08 Nov A la sombra de los dinosaurios vivió un raro mamífero patagónico
Por Sebastian Rios
El parecido es asombroso, y sin embargo quienes crearon al personaje de Scrat -esa suerte de ardilla de prominentes colmillos que deambula en busca de una bellota en la película La era del hielo- no tenían ni noticias de la existencia del Cronopio dentiacutus, un pequeño mamífero que vivió a la sombra de los dinosaurios en lo que es hoy la Patagonia argentina, y cuya descripción acaba de publicar la revista Nature.
Con unos 10 a 15 centímetros de largo, ojos grandes, aparentemente adaptados para una visión nocturna, y un delgado hocico armado con prominentes caninos, el cronopio no sólo viene a demostrar que la biología puede ser mucho más creativa que los guionistas de Hollywood.
“Rompe con un hiato de casi 60 millones años, entre 130 y 65 millones de años atrás, de los que no se conocía nada sobre los mamíferos en América del Sur”, dijo a LA NACION el paleontólogo Guillermo Rougier, que analizó los restos fósiles del cronopio desenterrados en el yacimiento paleontológico de La Buitrera, cerca del embalse de El Chocón, en Río Negro.
Este investigador argentino, actualmente en la Universidad de Louisville, Estados Unidos, es el autor principal de la descripción del cronopio, que lleva ese nombre como “un pequeño homenaje a Julio Cortázar, que me ha influenciado durante toda mi vida. Este fósil nos sorprendió mucho por su caracteres peculiares y decidimos darle el nombre de los cronopios, esos seres extraños y afables que van desde esferas verdes y pegajosas a seres semihumanos”.
El hallazgo de los dos cráneos fósiles desenterrados en La Buitrera que permitieron describir al cronopio -el primer mamífero de comienzos del cretácico tardío hallado en América del Sur- es singular desde donde se lo mire. “Nuestro conocimiento de los dos primeros tercios de la evolución de los mamíferos es terriblemente incompleto. Considerando la pobreza del registro fósil, cualquier descubrimiento de un cráneo razonablemente bien preservado de un mamífero del mesozoico es un evento paleontológico muy importante”, escribió Christian de Muizon, investigador del Museo de Historia Natural de París, en un artículo publicado en Nature que acompaña al que describe el hallazgo.
“El Cronopio dentiacutus fue hallado en rocas sedimentarias argentinas de comienzo del cretácico tardío (de alrededor de 100 millones de años de antigüedad), una época de la que no se conocía previamente ningún mamífero en América del Sur.”
Para Muizon, el hallazgo confirma que en el momento de mayor esplendor de los dinosaurios la presencia de los mamíferos estaba muy extendida en el sur del globo, y que incluso sus formas corporales estaban muy diversificadas.
¿Cuáles son los indicios que soportan esa idea? “Ciertamente los caninos, lo más destacado y sorprendente de este animal, son proporcionalmente enormes, pero el cronopio tiene otras características especiales que indican que se trata de un grupo altamente especializado”, respondió Rougier. El cronopio perteneció a los drioléstidos, un extinto grupo de mamíferos emparentados con los marsupiales y mamíferos con placenta modernos.
Esa alta especialización de sus formas corporales sugiere “que este animalito pertenece a un grupo que evolucionó en forma aislada en América del Sur durante mucho tiempo, pues la geografía de los continentes del cretácico nos dice que América del Sur estaba aislada de América del Norte y de Europa”.
Aunque restan muchas cuestiones por resolver -como la finalidad de los desproporcionados caninos en un animal que, según el resto de la dentadura, se alimentaba de insectos-, lo cierto es que el hallazgo del cronopio es un avance importante en el fragmentario y escaso conocimiento de la evolución de los mamíferos en América del Sur.
La Nacion