El sinuoso camino de las tablets

El sinuoso camino de las tablets

Por Natalia Foletti
Evolución parece ser la palabra clave. Y cómo todo dispositivo tecnológico, las tablets no constituyen una excepción. Prometieron pelearle la supremacía al teléfono celular, sin embargo, el año pasado no lograron consolidarse, ni mantener el mercado al que apuntaban: el de empresarios y profesionales. Por el contrario, pasaron a ser una tercera pantalla, después de la laptop, y la computadora de escritorio, que se utiliza como centro de entretenimiento para los más jóvenes en los hogares. Ya sea por dificultad en su conectividad en el exterior o ampliación en las facilidades que ofrecen los smartphones para trabajar, estos dispositivos están viviendo un momento crucial.
Analistas locales coinciden en que el usuario las convirtió en una opción para cuando quieren mirar películas dentro de la comodidad del hogar o entretenerse con videojuegos, pero si se opta por usarlas para trabajar, la oferta que existe en el mercado, con calidades de aplicaciones superiores, las convierten en un objeto de lujo dado su elevado precio, que no llega a ser accesible a todos los bolsillos. “Hasta principios del año pasado era un segmento competitivo con el celular, pero su uso terminó siendo restringido a ser utilizado dentro del hogar porque no logró encontrar su espacio, mientras que los smartphones aportaron mayor conectividad y practicidad”, comenta Carlos Blanco, director de Research de Dataxis.
TABLETS2
“También hay otra cuestión en cuanto al precio. En los smartphones existe una gran variedad para elegir, mientras que en las tabletas las hay de bajo costo, con una capacidad operativa muy limitada, o de grandes funcionalidades pero a precios elevados”.
Esta situación se ve reflejada en que la Argentina es uno de los países que tiene la penetración más baja de estos dispositivos, comparado con otros mercados como Brasil o México. “Por las restricciones en las importaciones, más los costos de los teléfonos móviles, las tabletas no terminaron de despegar. El uso que se le da es más de entretenimiento. Si bien se anuncian dispositivos híbridos, hay que ver qué tan rápido pueden llegar al mercado local”, advierte Gastón Vautier, director de Research de IMS. Según el estudio “IMS Video Study in Latam”, realizado en alianza con comScore, en septiembre de 2015, los smartphones son los dispositivos líderes en el uso dentro de los usuarios latinoamericanos. En la Argentina, el 79% de los encuestados afirmó tener un dispositivo con acceso a Internet, y el 48% tener una tablet. Mientras que la mayoría de los usuarios, el 55%, las usa en la casa, más específicamente entre el living y la cama, sólo el 3% de los usuarios la utiliza camino al trabajo.


Reinas del hogar

“En comScore realizamos un análisis sobre el uso de los distintos dispositivos, y vemos que existen diferencias. Por ejemplo, mientras un celular está prendido todo el tiempo, la computadora de escritorio está principalmente encendida en un horario laboral y las tabletas son las reinas del hogar después del horario laboral. Si bien dispositivos cómo los Smart TV o smartwatches sin duda irán creciendo en consumo, no considero que vayan a desplazar en el corto plazo a las tabletas”, evalúa Marcos Christensen, director Regional de comScore Cono Sur.
El ejecutivo enfatiza en que los teléfonos con pantallas más grandes puedan adquirir más atención que las tabletas. Sin embargo, este tipo de dispositivos son para un nicho específico, ya que a muchos usuarios les sigue gustando el teléfono de dimensiones estándar. En la misma línea, Nicolás Casco, CEO de D´arriens, cuenta que a nivel mundial, aunque en menor proporción en la Argentina, se da un fenómeno de desaceleración muy grande en el mercado de tabletas. “Esta contracción se nota en mayor medida en iPads, seguido por los dispositivos con sistema operativo Android, ya que los que utilizan Windows subieron ligeramente en participación de mercado. Esto se debe principalmente a la preferencia de otros dispositivos para las mismas funciones que se destinaban a las tabletas, como ser smartphones, con la popularidad que han alcanzado las pantallas de 5 pulgadas o más, hasta Smart TVs para ver contenidos on demand”, explica.
Asimismo, el directivo dice que aunque no necesariamente estamos ante su fin, sí ante una convergencia con otros dispositivos, como las laptops, a través de las llamadas convertibles o 2 en 1, donde el usuario decide en qué momento quiere contar con una computadora portátil, y en cuál con una tableta. “Esta suerte de transformación o fusión de categorías es la que está prolongando la vida de estos equipos. Hay usos específicos para los que todavía son elegidas, como algunas actividades técnicas o promocionales”, agrega Casco. Y se arriesga a decir que claramente los ganadores son los smartphones de pantallas de mayores dimensiones (sin llegar a los llamados phablets), y los dispositivos 2 en 1 y convertibles. La razón es clara: el usuario está sobre acostumbrado a utilizar su smartphones para casi todo.

En el límite
Fernando Villanueva, gerente de Producto e Informática de Grupo Newsan, contó que a nivel regional el segmento de las tabletas alcanzó su techo. “La Argentina es un mercado maduro en el cual tuvo su pico máximo en 2015, donde el nivel de participación llegó a 1,5 millón de unidades importadas. Para este año prevemos una baja en el mercado, estimando alrededor de 1,2 millón de unidades. Las tendencias muestran a los nuevos celulares como los grandes competidores de la categoría, en particular para los modelos de 7 pulgadas. Aquellos con pantallas de alta resolución, capacidad de almacenamiento y conectividad, entre otros features, pueden llegar a remplazar a las tabletas en el mediano plazo. Pero entendemos que todavía no llegaron a su fin”, analiza.
Por su parte, Alejandro Prince, director de Prince Consulting estima que “nunca adherimos el hype de las tablets. Siempre pensamos que eran un nuevo dispositivo, novedoso y útil pero, al mismo tiempo acotado a ciertos usos y usuarios”. Del mismo modo, sostiene que “no participamos de los cantos fúnebres de las PC. Creemos que hay cada vez más tipos de usuarios y de usos de Internet y las IT, más extensos e intensos, y más variados o especializados”, dice. Según su visión, esto implica, sumado a los nuevos materiales, baterías y tipos de conexión, y como en la evolución de las especies, un momento de diversificación. “Hay distintos dispositivos para diferentes usuarios y diferentes usos: trabajo, estudio, compras, entretenimiento, y diferentes lugares de uso, así como con distintos tipos de conexión. Esta posibilidad de tipos de dispositivo hizo surgir no sólo a las tabletas sino a los smartphones y phablets, así como las portables pasaron de ser sólo laptops a tener netbook, notebook, ultrabook, y hasta otros engendros”, explica.
Para Jorge Scaramuzzo, gerente de Canales de Exo, el mercado business adquirió tabletas porque las empresas buscaban mejorar la productividad de los empleados, y cada vez son más las que adoptan la tecnología para diferentes cuestiones. El gerente comenta que es cierto que muchas adquirieron equipos de 7 pulgadas, que era la mayor oferta que había en 2015, y en la práctica, para muchas actividades esa pantalla resultó ser chica y dificultó el trabajo. Por esto, la tendencia desde los últimos meses del año pasado, es que las empresas están adquiriendo equipos más potentes con pantallas de 10 pulgadas, como así también los equipos 2en1. “Estos son la evolución de las tabletas, y ofrecen un mejor rendimiento general, es decir mayor productividad, mayor capacidad de procesamiento y de almacenamiento, mayor duración de la batería y poseen una pantalla de 10 pulgadas que es óptima para un dispositivo portable. Son dispositivos versátiles con los que se puede trabajar perfectamente y una gran diferencia con respecto a las tabletas es que poseen un teclado desmontable, algo muy apreciado por los usuarios, ya se asemeja a una notebook y facilita sustancialmente el ingreso de datos manuales”, agrega Scaramuzzo.
También Fernando Fried, gerente de Marketing de Alcatel One Touch para Argentina, Paraguay y Uruguay, concuerda en que puede haber malas experiencias, si no se utiliza el modelo correcto. “Cuando surgió la categoría un 40% del mercado lo tomaban las marcas genéricas, marcas blancas o poco conocidas, con muy bajos precios y cuyo rendimiento estaba por debajo de la demanda del usuario final. Bajos precios, malas experiencias de los usuarios y poca rentabilidad por falta de volumen llevaron a que este mercado se ajuste en cuanto a su oferta, pero la demanda por productos de calidad a precios competitivos sigue latente”, aclara. Además, agrega que las expectativas del mercado señalan el decrecimiento en la venta global de tabletas para este año. Esto se debe en buena medida a que el producto ya logró instalarse y que su primer ciclo de vida útil aún no finalizó. Sin embargo, para el ejecutivo en América latina queda un gran camino por recorrer, si las empresas logran adaptarse a los modelos más competitivos.

EL CRONISTA