En Europa no deberían esperar que China salga a poner dinero para el rescate

En Europa no deberían esperar que China salga a poner dinero para el rescate

Por Jamil Anderlini
Varios altos funcionarios de la Unión Europea deberían haber estado sentados ayer en uno de los trenes chinos de alta velocidad, desplazándose a la velocidad de una bala entre Beijing y Tianjin para participar del diálogo anual con sus contrapartes chinos.
En cambio, la conferencia debió posponerse a último momento y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y José Manuel Barroso, su par de la Comisión Europea, están empantanados en Bruselas tratando de dar forma a un acuerdo para salvar la eurozona.
El cambio de planes salvó a los líderes europeos de lo que podría haber sido una cumbre poco cómoda, en la cual los funcionarios chinos trataran de extraer la máxima ventaja política de sus huéspedes.
No es que los políticos europeos planeen venir a Beijing pidiendo limosna, pero es evidente que esperan que China y otros países en desarrollo, como Brasil, por ejemplo, consideren que les conviene aportar algo de dinero para facilitar el rescate.
Entre las sugerencias, se habla de un plan de China y otros gobiernos para contribuir dinero al Fondo Monetario Internacional, que después lo usaría para apuntalar los mercados de deuda soberana o para recapitalizar los bancos europeos. Sin embargo, los funcionarios chinos insisten en que todavía nadie les pidió nada formalmente.
Las fuentes han dicho que esperan un pedido formal de ayuda en la reunión del Grupo de los 20 que se realizará en Cannes, Francia, entre el 3 y el 4 de noviembre. Y es muy probable que accedan, como hicieron en la época posterior a la crisis financiera, en 2009, cuando China compró bonos especiales del FMI por valor de u$s 50.000 millones. Esta parece una cifra insignificante para un país que tiene reservas en divisa por valor de u$s 3,2 billones para repartir, pero no hay que esperar que Beijing aporte mucho más que la vez anterior.
En público, el mensaje es de apoyo y aliento. China confía en que la Unión Europea tiene la capacidad y la sabiduría para superar estos momentos difíciles. Siempre hemos brindado a los países involucrados toda la ayuda que podíamos a través de canales bilaterales y multilaterales, dijo el gobierno el lunes.
Sin embargo, en privado, algunos funcionarios han dicho que es absurdo que se sugiera que China podría hacer mucho más para salvar a Europa. Si se le pregunta a un granjero chino si su país debería salvar a Europa, él preguntará quién va a salvarlo a él, le dijo hace poco un político de alto nivel al Financial Times, y agregó que “la cuestión clave en este momento es que el mercado no tiene suficiente confianza en las políticas gubernamentales [europeas] y en la capacidad de los gobiernos de implementar las políticas correctas. Entonces, si sus gobiernos no pueden convencer al mercado, ¿qué puede hacer o decir China para convencerlo?
En China seguirán hablando de manera tranquilizadora sobre confianza y apoyo a Europa, y hasta puede que decidan dar algo de sus reservas. Pero, en última instancia, los líderes locales creen que es Europa, su gente y sus gobiernos los que deben solucionar sus propios problemas.
EL CRONISTA