05 Oct “Indignados” en Wall Street, “fantasmas” en Grecia
En una jornada en la que el fantasma de un inminente default griego volvió a sobrevolar los mercados, el FMI y la Unión Europea intensificaron ayer la presión sobre el gobierno griego para que adopte nuevas medidas de ajustea cambio de liberar el próximo tramo del rescate que tanto necesita el país para evitar la cesación de pagos.
El pedido de los inspectores de la UE y del FMI se concretó en una teleconferencia que mantuvo el ministro de Finanzas griego, Angelos Venizelos, con los representantes de la llamada troika, Poul Thomsen, por parte del FMI; Mathias Mors, por parte de la UE, y Claus Masuch, del BCE. La teleconferencia, en la que se busca cerrar un acuerdo para destrabar el crédito de 8000 millones de euros, se reanudará hoy por la noche, indicaron fuentes de la UE y el Ministerio de Finanzas griego.
El contacto fue calificado ayer de “productivo” por Venizelos, que horas antes había prometido que acelerará las reformas ya aprobadas y propondrá nuevos recortes, más allá de un impuesto extraordinario a las propiedades con el que, pese al escepticismo del FMI y la UE, tenía previsto recaudar 2000 millones de euros adicionales que le hacen falta antes de fin de año.
Por su parte, el representante permanente del FMI en Atenas, Bob Traa, afirmó ayer: “La pelota está en del lado griego. La aplicación [de las reformas] es la esencia”.
” Grecia hizo progresos, pero se necesitan cambios estructurales fiscales y económicos”, subrayó.
En sintonía, los mercados se mostraron pesimistas: el índice alemán DAX cayó un 2,8%, mientras que el francés CAC-40 se desplomó 3%. En Madrid, el Ibex perdió 1,98%, mientras en Milán la bolsa retrocedió 3,17%, horas antes del anuncio de que Standard & Poor’s rebajó la nota de la deuda de Italia (otro país de la eurozona en problemas) de A+ a A. Por otra parte, Wall Street cayó 0,98%, también presionada por los temores al impacto de un eventual default griego.
La impaciencia de los acreedores con la demora de Atenas en aplicar las reformas ha llevado a la UE y al FMI a amenazar con cortarle la ayuda externa, cuya entrega depende de una evaluación favorable por parte de los supervisores internacionales.
A pesar de los continuos anuncios de reformas de Atenas, hasta ahora pocas medidas se convirtieron en realidad.
Por esta razón, los expertos de la troika se marcharon de forma abrupta de Grecia el 2 del actual, cuando constataron que el gobierno no había avanzado con sus promesas de aplicar las modificaciones necesarias para sanear la economía y reducir este año el déficit hasta el 7,6%.
Mientras tanto, el país se queda sin dinero en efectivo y la sociedad griega aguarda con la respiración contenida la decisión de los inspectores internacionales y las posibles consecuencias que puedan tener las nuevas medidas de austeridad y despidos de empleados públicos.
Los griegos tienen hasta octubre para obtener el crédito por 8000 billones de euros del sexto tramo del primer plan de rescate de la UE y el FMI, que asciende a un total de 110 millones de euros.
Si no logran calificar para la inyección de capital, de la que dependen para pagar sueldos y pensiones más allá del mes próximo, caerán indefectiblemente en default, lo que hará temblar a la eurozona y golpeará duramente a la economía internacional.
Traa, del FMI, confirmó que la economía griega caerá este año un 5,5% y que el país cumplirá en 2012 su cuarto año consecutivo en recesión. Según prevé el Fondo, la economía caerá un 2,5% adicional el año próximo y el crecimiento no llegará hasta 2013.
Traa lamentó el retraso del ambicioso programa de privatizaciones de empresas y bienes estatales con el que el gobierno griego pretende recaudar 50.000 millones de euros hasta 2015. El propio Venizelos coincidió con él en que el sector público griego es demasiado grande y en la necesidad de cumplir con los compromisos para recaudar 78.000 millones de euros hasta 2015 gracias a recortes y privatizaciones.
Sin embargo, pese a las advertencias del Fondo, una fuente griega cercana a las negociaciones se mostró ayer optimista y afirmó: “Las negociaciones transcurrieron mejor de lo esperado y estamos cerca de alcanzar una solución”.
“Se espera que el miércoles [por mañana] se celebre una reunión ministerial en la que se anuncien las medidas” que conllevan el acuerdo con los inspectores internacionales, añadió. La fuente informó que las medidas “se centrarán mayormente en recortes, para reducir los gastos del Estado, y menos en medidas que sean nuevos impuestos”.
Según la prensa griega, el gobierno anunciará el despido hasta 2025 de 100.000 funcionarios, de los alrededor de 750.000 del país, además de enviar a otros 50.000 empleados públicos a la “reserva”, un paso previo al despido.
LA NACION