El desafío emocional de estar aislada

El desafío emocional de estar aislada

Por Graciela Payru
La información de que uno es quien padece cáncer es sumamente angustiosa, porque se trata de una de las enfermedades más temidas de nuestra época. Seguramente resulta tranquilizador que el cáncer de tiroides tiene tratamiento, y un tratamiento que es singularmente eficaz y curativo. La intervención quirúrgica, como toda intervención, es traumática. Pero actualmente la cirugía tiene una notable pericia y capacidad técnica.
El tratamiento con yodo radiactivo junto con la cirugía es lo que aniquila las células cancerosas y cura la enfermedad. Implica necesariamente un corto período de aislamiento porque el paciente, al haber ingerido un isótopo radiactivo, emite radiactividad él mismo y por tanto puede contaminar a quienes se acercan. Estar aislada, en una habitación sin contacto con seres queridos, colaboradores, amigos y estar solo, conectado a cierta distancia, es una exigencia emocional difícil de este tratamiento tan efectivo, más para quien ya está enfrentando ansiedades y angustias intensas.
Como primera consecuencia del tratamiento sigue un período de insuficiencia hormonal tiroidea. Sabemos que el sistema hormonal es un regulador esencial del funcionamiento de todo el organismo. Este descubrimiento le valió a la medicina argentina uno de sus premios Nobel, el del Dr. Bernardo Houssay.
En particular, la hormona tiroidea sostiene el metabolismo, el ánimo, y la intensidad de la actividad cotidiana. La hormona que produce la glándula tiroides es fundamental para la regulación emocional de mujeres y hombres de cualquier edad. Por lo tanto, y por un tiempo, durante este tratamiento, el ánimo y la actividad decaen. La medicina logra regular esta insuficiencia con rapidez.
Nuestra presidenta necesitará todo nuestro apoyo y nuestros buenos deseos durante un período de cuya dureza no podemos dudar. También sabemos de su fortaleza, la ha demostrado frente a reiteradas adversidades. Sin duda, éste es un momento sumamente difícil para ella como mujer, como madre, como política talentosa. También es un momento difícil para nuestro país y una oportunidad para demostrar que somos capaces de enfrentar crisis, de derrotarlas, de estar orgullosos del desarrollo de la medicina en la Argentina y de reconocer cuando hay un solo camino por delante: la solidaridad.
LA NACION