23 May Confirman que un raro asteroide lleva un millón de años orbitando “al revés”
Por Marcelo Bellucci
El grueso de los de 800 mil asteroides conocidos en nuestro Sistema Solar rotan alrededor del astro rey en el sentido contrario a las agujas del reloj. Una de las más llamativas excepciones es el objeto 2015 BZ509, bautizado popularmente como Bee-Zed, que lleva al menos un millón de años orbitando en las proximidades de Júpiter en dirección contraria al resto de los 6.000 asteroides que comparten espacio con el gigante gaseoso. Una investigación publicada ayer por la Royal Astronomical Society logró confirmar que su recorrido es estable y que siempre mantuvo el mismo itinerario.
“El caso del 2015 BZ509 muestra una vez más el gran desconocimiento que aún tenemos sobre el Sistema Solar. Viajando en dirección contraria no sólo a todos los planetas sino también a la inmensa mayoría de los objetos que componen nuestro barrio espacial, con este extraño viajero estamos ante uno de los interrogantes más atrapantes: ¿es realmente un objeto interestelar, es decir, un cuerpo originado más allá de nuestro sistema planetario?”, se pregunta Diego Bagú, director de gestión Planetario Ciudad de La Plata.
Un año atrás, al corroborar su trayectoria retrógrada con el Gran Telescopio Binocular de Arizona, muchos astrofísicos estimaban que Bee-Zed no sobreviviría, por el riesgo de colisión. Pero simulaciones hechas por el equipo de Paul Wiegert, de la Universidad del Oeste de Ontario, confirmaron que mantendrá inalterable su marcha por millones de años más.
En el estudio recién publicado, los astrónomos Helena Morais, de la Universidad Estatal Paulista (Brasil) y Fathi Namouni, del Observatorio de la Costa Azul (Francia), realizaron simulaciones numéricas para reconstruir la trayectoria de este asteroide hasta los orígenes del Sistema Solar, hace 4.500 millones de años, al finalizar la era de formación planetaria.
Eso les sirvió para comprobar que Bee-Zed siempre se movió en la misma dirección y que, por tanto, pudo haber sido capturado de otro sistema. “La estrecha proximidad de las estrellas y las fuerzas gravitacionales de los planetas promueven la atracción de estos sistemas, eliminando o capturando asteroides de un sistema al otro”, indica Morais.
“La investigación nos lleva a pensar que BZ509 puede ser un objeto interestelar y puede haber sido capturado por la atracción gravitatoria de los gigantes gaseosos, principalmente Júpiter y Saturno. Otra posibilidad es que sea un cometa que, al hallarse en una órbita lo suficientemente alejada del Sol, no llega a formar su clásica cola”, señala Bagú.
El objeto extraña porque, en nuestro Sistema Solar, los planetas y el 99,9% de los asteroides giran en torno al Sol en sentido contrario a las agujas del reloj. Se estima que sólo 82 de los más de 726.000 asteroides conocidos tienen órbitas retrógradas.
Bee-Zed sería además del primer asteroide “inmigrante permanente” descubierto. Se lo llama “inmigrante” porque habría llegado desde otro sistema planetario, al igual que el Oumuamua, recientemente descubierto. Pero, a diferencia de éste, BZ509 no está “de paso” como si fuera un “turista espacial”, sino que se ha quedado en el Sistema Solar por tiempo indeterminado.
“A diferencia de Oumuamua, BZ509 está orbitando el Sol de manera periódica. Ambos casos nos indican que a medida que la tecnología avanza en gran manera, comenzaremos a detectar cada vez más a este curioso tipo de objetos, los cuales nos permitirán continuar con el armado conceptual de lo que representa la formación y evolución de los sistemas planetarios”, destaca Bagú.
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