07 Jul La Liga hizo historia: primera televisación en directo por Twitter
En tiempos de modernidad líquida y sucesos efímeros, la noticia se consumirá y se diluirá con la misma velocidad con la que vivimos. Pero el segundo partido de la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol entre San Lorenzo y Regatas Corrientes marcó un hito para el deporte argentino y la comunicación: se trató de la primera televisación en directo de la historia de un acontecimiento deportivo local por Twitter.
El hecho puede ser señalado como algo menor desde una mirada fría. Y convertirse en apenas un ítem de una línea de tiempo, aunque encierra una coincidencia muy llamativa. El moderno polideportivo Roberto Pando, ubicado en José Marmol 1715, Boedo, fue construido en el mismo lugar en el que se encontraba el Viejo Gasómetro. Y fue justamente ahí, hace 65 años, donde se realizó la primera transmisión deportiva en vivo de la televisión argentina, la de un 1-1 entre San Lorenzo y River, en la cual el primer gol, de José Maravilla para el Ciclón… no se vio. Santiago Vernazza anotaría el empate de River.
“Eduardo Celasco, el camarógrafo designado para aquella transmisión, llegó tarde a la cancha. Subió apurado los escalones de la platea, pero lo primero que salió en vivo, a los seis minutos del partido, fue la pelota dentro del arco”, cuenta Néstor Gutiérrez Mónaco, un estudioso de la historia de nuestro periodismo. En aquella televisación del 18 de noviembre de 1951, Héctor Veltri se encargó del relato y Enzo Ardigó fue el comentarista.
La elección de Boedo fue estratégica. Por su localización en el centro de la ciudad, era mucho más fácil trasladar los equipos. Habría sido mucho más costoso hacerlo en el estadio de River o el de Boca. Canal 7 transmitió aquel partido para los 1300 televisores que había en el país.
Casi dos tercios de siglo más tarde, la transmisión de anoche en el Pando estuvo disponible para todas las personas que utilizaran Twitter globalmente. La opción se presentó a la vista de todos, estuvieran interesados o no. Y ése es un alcance imposible de conseguir hasta con la mejor pauta publicitaria. Una puerta al mundo que se abrió para la marca La Liga como parte de un convenio de difusión, según informó Juan Diego García, director de marketing y patrocinios de la Asociación de Clubes (AdC), que no debió pagar por el servicio. El acontecimiento comenzó en tiempo, sin cortes: nada se perdió esta vez.
La modalidad fue inaugurada hace apenas seis meses en Estados Unidos, con la emisión de los partidos de la NFL. La gestión para transmitir La Liga comenzó en ese mismo momento y terminó de definirse en las últimas semanas con reuniones en Buenos Aires. “Estamos muy contentos por tener a La Liga como la primera emisión en vivo de Twitter en la Argentina”, dijo Pitter Rodríguez, director de Alianzas Deportivas de Twitter en Latinoamérica.
Qué mostrar y cómo
La incorporación de la tecnología y la interpretación de las necesidades de las nuevas audiencias requieren una adaptación permanente. Lo que se ofreció anoche fue un espectáculo interesante y con variedad de matices, un rumbo que la AdC eligió hace años. Lo que se consiguió es, al menos por un día, ampliar el rango de gente para que se supiera que existe el jugador argentino Gabriel Deck y que es capaz de hacer volcadas espectaculares. Que se conociera lo bien que puede jugar San Lorenzo, con un sistema disciplinado y atractivo, en el que todos sus basquetbolistas pasan la pelota en el momento indicado y ocupan los espacios de manera tan coordinada. Son estos hechos en apariencia pequeños, pero que en el futuro pueden tener dimensiones desconocidas, los que dan muestras de que la Liga está viva. Aun cuando está envuelta en polémicas por muchos aspectos que todavía son cuestionados.
En lo deportivo, la aplastante superioridad que San Lorenzo muestra sobre sus rivales quita atracción. Seguramente los clubes deberán replantearse si este método que prácticamente elimina las equivalencias favorece o perjudica a la difusión del deporte. Algunos creen que la solución para que esto no se repita es poner límites de contrataciones para los clubes o de salarios para los jugadores. Alguien podrá decir que si San Lorenzo reunió las mejores condiciones (plantel, cuerpo técnico, el mayor presupuesto y una buena organización) y los demás no lo hicieron, eso no es culpa de la entidad que consiguió ordenarse por mérito propio.
La Liga que alguna vez imaginó León Najnudel nació entre buenas intenciones, arrebatos caóticos y mucha pasión. En medio, las contradicciones quedaron a la vista, y todavía puede haber rastros de aquella huella. Este torneo convive entre grandes avances, como la transmisión gratuita de casi todos sus partidos por Internet con un programa que sigue sin conformar a muchos entrenadores y jugadores, con calendarios abiertos a todos los días de la semana y giras que ahorran kilómetros pero generan desconcierto sobre los días de juego dada la idiosincrasia de los argentinos.
Hay grandes equipos, buenos basquetbolistas, talentos jóvenes, extranjeros de alta categoría, y también desprolijidades, como permitir que varios clubes anticipen el armado de sus planteles para la siguiente temporada mientras otros no pueden hacerlo porque todavía están en juego. La bolsa de jugadores no es tan amplia como la del fútbol y este permiso puede provocar injusticias. Hay muchos frentes por atender y siempre alguno parece quedar descubierto. Negar o desconocer los defectos no ayudará a nadie, pero enfocarse únicamente en eso tampoco parece ser constructivo.
Por lo pronto, el básquetbol tuvo una noche distinta. Ahora podrá presumir de haberles ganado a todos los demás deportes al comenzar a utilizar a una herramienta que puede implicar mucho a futuro.
LA NACION