03 Sep Remates de autos: cómo funciona el mundo de las subastas de modelos clásicos
Por Agustín Lafforgue
¿Cuánto vale un vehículo que es parte de la historia de la Fórmula 1 de la mano de Juan Manuel Fangio? ¿Qué valor darle a un coche que fue protagonista de una de una canción emblemática como Imagine de John Lennon? Por diversas razones, muchos automóviles terminan en subastas, que no sólo le ponen un valor, también nos permiten recordar la historia que los hace valiosos.
El próximo 7 de septiembre será subastado en Londres por la casa inglesa RM Sotheby’s el Austin Princess 1956 que fuera propiedad del inolvidable John Lennon. El vehículo (chasis Nro. DH2-12785) fue comprado por el Beatle en 1971 (el título que lo acredita, más la matrícula original, firmada por el músico, será entregado con el rodado) y tomó relevancia por ser utilizado para el documental de la célebre canción Imagine. A pedido de Lennon, al Austin A135, provisto con motor de 6 cilindros de 3995 cc y 125 CV, se le colocaron en la parte trasera cinco asientos de avión. El auto fue vendido por Lennon en 1972 al productor de cine norteamericano William McGaw que, cuando regresó a California, registró el auto como Emajin. En 2005, fue comprado por el coleccionista estadounidense Milton Verret, quien en 2008, lo donó al Austin Rock and Roll Car Museum de Texas. Lo recaudado en la subasta (se estiman unos US$ 400.000), se donará a Unicef y a Make a Wish America. Los interesados pueden entrar en www.rmsothebys.com
¿Quién no quisiera tener un auto que haya conducido Juan Manuel Fangio? En la edición 2013 del Festival de la Velocidad de Goodwood, un coleccionista no identificado (que hizo su oferta por teléfono) se quedó con uno de los legendarios Mercedes-Benz W196 Flecha de Plata, desembolsando US$ 31,6 millones. Con él, Fangio compitió en cuatro fechas de la F1 en 1954, logrando la victoria en dos: los GG.PP. de Alemania y de Suiza. “Es una de las máquinas más excitantes que hemos subastado”, explicó Robert Brooksm, presidente de la compañía Bonhams, encargada de realizar el remate, que estimaba que se vendería en unos US$ 15 millones.
Fortuna por una rossa
La subasta del Mercedes de Fangio destronó el récord de la Ferrari 250 Testa Rossa Prototype de 1957 que, con una marca de US$ 16 millones, parecía inalcanzable. Este modelo, del que sólo se construyeron 22 unidades, participó en 19 carreras internacionales entre 1958 y 1961, adjudicándose nada menos que 10 victorias. Eso la hizo una leyenda para los coleccionistas. Esta unidad participó en los 1000 km de Buenos Aires de 1958 y triunfó en las míticas 24 horas de Le Mans de ese año con Olivier Gendebien y Phil Hill al volante. “La importancia histórica de este icónico Ferrari generó una guerra de ofertas de coleccionistas de todo el mundo, tanto en el lugar como por teléfono”, dijo Max Giraldo, director General de RM Europa, que realizó el remate para Ferrari Leggenda e Passione, el exclusivo servicio de subastas del Cavallino, en la propia fábrica de Maranello.
El paso de Michael Schumacher por la Fórmula 1 está marcado a fuego. El alemán es el dueño de todos los récords: siete títulos y 91 victorias. El disparador fue su gran temporada 1994 con el Benetton B194 Ford-Cosworth, con el que logró 8 triunfos. Ese auto fue subastado en diciembre de 2013 por US$ 800.000 en el remate realizado por Bonhams.
¿Cuántas cosas se podría adquirir con 38,115 millones de dólares? Muchas, pero sirvió para comprar una sola: la exclusiva Ferrari 250 GTO 1962 que ilustra la tapa de esta edición (unidad Nro. 19 de 36 fabricadas), rematada en el célebre Concurso de Elegancia de Pebble Beach, California, por Bonhams en 2014. Esta Ferrari entró en la historia por convertirse en el auto más caro en una subasta. Hasta la licitación, esta 250 GTO fue propiedad del italiano Fabrizio Violati, que se lo compró por sólo 33.500 dólares en 1965 al piloto francés de F1 Jo Schlesser para agrandar su Collezione Maranello Rosso. El mismo día que esta GTO se remató, se subastaron varias Ferrari por 65 millones de dólares; entre ellas, una 312T3 F1 1978, que se vendió por US$ 2,3 millones, con la que Carlos Reutemann obtuvo tres victorias; en especial, la de Brands Hatch, catalogada por Lole como “la mejor carrera de mi vida”.
Parte del show del clásico Goodwood Festival of Speed, es el remate de autos históricos. En la reciente edición se alcanzó un monto total de US$ 5,4 millones por joyas como un AC Ace Bristol 1958 (US$ 278.500), un Jaguar E-Type Serie I Roadster 1961 (US$ 156.790) o un Porsche 924 Carrera GTR 1981, utilizado en Le Mans, que estuvo 30 años guardado en Japón (US$ 551.900).
En marzo último Bonhams subastó el Cadillac 75 Limousine 1951 que fuera utilizado por Juan Domingo Perón y Eva Duarte en los ’50. “Las limusinas de los jefes de Estado rara vez salen a la venta; la oportunidad de poseer este Cadillac único era muy especial”, expresó Bonhams en el comunicado que oficializó la venta por US$ 123.500. Este Cadillac ya pasó por las manos de varios coleccionistas, los primeros de nuestro país. Antes de la última subasta en Londres, tras ser restaurado, los responsables del Museo Juan Manuel Fangio lo compraron para exhibirlo allí (también estuvo en el Museo Eva Perón de Buenos Aires). El año pasado, Silverstone Auctions lo había subastado por primera vez en Europa. En esa ocasión, el comprador debió desembolsar 230.500 dólares.
LA NACION