27 Nov Cintas y poleas para estar en forma
Por Laura Reina
esde las plataformas vibratorias como Power Plate hasta las salas de kinesis, pasando por el tango pilates y el stiletto strengh, pocos mundos son tan dinámicos como el del fitness, que todos los años suma nuevas disciplinas y desafía a estar atento a las últimas tendencias en materia de entrenamiento físico.
Sesiones cortas, intensas y con el propio peso del cuerpo como única carga son las últimas propuestas para cuidar el cuerpo y la salud. Ya no hace falta transpirar y pasar horas y horas en el gimnasio, sino mantener la constancia y fijar objetivos realistas a corto, mediano y largo plazo.
“Las clases de una hora, o de hora y media a ritmo moderado ya no se usan más. Lo que se busca ahora es la aceleración metabólica. Los últimos estudios demostraron que se queman más grasas si se reduce el tiempo de entrenamiento, pero aumenta la intensidad”, explicó Diana Bustamante, directora del centro de capacitación Master Fitness.
El médico deportólogo del Hospital de Clínicas, José Tomás Ghergo, también se refirió a los nuevos sistemas de entrenamiento. “Lo que más se utiliza hoy son los circuitos en lugares reducidos, tanto para bajar de peso como para aumentar o mejorar la performance deportiva”.
El especialista, que además es el médico de Power Plate para la Argentina y Uruguay y director del Centro Kaizen, hizo hincapié en que, antes de lanzarse a hacer cualquier actividad física, se debe ralizar una consulta con un médico deportólogo.
“Después, trazar objetivos y elegir las herramientas para lograr las metas, que pueden ser desde métodos convencionales, hasta los más avanzados”, explicó Ghergo. Dentro de éstos últimos, el especialista se refirió al entrenamiento por aceleración en plataformas vibratorias.
“Consiste en movimientos que se realizan a una cantidad programada de vibraciones por segundo. La aceleración se genera a través de la amplitud de movimiento en sentido longitudinal, que provoca una resistencia que se va modificando en función del estímulo que se va dando. Se logran resultados casi inmediatos en un período corto.
La sesión dura 30 minutos e incluye entrada en calor, entrenamiento, elongación y masajes. Los paquetes trimestrales que incluyen ocho sesiones por mes cuestan 1800 pesos.
Bustamente, que además es master trainer de Power Plate para América latina, también destacó como tendencia el trabajo con cintas.
“En los circuitos se usan mucho los sistemas de cintas, de las que te colgás y se trabaja con el peso del cuerpo. Con este método, se trabaja la fuerza, la resistencia, y está dentro de lo que es el entrenamiento funcional, es decir, hacer movimientos similares a los que uno realiza en la vida cotidiana. En el gimnasio, estás sostenido por una máquina y se trabaja sólo una porción del cuerpo, haciendo movimientos que no son los habituales.”
Las cintas más difundidas para el entrenamiento por suspensión son las kuruntas, que provienen del yoga, y las TRX, surgidas en la Guerra del Golfo, que son más largas que las anteriores, pero el principio es el mismo: trabajar con el peso del cuerpo suspendido.
Otro método de entrenamiento es la kinesis, un sistema de poleas y tensores en módulos que permiten trabajar toda clase de movimiento. El primero en traerlo al país fue el Alvear Spa & Fitness Center, y es utilizado tanto por los huéspedes del hotel como por los que poseen abonos ($ 1750 el mensual, que incluye el acceso a todos los servicios del spa).
“La kinesis utiliza un sistema de deslizamiento de cables que permite realizar movimientos en los tres planos del espacio. Las poleas se mueven 360° y eso permite trabajar todo el cuerpo con el propio peso, y también se puede agregar peso extra. Hay unos 400 movimientos posibles y 250 ejercicios para hacer”, explicó Alberto Matías Torres, encargado del área de Fitness Center del Alvear Spa & Fitness Center y profesor nacional de educación física.
LA NACION