09 May Valores religiosos
Francisco, el líder más popular
Por Marita Carballo
La encuesta mundial de WIN y Voices en Argentina muestra que la figura del Papa Francisco es respeta- da y querida prácticamente en todos los rincones del planeta y no sólo entre los católicos.
A nivel global, un 54% de los entrevistados expresó una opinión favorable sobre el Papa, mientras que sólo el 12% respondió que tiene una imagen negativa de Fran- cisco. Es decir que el apoyo neto a su figura (la diferencia entre los juicios positivos y negativo: es +42%) supera ampliamente a 10 líderes políticos incluidos en la misma encuesta, como el presidente de Estados Unidos Barack Obama (+30%), quien fue el de mejor imagen entre los jefes de estado medidos, seguido por la primera ministra alemana, Angela Merkel (+13%), o el primer ministro británico David Cameron (+10%).
La solidez de la buena imagen de Francisco que revela esta encuesta -realizada a fines del año pasado- se refleja cuando se repara en el hecho de que las opiniones positivas prevalecen en 60 de los 64 países incluidos en el estudio.
Los juicios no favorables sobre Francisco superan a los favorables en cuatro naciones mayoritaria- mente musulmanas: Túnez, Turquía, Argelia y Azerbaiyán, país donde es enorme su desconocimiento (87%). Esto se refleja también al analizar los resultados según la religión que profesan los consultados. Así se observa que es entre los musulmanes donde la imagen positiva del Papa es más débil, con un apoyo neto de +9% (28% favorable, 17% desfavorable) y hay un alto porcentaje de no respuestas (55%).
Argentina se encuentra entre los 10 países con mejor imagen de Francisco con 9 de cada 10 manifestando opiniones positivas, siendo Latinoamérica la región del mundo donde Francisco esta mejor evaluado.
Los resultados de esta encuesta adquieren más relevancia si se los compara con los recogidos un año atrás al interrogar si la religión juega un papel positivo o negativo en la sociedad y si son o no religiosos. Estos estudios nos permiten comprender que la popularidad del Papa está cimentada en sus acciones, sus mensajes y su personalidad más que en el grado de religiosidad preexistente. Por ejemplo, un 70% de los católicos afirmó que la religión era algo positivo, mientras que la imagen del Papa es positiva para el 85% de los católicos. Y mientras que un 58% de los judíos opinó que la religión era una buena influencia en la sociedad, el 65% evalúa positivamente al Papa.
Este contraste es más marcado en Europa Occidental, región altamente secularizada donde el Papa tiene una imagen favorable del 62%. Así en Bélgica por ejemplo, el 44% se manifiesta religioso y solo el 13% afirma que la religión juega un papel positivo en la sociedad. Pero un 66% de los belgas tiene una imagen favorable del Papa. En Francia, sólo un 20% se manifestó favorablemente sobre la religión, y un 40% como religioso mientras el 62% opinó positiva- mente sobre el Papa. Y en España, apenas un 28% de los consultados dijo que la religión jugaba un papel positivo y el 37% se definió como religioso, pero en relación a Francisco, un 80% tiene una opinión favorable.
Es que el Papa Francisco se ha acercado a la gente estableciendo un vínculo diferente con sus fieles y los ciudadanos del mundo en general. En sus tres años de pontificado ha pasado de las palabras y los gestos a las acciones y sus objetivos y prioridades coinciden en mucho con las demandas de gran parte de la población.
Su compromiso en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la corrupción, el narcotráfico, la trata de personas y el respeto a los derechos humanos, la justicia y la re- conciliación social son ejes de su papado. También su postura en favor de la preservación del medio ambiente, tema al que dedicó Laudato si, una de sus dos encíclicas y el Sínodo de la Familia buscando el aggiornamiento de las posiciones de la Iglesia. Y probablemente ningún Papa ha hecho tanto como Francisco en el diálogo entre las religiones, una de las claves para lograr la paz en el mundo.
CLARIN
El respeto a los símbolos religiosos
Por Firas Elsayer
La enseñanza islámica respecto de la mujer suele provocar malentendidos. Se la considera privada de derechos, reprimida y dominada por su marido. Sin embargo, ocurre todo lo contrario. Las mujeres están facultadas con muchos derechos y protecciones en el Islam y son honradas con una posición digna en la sociedad.
Hace unos días, la noticia de que, en la ciudad de La Plata, una joven de religión islámica a la que se le denegaba la renovación de su carné de conducir por usar, en la foto, la Hijab (indumentaria islámica que cubre su cabello) pudiera obtener su licencia a partir de la intervención de la Defensoría del Pueblo de la provincia puso una vez más en relieve la necesidad de respetar el derecho constitucional a la libertad de culto.
Y en este sentido, el Islam tiene una extensa tradición de proteger las libertades civiles de todos, especialmente de las mujeres, basa- das en las normas establecidas por Dios y Su Profeta, Muhammad.
La vestimenta de la mujer musulmana es vista erróneamente por la mayoría de las sociedades como símbolo de sumisión a los hombres y como restricción del papel de la mujer en la sociedad. Cabe negar enfáticamente estas creencias y aclarar que la vestimenta islámica no limita sus vidas profesionales ni dificulta sus actividades sociales. Al contrario, es un derecho de suma importancia para la mujer musulmana vestirse acorde a lo que estipula el Sagrado Corán, ya que de esa manera obedecen a su Creador, y no dificultan de ninguna manera su rol y papel en la sociedad, siendo ésta una mujer plena en todos sus aspectos.
En el caso de la joven musulmana de La Plata, hubo que recurrir al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Ra- cismo (INADI), que derivó el reclamo a la Defensoría. Y ésta pidió entonces a la Dirección Nacional de Vialidad y a la oficina de Control Urbano de la Municipalidad de La Plata que informaran en qué normativa se basaba ese trámite, para constatar si los agentes estuvieron amparados por la ley al negarse a llevar adelante la gestión.
La Defensoría precisó que “ante ese requerimiento, se comprobó que la ley no dice nada sobre el modo en que se debe tomar la fotografía”, y añadió que “según informó Vialidad Nacional, se aplica en parte un artículo de la resolución 169/2011 del Registro Nacional de las Personas, que dispone una excepción cuando se necesite la cobertura del cabello, fundada en motivos religiosos o de tratamientos de salud, siempre que sean visibles los rasgos principales del rostro”.
El Islam nos ofrece una guía para una sociedad pacífica e ideal. Para que dicha sociedad exista de- be existir un sistema social que defienda los derechos y las responsabilidades de cada individuo.
En la Argentina, la libertad de culto es un derecho reconocido constitucionalmente y por lo tanto no puede ser contradicho por una ley, y menos aún por resolución interna. De allí que después de evaluar el caso se emitiera el dictamen favorable para que la joven musulmana pudiera finalizar el trámite sin inconveniente.
Dios dice en el Corán: “En verdad, para [todos] los hombres y mujeres que se han sometido a Dios, los creyentes y las creyentes, los hombres y mujeres realmente piadosos, los hombres y mujeres fieles a su palabra, los hombres y mujeres pacientes en la adversidad, los hombres y mujeres humildes [ante Dios], los hombres y mujeres que dan Zakat, los abstinentes y las abstinentes, los hombres y mujeres que guardan su castidad, y los hombre y mujeres que recuerdan mucho a Dios: para [todos] ellos ha preparado Dios perdón de los pe- cados y una magnifica recompensa”. Por eso, el caso de la joven musulmana, que es el primero de estas características, sirve como antecedente para el futuro, ya que apunta a reforzar el compromiso y el respeto de los derechos de todas las personas, más allá de la religión que profesen.
Esta mención expresada en la Constitución Nacional es un claro ejemplo de la importancia de la libertad de culto.
CLARIN
Una restauración espiritual
Por Tzivi bar Itzjak
En el suplemento del mes pasado traté de explicar de manera didáctica que el calendario judío está marcado, entre otros detalles, por las estaciones del año (http://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/cu- riosidades-del-calendario-6450). Y así como en nuestras latitudes el otoño es identificado con las hojas que caen de los árboles, en el mismo tiempo, en la zona del oriente medio, la primavera se caracteriza por las flores que renacen. Obviamente ello tiene una gran influencia en los estados de ánimo. Nuestro humor muda con el clima.
Esta relación (clima-estado de ánimo) fue percibida por los antiguos sabios, cuando con ingenio atribuyeron a la primavera, a través de la festividad de Pésaj –la Pascua judía–, una suerte de restauración espiritual, mancomunada con un hondo sentido de libertad protectora. El Pésaj (que comienza la no- che del 22 de abril y tiene una duración de ocho días) está enlazado con la idea de un nuevo y dinámico ímpetu. Para comprender este vínculo (restauración espiritual-liberación protectora) les propongo analizar la raíz de la palabra “Pésaj”. Ella proviene del hebreo clásico y significa “saltar” o “pasar por encima”. Según relata el libro de Éxodo en su capítulo 12, El Señor decide demostrar su fuerza suprema con la última de las diez plagas: la muerte de los primogénitos. Entonces, les ordena a los esclavos hebreos sometidos por el faraón que sacrifiquen un animal y que con su sangre hagan una marca en sus casas para señalarlas y distinguirlas. Al verlas, Dios “saltará” por sobre ellas, de modo tal que los primogénitos hebreos que moran en esos hogares quedarán a salvo.
Por lo tanto la palabra “Pésaj” está vinculada con un verbo que imprime una acción dinámica, la de un movimiento: el de un Dios que no es estático, y que a su vez brinda una sensación de cobijo y amparo al intervenir, desde su justicia, a favor de los oprimidos.
Los filólogos aseveran que el vocablo “Pascua”, proveniente del latín, está emparentado con el del hebreo (Pesaj), y posee un significado similar, o sea “un salto a favor de los oprimidos para restituir su dignidad”. Si esto es así, la historia bíblica y la naturaleza se homologan en un mismo mensaje.
Vuelvo entonces a la referencia de la naturaleza:
1. Ella cambia, muda, porque su fuente de creación, Dios, también lo hace.
2. Ella es policromática, pasando de los grises del invierno a la variada ga- ma de colores y tonos primavera- les. De manera similar, nuestra raíz, Dios, nos indica que cuando la opacidad y la oscuridad invaden, aparece una luz en el alma que confiere matices de alegría.
3. Ella posee una dinámica en forma de espiral. Periódicamente volvemos a los mismos climas. Al haber experimentado situaciones similares, la misma vivencia incorpora la idea de encarar los tiempos con otra perspectiva. De igual modo, cuando Dios nos convoca para que cada año retornemos a celebrar la vida, debemos hacerlo con mayor madurez al de los tiempos pretéritos.
4. Ella, cuya matriz brinda frutos para que se alimente todo hambriento, nos invita a imitarla, como a Dios, para comprometernos con el necesitado a través de actos concretos.
Así como en el mítico mundo faraónico el espíritu Divino “saltó” para superar la opresión, nuestra obra debe ser el resultado de un “salto de fe” que dignifique a todo aquel que ha sido deshonrado en su condición humana, dando un sentido a nuevas primaveras en las que todos, desde la diversidad de creencias y religiones, podamos festejar la existencia.
CLARIN