08 Feb El coraje de Village King no tiene fecha de vencimiento
Por Carlos Delfino
Son de esos finales que parecen escritos para una película, pero suceden en la vida real. Un cabeza a cabeza entre dos caballos notables durante gran parte de la recta final para imaginar que las tribunas, casi vacías por los efectos del Covid-19, estuvieran repletas gritando por ellos en San Isidro y no hubiera sido un Gran Premio Miguel Alfredo Martínez de Hoz (G1) con pocos testigos presenciales. En ese contexto, Village King (Campanologist) dio otra clase de coraje para imponerse a Tetaze (Equal Stripes) como si fuera en un tango de Carlos Gardel.
“Es un gran caballo, y andaba mejor que en el Carlos Pellegrini. Lo demostró. Para mí fue una victoria muy emocionante”, dijo el jockey Brian Enrique, apenas se bajó del ganador, que dejó detrás otra vez al ganador del Latinoamericano (G1) como había sucedido el mes pasado. Pero esta vez, tercero y cuarto de la cita magna argentina, definieron mano a mano el primer clásico grande de la temporada y una cabeza marcó la diferencia para el representante del stud Haras El Ángel de Venecia.
“Este es un caballo importante en la historia de nuestro stud. Nos dio una carrera de la Triple Corona y también, un clásico en los Estados Unidos”, agregó Mariano Semowoniuk, uno de los mánager de la cabaña, que además cría. En este caso, no obstante, Village King es el zaino colorado que compró Carlos Felice en un remate de Santa María de Araras hace casi 5 años, y que lleva casi cuatro en las pistas. En Aqueduct, Nueva York, fue donde lució victorioso, por el hocico. De guapo no le van a ganar así nomás.
Construyó una historia de resistencia en todos los sentidos el nieto materno de Pleasant Tap. Por la capacidad para llegar a las pruebas de fondo, con sus dos mayores medallas en los dos kilómetros de césped de San Isidro y en finales ajustados. Porque entre el éxito en el Jockey Club (G1) y el de este sábado pasaron 40 meses, un viaje de ida y vuelta a los Estados Unidos para potenciarse como caballo, con mayor velocidad y físico. Y, además, una operación en ambas manos, para descartar las impurezas y extender su vigencia y una vida competitiva que lo sostiene entre los referentes de la especialidad.
Con la misma chaquetilla, pero atravesando el cambio de nombre del stud de Keyser Soze al homenaje de su propietario a su fallecida hija Venecia, Village King se quedó con un duelo de titanes. Tetaze lo fue a buscar cuando dominó y nunca se la hizo fácil. Detrás, nadie que pudiera hacerles sombra. Porque el tordillo Señor Fancy (Don Incauto) duró adelante lo mismo que en el Pellegrini, aunque esta vez tuvo más entereza y cruzó cuarto. Porque Huapango Torero (Suggestive Boy) dejó el invicto al darse por rendido al pisar la recta, luego de perseguir más por genio que por decisión al líder junto a Village King, y retrocedió hasta el fondo del lote. Y porque el ascenso de Pepe Joy (Fortify) en el derecho lo llevó hasta el tercer lugar, a cuatro cuerpos de los que definieron, en otro arrime de primer nivel aunque todavía sea perdedor.
El vencedor puso coraje por adentro ante la insistencia de Tetaze y selló su sexta victoria, quinta de corte clásico y en tres pistas diferentes: las dos de San Isidro y la arena de Aqueduct. Village King ya había debutado cuando cinco de los siete rivales que tuvo en esta oportunidad no habían nacido todavía. Lo suyo es vigencia, se ganó el respeto.
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FOTO: Juan Ignacio Bozzello