03 Sep ¿Es posible ver 510 series en un año?
“Hemos llegado, o estamos muy cerca de llegar, al máximo de nuestra capacidad de atención. No podemos hacer más y más series, porque si lo hiciéramos, en veinte años la superficie completa del planeta estaría cubierta por series de Netflix”, se reía días atrás John Landgraf, el CEO de la señal norteamericana FX, ante la pregunta de un periodista que buscaba su opinión acerca de cuántas más ficciones podía producir la televisión norteamericana en esta era de oro de las series.
Según datos recopilados por su señal, en 2015 se estrenaron 419 ficciones para adultos en los Estados Unidos, de las cuales 186 se vieron en cable básico, 37 en el premium, 150 en los canales de aire y 46 en streaming. En lo que va de 2016 ya se estrenaron 322 títulos, con lo que se espera que el año culmine con más de 450 ficciones en el aire, por cable o a disposición del público a través de servicios on demand. En 2011 fueron “sólo” 266.
La proyección más prudente de Landgraf es que en 2017 se estrenarán 510 títulos, de los cuales más de 130 serán online only, un número que está muy cerca de igualar la producción estimada de los seis canales abiertos de los Estados Unidos (150) y los centenares de señales básicas en ese país (180).
La principal pérdida asociada a la posibilidad de encontrar literalmente una serie para cada espectador es la función social de ver televisión, una experiencia colectiva capaz de influir en el discurso público, según explicó el ejecutivo: “Hay tanta buena programación de TV norteamericana que hemos perdido la capacidad de mantener una conversación colectiva y coherente acerca de ella, de lo que es bueno, de lo que es muy bueno y de lo que es genial”.
Landgraf y Ted Sarandos, de Netflix -su “archirrival”, responsable como lo es del crecimiento astronómico de la producción streaming- son dos de los ejecutivos más escuchados en una industria como la televisiva, muy poco dada a la autorreflexión. Landgraf, creador el año pasado del término “Peak TV”, para definir el actual boom de producción televisiva necesario para responder a la demanda global por más y mejores series, es muy esperado en el TCA (la serie bianual de encuentros de cada uno de los actores televisivos norteamericanos con la prensa especializada) por sus originales definiciones (“la imitación es la forma más sincera de la televisión”) y sus sólidos análisis (siempre acompañados de números) acerca de este gran momento para la ficción de su país.
El contexto es claro. Es una época tan buena para la TV norteamericana, y para los espectadores en todas partes del mundo que consumen sus productos, que muchos se preguntan si el crash no está a la vuelta de la esquina. El ejecutivo cree que sí. “El pico de producción de series en los Estados Unidos ocurrirá en 2017, y es sencillo pensar que hay suficiente inercia en el consumo y en los proyectos como para que el número de ficciones siga creciendo hasta 2018 -explicó la semana última, en la serie de conferencias que se realiza en Pasadena, California-. Creo que el globo seguirá inflándose, pero no explotará. Simplemente comenzará a desinflarse gradualmente cuando la oferta sea demasiada. Estimamos que entonces, en 2018 seguramente, comenzará a caer, de 500 o más títulos a cerca de 400 o incluso un poco menos.”
LA NACION