08 Sep Hallan 17 variaciones genéticas vinculadas con la depresión
Por Julieta Roffo
Un grupo de científicos detectó 17 variaciones genéticas presentes en personas que han sido diagnosticadas con depresión en algún momento de sus vidas, al comparar su ADN con el de personas a las que nunca se les había detectado ese trastorno. Es la primera investigación que logra establecer un vínculo entre sus características genéticas y la depresión, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es padecida por 350 millones de personas y representa, en este momento, la mayor causa de incapacidad a nivel global.
El estudio fue publicado el lunes en la revista científica Nature, luego de llevarse a cabo en Estados Unidos con la información genética de unas 300.000 personas: 75.000 habían padecido síntomas de depresión en algún momento. Entre sus hallazgos, los investigadores pudieron determinar que las 17 variaciones genéticas que aparecen en las personas que han estado deprimidas se alojan en 15 regiones del mapa genético humano.
“Este trabajo impulsará próximos estudios para saber cuáles son los aspectos biológicos de la depresión y, en un futuro, puede llevar al desarrollo de nuevas drogas para combatirla”, dijo a la prensa Ashley Winslow, especialista en neurogenética y una de las autoras de la investigación.
Algo similar señaló a Clarín Marcelo Cetkovich-Bakmas, médico psiquiatra y jefe de la Clínica de Depresión y Trastorno Bipolar del Instituto de Neurología Cognitiva: “Esta investigación abre puertas porque nos acerca a las regiones de cromosomas que hay que estudiar. Las enfermedades psiquiátricas son muy complejas, es imposible encontrar un solo gen que las produzca porque además los genes de por sí no explican el trastorno, pero sí denotan una vulnerabilidad ante los factores externos que puedan afectar a esa persona. Este estudio nos permite apuntar a las regiones vulnerables, como si los marcadores genéticos afectados levantaran la manito”, explica.
Según la investigación, las señales genéticas de la depresión son difíciles de hallar por la compleja combinación entre la biología y los factores vinculados a la historia y el presente de cada paciente. “Entender el cerebro es un desafío análogo a entender el universo, por eso los estudios genéticos vinculados a las enfermedades psiquiátricas requieren una gran muestra de casos, para que las variaciones se repitan lo suficiente como para poder establecer un patrón: es como encontrar una aguja en un pajar”, sostiene Cetkovich-Bakmas.
La investigación, respaldada por el laboratorio Pfizer, también fue esponsoreada por la firma estadounidense 23andMe, que ofrece un servicio de escaneo genético completo que cuesta 149 dólares: de los clientes que prestaron su consentimiento para el estudio sobre la depresión salió la gran cantidad de casos analizados.
“Sólo podemos explicar un porcentaje muy pequeño del riesgo de sufrir depresión. No estamos en condiciones de ayudar a un mejor diagnóstico, ya que buena parte de dicho riesgo proviene de causas ambientales, no genéticas”, dijo al diario español El Mundo Roy Perlis, uno de los investigadores que participaron de la investigación.
“Todo lo que nos acerque a conocer mejor esta enfermedad, que es invalidante, es importante. Porque además, cada vez se la considerará más como una enfermedad, y quien la padece no será estigmatizado: la depresión te deja en la cama sin poder levantarte igual que otras enfermedades”, reflexiona Cetkovich-Bakmas.
CLARIN