02 Nov En la Argentina hay más de un millón de jóvenes que no estudia ni trabaja
Por Ximena Casas
En la Argentina, más de un millón de jóvenes no estudia ni trabaja los denominados NI-NI, de los cuales hay más de 700.000 que ni siquiera están intentando insertarse en el mercado laboral. Las cifras son peores en el caso de las chicas: son 589.000 las mujeres que no buscan trabajo frente a 179.000 hombres. Los datos surgieron de un relevamiento realizado por la empresa de Recursos Humanos Adecco entre más de 6700 jóvenes en todo el país.
“Argentina tiene las mejores universidades de Latinoamérica, pero el doble de tasa de desempleo joven”, senaló David Herranz, head de Adecco Latam y CEO de Adecco Argentina durante el simposio “El Talento Joven y las Perspectivas Sobre el Futuro del Trabajo” realizado ayer. “Hay un gap entre lo que formamos y las necesidades del tejido empresarial”. agregó.
De los 4,4 millones de jóvenes que hay en el país, un 34,2% sólo trabaja, un 26,7% dedica su tiempo a estudiar, un 10,3% trabaja y estudia, y un 3,3% estudia y busca trabajo. Pero, además, hay un 24,6% que no estudia ni trabaja y, sobre ese porcentaje, hay un 17,3% que tampoco busca empleo.
Con todo, la probabilidad de inserción laboral en un empleo formal aumenta entre 30% para los varones y 20% para las mujeres cuando finalizan los estudios, acceden a una experiencia formal y participan en un curso de formación profesional. “En la Argentina, seis de cada diez empleos que se consiguen son en el mercado informal”, advirtió Alain Dehaze, CEO global de Adecco, que destacó experiencias en países como Alemania, Suiza y Austria donde el Gobierno, el sistema educativo y el sector privado promueven las clases prácticas dentro de las empresas.
Entre las demandas locales de empleo se destaca el sector de software, con unos 5000 puestos sin cubrir cada ano. Según el informe de Adecco, de 879 empresas relevadas en todo el país, el 69% buscó incorporar personal técnico en los últimos 12 meses y el 51% tuvo inconvenientes para cubrir el puesto por falta de competencias técnicas de los postulantes o ausencia de candidatos.
José Manuel Salazar Xirinachs, director de la oficina regional de la OIT para América latina, mencionó varios factores que obstaculizan el empleo joven en la región. “Predominan las micro y pequenas empresas, falta de políticas claras de desarrollo productivo, altos niveles de informalidad y falta de inversión en sistemas de formación duales”, enumeró.
La falta de experiencia laboral es la “trampa” que les impide acceder al primer empleo. Casi 7 de cada 10 jóvenes argentinos no encuentra trabajo por carecer de experiencia laboral y el 52% de los consultados asegura no trabajar de lo que estudió.
Por eso, se destacó el rol de las grandes empresas que capacitan y forman a sus nuevos empleados. “No hay elemento más formador que el trabajo en blanco y calificado. El empleo crea más habilidades profesionales que los estudios secundarios. El 70% de la formación se completa haciendo la tarea”, resumió Pablo Maison, VP para Latinoamérica de Unilever. Rafael Bergés, director de RR.HH. de Banco Galicia, coincidió y destacó a la tecnología como uno de los principales desafíos del empleo actual.
Otro de los participantes del simposio, Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA, destacó la importancia de una ley de promoción del primer empleo. “La reducción de impuestos al trabajo es fundamental porque es realismo. Si no, no se accede”, explicó. “La Argentina tiene un problema de empleo. No de empleabilidad”, opinó Miguel Angel Ponce, secretario de Empleo.
Apenas el 10,7% de los jóvenes completa la transición hacia un “trabajo decente”. Pero, en el porcentaje no es parejo: mientras que para los varones es de 13,3%, en el caso de las chicas es de 8,1%. “Aparece aquí también la inequidad de género”, destacó Martín Padulla, director de Staffingamericalatina.
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