Conductas extrañas en Internet

Conductas extrañas en Internet

Por Valentina Ruderman
Salvo en escenarios como oficinas del Registro Civil o entregas de diplomas, la foto espontánea le ganó la batalla a la acartonada. Pero entre tanto teléfono celular registrando momentos antes ignorados por ser irrelevantes para la cámara de rollo, aparecieron algunas modas que se acercan a la uniformidad, desde la ridiculez, como el planking .
Hacer planking significa posar acostado boca abajo con las manos pegadas al cuerpo y las piernas estiradas, para después compartir la foto en alguna red social. El contexto puede ser cualquiera, cuanto más inusual y delirante, más festejado será el que pose frente a la mirada de sus pares.
Mientras hacer planking en la playa puede ser confundido fácilmente con una siesta al sol, los practicantes de este juego se animan a meterse en heladeras en supermercados, acostarse sobre la hélice de un helicóptero y los más arriesgados llegan a treparse a marquesinas a varios metros. Los que confían en sus abdominales se sacan fotos sostenidos sólo por dos botellas de cerveza o la punta de un semáforo.
El lying down game (o juego de recostarse), el primer nombre del planking, es uno de los productos más exitosos exportados por Oceanía desde el boom del kiwi, y los australianos que lo vieron nacer se aferran a él con tanta convicción como los británicos a The Beatles. Los comentaristas de los noticieros posaron sobre los escritorios al aire, la modelo Jana Peterson se acostó en la alfombra roja en medio de una premiación y el hijo de John Key, primer ministro de Nueva Zelanda, fue honrado como el mejor planker del mundo.
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Otras celebridades se sacaron fotos siguiendo las reglas del juego, como la actriz Ellen Page, que posó sobre un buzón de correo; Justin Bieber, que suele acostase por todas partes, y el creador de Lost , Damon Lindelof, que llegó a decir por Twitter: “Si el planking no es lo más grandioso que concibió la mente humana, no sé qué puede serlo”.

Cuestión de vida o muerte
Tal como podría pasar en la sitcom The Office , donde ante la ausencia del jefe caracterizado por Steve Carrell los empleados organizan olimpíadas en los pasillos, en algunas oficinas se divierten acostándose sobre los escritorios, lo que en ocasiones fue causante de despidos. Ejemplos de plankers que perdieron su trabajo son los operadores de una planta de almacenamiento de gas que treparon 60 metros para acostarse sobre las chimeneas y los trabajadores del mercado Woolworth, que posaron sobre carritos de compra, los dos en Australia.
Aunque parezca una práctica inocente, en mayo, un australiano de 20 años murió al caerse de un sexto piso mientras intentaba hacer planking sobre la baranda de un balcón. El hecho hizo que la policía local alarmara sobre las consecuencias de la moda y las posibilidades de ir preso de ser encontrado posando en escenarios peligrosos como vías de tren o rutas.
En el tono irónico que la caracteriza, la página de humor Funny or die lanzó esta semana un video protagonizado por actores jóvenes como David Henrie, Justin en Los Hechiceros de Waverly Place de Disney, donde impulsan al público a empezar a posar parados en contra del planking.
Desde el incidente, la página de planking en Facebook –que tiene 672.000 fans– repite slogans como: Si bebió, no haga planking y asegura que, mientras se tenga cuidado, es una práctica segura. El lema es: Viajá por el mundo, conocé cosas increíbles y plankeá sobre ellas .
Ante el susto del accidente nacieron modas como el owling (posar como una lechuza), tea-potting (imitando una tetera con la ayuda de los brazos), balling (achicarse hasta parecer una pelota) y cone-ing (que no es más que desperdiciar un postre agarrando un helado con el cucurucho para arriba). Como toda banda tributo, ninguna llamó la misma atención que su original y el planking se mantuvo en el podio.
LA NACION