24 Jul El pizarrón de Bilardo
Por Waldemar Iglesias (entrevista)
“Jugamos 3-5-2, con dos puntas. Lo del líbero y los dos stoppers ya lo habíamos hecho en Estudiantes. Con Landucci, con Gette, con Brown”.
“Empecé a sacar los wines más al mediocampo. Cuando el rival ya no te jugaba con wines, además, ya no tenía sentido poner marcadores de punta”.”
“El Vasco Olarticoechea no quería jugar ahí al principio. El era mediocampista y me decía que no podía ser lateral. Lo tuve que convencer”.
“¿Dónde van las palomas en las canchas? En los cuatro costados cerca del córner. Porque por ahí no pasa nadie… Había que poblar el mediocampo…”
“Siempre es bueno tener mediocampistas llegadores. Nosotros tratamos de buscarlos. Son los que más me gustaban. Como Enrique, como Burru”.
“Contra Inglaterra entró Barnes y nos hizo un quilombo bárbaro. Los jugadores me pedían: ‘Carlos cambie’. Lo tenía a Clausen en el banco. Ellos tenían razón”.
“Contra Uruguay hicimos un gran partido. Pero Rubén Paz también nos complicó cuando entró por la banda. Teníamos que hacer un ajuste en esa zona”.
“Burru era un fenómeno. Un soldado mío. Me jugaba de todo: llegaba, hacía goles. En Independiente lo querían más por afuera, yo no. Y se adaptó”.
Como sabíamos que a Diego en la final le iban a hacer marca personal le expliqué: ‘Quédate en la punta, movete, desordénalos’. Y todo salió muy bien”.
“Me dolió lo de la pelota parada en la final. Magath la ponía donde quería. Y te complicaba siempre. Eso lo sabíamos, pero igual nos costó”.
CLARÍN