Artistas anónimos de Twitter

Artistas anónimos de Twitter


Por Gustavo Noriega
La red social Twitter es un entrecruzamiento universal de conversaciones, limitadas -como se sabe- a que cada intervención no exceda los 140 caracteres. Allí, cualquier ciudadano puede tener la ilusión de intercambiar ideas, por ejemplo, con Facundo Arana o Lady Gaga o, lo que es más sorprendente, realmente hacerlo. Es sabido que el motor de Twitter es el ego: la cantidad de seguidores; los tweets “retwitteados”, es decir, reenviados a más personas; la cantidad de menciones. Todo apunta a atraer a vanidosos y egocéntricos, un público cautivo lo suficientemente extenso como para garantizar el éxito.
Sin embargo, de entre sus centenares de millones de usuarios y al amparo de la realidad virtual, aparecen algunas llamativas renuncias a la propia identidad. Algunos usuarios no buscan sumar prestigio y reconocimiento con la efímera gloria de un tweet afortunado, sino que se transmutan en otra persona.
Conocidos son los fakes , aquellos que simulan ser una celebridad y “twittean” en su nombre, imitando su estilo. Otros, en cambio, se distancian aún más y adoptan una personalidad inexistente o distorsionada, de tal manera que se ponga de manifiesto el artificio. No se trata de engañar simulando ser quien no se es, sino de inventar un personaje, una creación que pone el “twitteo” en las puertas de la performance artística.
Los ejemplos son numerosos y cualquier selección es arbitraria. Sin embargo, una aproximación escalonada puede dar una idea de las posibilidades de Twitter como espacio de construcción ficcional.
El primer paso, más allá del fake, es el de quien toma el nombre de alguien conocido pero satirizándolo, evidenciando el artificio. @DocBilar , por ejemplo, adopta la personalidad de Carlos Bilardo, parodiando su particular forma de hablar y de construir frases. El resumen de vida dice: “Gampeódelmun. Año ochendaisé ” y un tweet puede expresar algo como: ” Al juador extranjer lodené guedeja gue siga gon sus gosdumbre. A Chami le drajimoh doh tradugdore de francé. Se los gomió a la vinagreda “.
Un paso más es el de tomar la personalidad de alguien que ya no existe. @La_Lopez_ Rega se presenta así: ” En 1975 me sometí a un congelamiento similar al de Walt Disney. Un doble de riesgo tomó mi lugar. Fui descongelado hace 3 semanas. Tengo lapsus a veces “. La gracia del asunto es hacer “twittear” a un López Rega descontextualizado, que llama a Isabel a los gritos y les da órdenes a Lastiri y a Osinde mientras comenta acontecimientos actuales. El humor es de una incorrección política brutal y el destino final de los brulotes no puede ser otro que, sin nombrarla, la agrupación La Cámpora, de cuya ingenuidad -o mala fe- histórica se burla impiadosamente. Traer al presente el lado oscuro de los años 70, poniendo el acento en su violencia y su fascismo, revela una operación tanto humorística como política, tan eficaz como graciosa.
En el extremo de la invención artística, pero ejercitando un humor más amable y conmovedor, se encuentra @lachicasabrina , probablemente una de las construcciones más logradas de las redes sociales. Sabrina es una joven de clase media baja, que “twittea” en un castellano muy defectuoso, más fonético que ortográfico, cercano al desarrollado en la década del 60 por el gran humorista César Bruto. Su tema casi excluyente es el mundo de la farándula que le muestra la televisión, y su tono está entre la admiración y la curiosidad. Sabrina “twittea” mientras mira la tele, comentando la ropa de Tinelli, las impudicias del baile del caño o las virtudes de los participantes (“ke injustisia daniel gomes rinaldis a los telefono, chiko!!!!!!!!!!!!!!! hay ke salbarlo para poder verlo seguir bailando los otros ritmo!!!”). Se va desgranando, también, su vida familiar con su marido, el Faby, su desaprensiva cuñada, los chicos (“ke linda son las kriatura bestida de adulto!!!!! parese los padre en miniaturas!!!!!!!!” , el amigo del marido, que es, a la vez, amigo de lo ajeno. Algunas frases de cierre son sistemáticas: “Tan solo un suenio”, cuando a Sabrina se le escapa una ilusión que la saque de su mundo conurbano; “komo saber?”, el remate de una reflexión sin respuesta y “tristesa”, cuando un pensamiento oscuro nubla su mente.
De a comentarios de apenas 140 caracteres, el o la autora de @lachicasabrina va construyendo un mundo con sentido, multidimensional, sensible, tan sólido como el que se puede representar en una novela o una película. Los tweets de @lachicasabrina son tremendamente adictivos: un par de días sin que aparezcan despiertan la inquietud de sus seguidores, que los esperan con algo que, misteriosa pero inconfundiblemente, se parece al amor.
Entre ministros desafiantes, periodistas cancheros, políticos burocratizados mediados por asesores de imagen y gente común que quiere sobresalir, Twitter da lugar también para una clase extraordinaria de artista: el anónimo. ¿Qué buscarán estos raros creadores que generan vidas, pero no reciben crédito por eso? Komo saber?
LA NACION