30 Nov Empieza el juicio por un crimen satánico
Nueve personas serán juzgadas desde este jueves, acusadas de haber asesinado a Mario Agustín Salto, el niño abusado sexualmente y descuartizado en 2016 en la ciudad de Quimilí, Santiago del Estero.
El proceso estará a cargo de los jueces Alfredo Pérez Gallardo, Luis Domínguez y Daniela Campos Nittinger. Se espera que pasen por las audiencias unos 400 testigos.
Miguel Ángel Jiménez es señalado como presunto autor intelectual de “homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y el concurso premeditado de dos o más personas, privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con acceso carnal en concurso real de delitos”.
En tanto, Ramón Eduardo Rodríguez, Rodolfo Adrián Sequeira y Daniel Tomás Sosa están acusados de haber sido partícipes necesarios de los mismos delitos.
Los cuatro permanecen detenidos, a diferencia de lo que sucede con los restantes sospechosos: Daniel Gastón y Ramón Enrique Ocaranza; María Eugenia Montes; Gustavo Daniel Hernández, y Pablo Roberto Ramírez, quienes llegan imputados por “encubrimiento agravado”, y están libres.
El debate se llevará a cabo en el salón de usos múltiples del Palacio de Tribunales de la capital santiagueña y se extenderá hasta el miércoles 22 de diciembre, cuando se pasará a un cuarto intermedio hasta el 8 de febrero próximo.
Según la investigación penal, Marito Salto salió de la casa de su abuela la tarde del 31 de mayo de 2016 para ir a pescar a una represa situada en las afueras de Quimilí.
El chico, que tenía 11 años, permaneció desaparecido durante dos días, hasta que sus restos fueron hallados en bolsas de residuos que habían sido dejadas en un basural. La autopsia reveló que lo violaron, lo torturaron y lo desmembraron para deshacerse de su cuerpo.
Sobre el móvil del horrendo crimen hay varias hipótesis. Una de ellas, la de un presunto rito satánico. En uno de los cuerpos del expediente hay una nota manuscrita atribuida a Miguel Jiménez, “el brujo”: tiene el nombre de Marito marcado con un círculo y a su lado dice: “Ya tengo su virilidad, su juventud, su fortaleza”…
La Justicia ordenó cotejar el ADN de unos 3000 vecinos de Quimilí con el patrón genético de restos hallados en el cadáver: dieron negativo.
LA NACIÓN