El nuevo mesías

El nuevo mesías

Por Martín Castilla
A sus 24 años, Lionel Messi es cada día mejor futbolista, quiebra todas las marcas, todo lo establecido, y se autoexige a escribir más páginas de gloria. Hace dos años, en Abu Dhabi, la exclamación era una consecuencia de la admiración por ese gol con el pecho en su primer Mundial de Clubes, ese que cortó la respiración de los gladiadores de Estudiantes en una inolvidable final. No se detiene en lo conseguido. Siempre va por más. Así lo vive internamente, a su manera, y así lo demuestra en la cancha. Ahora, en Yokohama. Los japoneses aplaudieron de pie una exhibición de la Pulga rosarina, que abrió y cerró el partido frente a Santos con dos golazos y fue elegido, por segunda vez, el mejor jugador del torneo.
Lionel Messi fue la figura más destacada del encuentro, pero la realidad es que todo el equipo catalán deslumbró ante un rival que fue reducido a su mínima expresión en cuestión de minutos. El crack argentino abrió el marcador con un golazo a los 16 minutos de juego, cuando recibió un pase en profundidad de Xavi, quedó mano a mano con el arquero y su zurda mágica la picó por delante de la nariz de Cabral. El equipo catalán selló el marcador y otra actuación inolvidable con una buena combinación de los hombres más activos de su poder ofensivo: Alves cedió a Messi, que se encargó de superar en una baldosa a Cabral para hacer el segundo de su cuenta. Goles con los que igualó a su compañero Pedro en marcar en las seis competencias que disputó Barcelona en 2011 (Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes).
Tras el partido recibió como premio un vehículo Toyota por ser el mejor de la final. Le entregaron la llave, posó para los fotógrafos y luego habló por primera vez con la prensa desde que llegó a Japón. “Estoy muy feliz. El equipo hizo un partidazo . Nuestra idea es tener siempre la pelota, sea cual sea el rival. La verdad es que con estos jugadores es muy fácil conseguirlo”, dijo la Pulga. “Tuve la suerte de convertir otra vez. Es lindo, pero más lindo es ganar el título, que quizá no nos demos cuenta de lo que significa todo lo que estamos consiguiendo”, manifestó. “No es la primera vez que jugamos así de bien, pero al ser una final contra Santos quizá se destaque más. La realidad es que este equipo está acostumbrado a jugar de este modo”, agregó. “La clave está en el vestuario. Lo fuerte que es, las ganas de conseguir más cosas. El entrenador [Pep Guardiola] está siempre encima nuestro, preparando todos los partidos como si fueran finales”, concluyó.
Barcelona es el campeón del mundo con Messi como abanderado e imagen estelar de una era inolvidable. El argentino recibió el Balón de Oro como el más destacado del certamen y fue elegido como el mejor jugador de la final, premios que recibió en compañía de Neymar, uno más en esta carrera de duelos que suele proponer el fútbol a las máximas figuras. Y está por encima de todos los candidatos para ser ungido como el emperador del fútbol mundial por tercera vez consecutiva en la gala de la FIFA, que se realizará el 9 de enero en Zürich. Además del rosarino, los finalistas elegidos por los entrenadores y capitanes de los seleccionados del globo son Cristiano Ronaldo y su compañero Xavi.
“Los grandes tiene la oportunidad de ganar más de un título”, había adelantado Guardiola después de la final de 2009 ante Estudiantes. Pep está convencido, y puede discutirlo con quién sea, que su N° 10 es un futbolista cada vez más genial, entregado a la causa del equipo y el “menos egoísta de los divos”, como suele decir a sus íntimos. Ayer volvió a ponderarlo públicamente. “Los datos de Messi hablan por sí solos. Ha hecho otro gran partido. El es un jugador distinto y especial, es importante que trabajemos para que se sienta más cómodo y así pueda hacer más partidos como esta final”, sentenció el DT que mejor lo conoce. Así es Messi, el Mesías que escribe las sagradas escrituras del campeón.
LA NACION