18 Sep Los diez jugadores que más dinero ganan por año
Por Santiago Villahoz
A quienes tengan dudas sobre el crecimiento del rugby a nivel económico y expansión, en relación a si viene bien o está estancado, deben saber que un japonés es por estos días el rugbier mejor pago del mundo. Eso debería servir como respuesta a la continua curva de ascendencia. Ayumu Goromaru gana más dinero que todos esos jugadores que posiblemente tengan más prensa y hasta vendan más, por decirlo de alguna manera. El fullback de 30 años arregló disputar la edición del Super Rugby 2016 para Queensland Reds a cambio de u$s 2 millones anuales. Para él es el primer casillero de los mejores pagos. Este torneo se da el lujo de contar con el rugbier que más dinero gana, en lo que representa toda una señal para el negocio del deporte ubicado arriba del Ecuador.
Japón es una vidriera enorme para el Super Rugby. Es una potencia económica, padre y madre de numerosas marcas que necesitan a un representante. En este caso han elegido a Goromoru para poder insertarse y sacar provecho. El éxito fue combinar en este caso talento con inversión, porque Goromoru es un destacadísimo rugbier que tiene su lugar bien ganado entre los más grandes. Por eso además es embajador del rugby en su país, donde posee contratos comerciales.
De todas formas Europa también brilla en relación a este punto, ya que el Toulon de Francia cuenta con cuatro de los diez contratos más altos del rugby actualmente a nivel mundial, por lo que sin dudas es el club más poderoso a nivel económico en su país, a pesar de que no se lució en la última temporada del Top 14.
Siguiendo con los jugadores que más dinero recaudan aparece en segunda colocación el neozelandés Daniel Carter (foto), jugador del Racing 92 de Francia, que por muy poco queda detrás del japonés. El apertura de los All Blacks se lleva poco más de u$s 1,9 millón al año, lo que le bastó para rechazar el Super Rugby, el torneo en el que todo deportista del hemisferio sur quisiera participar. Esa fue la causa más grande, tal vez, por la que no participó.
Quien completa este podio es el australiano Matt Giteau, quien tiene una remuneración anual de u$s 1,5 millón con su equipo, el Toulon de Francia.
En cuarta colocación está a Leigh Halfpenny. El galés recibe u$s 1 millón por temporada en el Toulon. En su momento, Halfpenny tenía el mejor contrato en Cardiff Blues, pero la billetera france pudo hacer más.
Quinto está Ma’a nonu, el neozelandés que, tras el Mundial de 2015 en el cual se consagró campeón con su país, emprendió su aventura europea y fichó también por el Toulon, en donde cobra poco menos de u$s 900.000 por año. El irlandés Jonathan Sexton está en la sexta colocación del listado en su club predilecto, el Leinster, a cambio de u$s 730.000. Viene del Racing Metro, en donde estuvo apenas dos temporadas. Sexton ya acumula ocho temporadas en su actual equipo.
Del polifuncional Charles Piutau (full back que sabe hacer las veces de wing), el séptimo, se dice que abandonó Nueva Zelanda y la posibilidad de jugar en el seleccionado a cambio de un mejor salario: firmó con el London Wasp de Inglaterra por u$s 700.000 anuales y es una de las estrellas del equipo y la liga. A sus 24 años, tiene mucho camino para aprender… y para facturar.
El octavo es el sudafricano Bryan Habana, quien para sorpresa de varios no es uno de los jugadores mejores pagos pese a su gran rendimiento. el wing de los Springboks y exjugador de Bulls y Stormers. Acumula poco menos de u$s 700.000 por año pese a ser considerada una de las figuras de un equipo que también cuenta con otras estrellas más jóvenes.
Manu Tuilagi, de 24 años, gana u$s 650.000 en el Leicester Tigers de Inglaterra, club con el cual renovó su vínculo en diciembre de 2015. Tuvo que abrir la billetera el club ya que varios equipos lo requerían y en algunos casos le ofrecían algo más de dinero. Sin embargo optó por permanecer en el equipo en donde debutó allá por 2010, cuando tenía apenas 19 años. Cierra la lista el neozelandés Colin Slade, quien cambió Highlanders para jugar el Super Rugby por el Pau de Francia, a cambio de algo más de u$s 650.000.
Cada año los contratos se van elevando, y no solo gracias a los rendimientos dentro del campo de juego: la imagen va tomando cada vez más fuerza a la hora de negociar y renegociar vínculos.
EL CRONISTA