Protestas por la sanción de la ley del trabajo rural

Protestas por la sanción de la ley del trabajo rural

Por Laura Serra
Pese a las protestas callejeras que bloquearon, por varias horas, los principales accesos a la Capital, el Senado convirtió ayer en ley un nuevo estatuto del peón rural, una norma que fogoneó el Gobierno con el argumento de que ampliará los derechos de los trabajadores y permitirá combatir la informalidad del sector.
La iniciativa se aprobó casi por unanimidad: 68 votos positivos contra uno solo negativo, que emitió el ex presidente y actual aliado del Gobierno Carlos Menem. El radicalismo, el Frente Amplio Progresista y el peronismo disidente, si bien acompañaron en general el proyecto, rechazaron aquellos artículos que disponen desarticular el actual Registro Nacional de Trabajadores Rurales (Renatre), entidad que controlan las entidades agropecuarias junto a la Uatre, el gremio del sector que encabeza Gerónimo “Momo” Venegas, cercano a Eduardo Duhalde.
En señal de protesta, el gremio de Venegas impuso ayer diversos cortes en los principales accesos a la Capital -lo que originó caos de tránsito- como también frente al Congreso y en varios puntos del interior del país.
Enardecido, el gremialista cargó contra los legisladores que sancionaron la ley: “¡Viva Perón! Son unos terribles hijos de puta y traidores a la patria. Los vamos a marcar a fuego para que queden en la historia de los trabajadores como traidores”.

Cambio de manos
En reemplazo del Renatre, la nueva ley propone un organismo, el Renatea, constituido por un director y un subdirector general y un consejo asesor formado por la parte empleadora, la trabajadora y representantes de los Ministerios de Agricultura, Economía y Ciencia.
“El principal planteo de esta ley es que el Estado recupere su capacidad de fiscalizar y de luchar contra la informalidad y el trabajo esclavo. Hasta ahora este organismo [por el Renatre] no fue tripartito sino bipartito, pues es controlado sólo por las patronales y el gremio”, enfatizó el jefe de bloque oficialista, Miguel Pichetto.
El nuevo estatuto establece el descanso semanal con sábado inglés; licencia por paternidad de 30 días; baja la edad jubilatoria de los 65 años o 60 años en caso de las mujeres -a 57 años con 25 años de servicio- y es taxativo en cuanto a que la remuneración del trabajador nunca podrá ser inferior al salario mínimo, vital y móvil.
A su vez, tipifica distintas modalidades de contratación de trabajo agrario, como el trabajo permanente discontinuo (trabajador golondrina), que es la forma de ocupación de los dos tercios de los trabajadores agrarios. Prohíbe el trabajo infantil y regula la contratación de menores de entre 16 y 18 años de edad.
“Esto es un avance en materia de derechos para los trabajadores del campo”, enfatizó Gerardo Morales (UCR), aunque anticipó que no votará a favor de la desarticulación del Renatre. “No queremos quedar en medio de una pelea entre el Gobierno y los gremios”, adujo.
Más dura, la senadora Liliana Negre de Alonso (Compromiso Federal) advirtió que esta nueva ley “rompe la unidad de los trabajadores agrarios porque divide la actividad de tal modo que desguaza la actividad sindical de la Uatre”.
Jaime Linares (FAP) confirmó que si bien apoya en general la ley, no está de acuerdo la disolución del Renatre. “Queremos un Estado presente, no un Estado que actúe para intimidar sin el consenso necesario”, explicó.
LA NACION