Diez vinos imperdibles para beber en 2018

Diez vinos imperdibles para beber en 2018

Por Giorgio Benedetti
Sin dudas este año tendrá grandes vinos para descorchar. La madurez de una vitivinicultura en franco crecimiento ha dejado luciendo en la góndolas blancos y tintos de todos los precios, variedades y estilos, con sentido de terruño y muy buena calidad. Claro que en una industria que saca continuamente nuevos vinos no todos cumplen con las expectativas, y muchos siguen pareciéndose más a commodities hechos en serie que a ejemplares sinceros y representantes de su origen. Así y todo, los amantes del vino tienen un amplio abanico de botellas para descorchar. Aquí un listado de diez etiquetas que sin dudas merecen descubrirse a lo largo de este año.

1. Alandes Paradoux Blend 2012:
El enólogo Karim Mussi es garantía de vinos genuinos. Este es un blend de Malbec, Merlot, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc criado 12 meses en barricas de roble francés. El resultado es un tinto potente, machote pero sofistcado, con gran capacidad de guarda y un sentido bien mendocino. Frutos negros, especias y tostados en nariz, con buen volumen en el paladar, complejidad y peso en boca. Es largo y profundo, cargado y algo gordo. Impecable para comidas contundentes.

2. Vallisto Extremo Criolla 2017:
Uno de los pocos vinos de alta gama hecho con uvas criollas plantadas en Catamarca, a 2.600 metros de altura, elaborado por Pancho Lavaque y Marcelo Pelleriti. Este es clarete fresco, liviano, de cuerpo medio y muy bebible, con aromas suaves de fruta roja fresca, y un paladar seco, ágil, como si fuera un Pinot Noir. Un vino diferente que sin dudas merece ser disfrutado por su unicidad.

3. Luigi Bosca Finca Los Nobles Cabernet Bouchet 2012:
Un vino que trasciende el tiempo y las añadas. Un field blend, que nace de viñedos de casi 100 años de edad, donde cepas de Cabernet Sauviginon se mezclan con algunas de Cabernet Franc (Bouchet) dando un vino único, con gran sentido de terruño. Es un tinto robusto, de aromas que remiten a mora negra, regaliz y olivas, y notas de su crianza muy bien integradas. En el paladar es compacto y de cuerpo vibrante, con taninos firmes y maduros que aportan amplitud en boca, y un final prolongado y lleno de sabores.

4. Zuccardi Fosil 2016:
Uno de los blancos más singulares que hay en el mercado. Elaborado con uvas Chardonnay de San Pablo, Valle de Uco, y fermentado con levaduras indígenas en piletas de hormigón y otra arte en barricas usadas de 500 litros. De aromas nada maduros, algo cítricos, con notas de durazno, y un paladar austero, tenso, de gran acidez. Rústico y al mismo tiempo sofisticado; casi intelectual. Casi nada parecido como para comprarlo. Pruebe sin prejuicios.

5. Confiado Malbec – Gewurztraminer 2016:
Una mezcla única que vale la pena probar: expresivo, de aromas florales y frutales más notas algo mentoladas, de clavo de olor y anís. En boca es vibrante y fresco, con una expresión de fruta virgen. De cuerpo medio, taninos suaves y acidez media; equilibrado y compacto. De final persistente en el que se aprecian las flores típicas del Gewürztraminer; muy puro y fácil de disfrutar.

6. Altar Uco en Flor Edad Antigua:
Muy interesante el blanco en solera que elabora Juan Pablo Michelini en su incipiente emprendimiento personal que dará mucho que hablar. Este es un vino con “crianza biológica” que descansa “cuidado” por un velo de levaduras que evitan la oxidación y le aportan características únicas y lo hacen diferente a todo lo que se conoce en el país. En algún momento consiga el mejor jamón crudo que pueda y combínelo con esta maravilla.

7. Quara Single Vineyard Cabernet Sauvignon 2014:
Cabernet puro, limpio, con gran sentido de terroir y carácter cafayateño. Aromas a pimienta, clavo de olor y frutas negras con cierto tostado, y un paladar profundo, contundente, con mucha personalidad. Taninos algo duros pero sin astringencia y una acidez justa. Gran tipicidad varietal; tiene todo lo que un Cabernet salteño tiene que tener.

8. Zaha Chardonnay 2014 Toko Vineyard:
El perfecto ejemplar de Chardonnay criado en roble: redondo, ancho pero con acidez, buena tipicidad, cuerpo y frescura en equilibrio, más una textura algo grasa que le suma elegancia. Además es elegante, sofisticado, terso y muy equilibrado en todas sus aristas. Es el vino perfecto para pescados grasos.

9. Séptima 10 Barricas Gran Reserva Tannat 2011:
Uno de los Tannat más destacados de Mendoza. Con aromas intensos que recuerdan a chocolate, pasas de uva, frutos negros, especias y notas florales muy sutiles. En boca es tan contundente como en nariz: imponente, estructurado, algo duro aún (mejor guardar unos años) y dulzón. Sus taninos poderosos y su acidez justa les auguran una larga guarda.

10. Enzo Bianchi 2013:
Nunca hay que dejar de lado este ejemplar histórico, uno de los primeros grandes vinos argentinos que hizo historia en el paladar local. Esta cosecha 2013 mezcla Cabernet Sauvignon (73%) de viñas viejas sanrafaelinas, Malbec (20%) y un poco de Petit Verdot. Un tinto especiado, con notas a regaliz y algo de chocolate producto de su crianza en roble, e incluso algo mentolado. En boca es tan señorial como en nariz: muy buena estructura, peso, redondez, equilibrio y nervio que habla de una prolongada capacidad de guarda. Largo de final de boca; guardar un tiempo más en botella.
EL CRONISTA