalidad en provincias como Jujuy (con una tasa de 14,4 muertes por cada 100.000 mujeres). Los dos fueron oradores durante la conferencia TedxBuenosAires que se desarrolló el 8 de mayo de 2011 en La Rural, en Capital.
Quispe estaba preocupada porque las mujeres de su comunidad estaban muriendo por cáncer de cuello de útero antes de cumplir los 30 años. La enfermedad, causada por algunos tipos del virus de papiloma humano, se puede prevenir si las lesiones precancerosas se detectan muchos años antes a través del PAP. “Pero las mujeres campesinas tienen muchas dificultades para hacerse los estudios. Viven lejos de las ciudades. Entonces, tienen que ir un día para que les den un turno en el hospital. Deben volver varios días después para atenderse, y regresar de nuevo a buscar los resultados del Pap. Entonces ¿cómo hacen para dejar las ovejas, las llamas, los niños? ¿Dónde se quedan a dormir en la ciudad?”, dice Quispe, al ser entrevistada ayer por Clarín .
El médico Gronda tuvo en cuenta esas barreras en el acceso a la atención médica, y creó un sistema por el cual las mujeres de bajos recursos pueden conseguir atención buena a un precio bajo. Hoy, ya 100.000 mujeres usan este sistema que les permite hacerse el PAP, la colposcopía, o las ecografías a un bajo costo. “Estimamos que al hacerse los estudios, y al extraerse las lesiones precancerosas tempranamente estamos evitando el cáncer en 350 mujeres cada año”, señala Gronda, que fue premiado como “emprendedor social” del año por la Fundación Schwab y el Foro Económico Mundial en 2005, y hoy es becario senior de la Fundación Ashoka. “Rosario me pidió que empiece a caminar con ella, y eso hice -agrega-. Por eso, digo que tengo mi lado femenino, que se puede cambiar la situación de la salud. Hoy las mujeres campesinas que forman parte del sistema sienten que pueden entrar a un consultorio y reclamar”. A través del Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunnus, el sistema se está exportando a Colombia.
En tanto, Quispe -quien durante la década del 80 participó de las luchas de los mineros en defensa de sus fuentes de trabajo- comenta que la iniciativa también sirvió para que en Jujuy se hable más sobre planificación familiar, para que más mujeres sean concientes de su derecho a elegir si quieren ser madres, y cuándo. En 1995, ella fundó junto a ocho mujeres la Asociación de Mujeres Warmi Sayajsunqo, que en lengua quechua significa “mujeres perseverantes”, que creó un sistema de microcréditos y llegó a ser disertante en la Universidad de Harvard. “Aún hay que bajar más las muertes por cáncer -reconoce Quispe-. Pero hay al menos una mayor concientización”. También advierte que la discriminación hacia los indígenas persiste: “Entré al hotel aquí en Buenos Aires, y me preguntaron a quién venía a ver, como si yo no pudiera ser huésped”.
TedxBuenos Aires es parte de una iniciativa mundial que lleva a cabo conferencias con oradores que tienen 18 minutos para contar sus ideas. Se iniciaron en 1984 en los Estados Unidos. El nombre “TED” significa “Tecnología, entretenimiento y diseño”. En la Argentina, ya se hicieron tres en 2010.
CLARIN