Fauna, sol y río

Fauna, sol y río

Por Sonia Renison
Son 1.340 kilómetros de ruta. En parte de asfalto, en parte de tierra. La escena principal son los Esteros del Iberá. Las 1.300.000 hectáreas preservadas están bañadas por la cuenca del río Corriente, el humedal de agua dulce más importante del país. Aquí hay 500 especies de vertebrados, 4.000 especies vegetales autóctonas. Y un proyecto: Ruta Escénica Esteros del Iberá. La discusión es su origen: privado, provincial o nacional. Pero, hoy por hoy, los 10 municipios que abarca el proyecto significan 9 accesos nuevos a este espectáculo natural y 16 parajes que se enfrentan a una nueva forma de vida: el turismo.
Hasta hoy, la manera más sencilla de conocer los esteros era llegar desde la ciudad correntina de Mercedes, tierra del Gauchito Gil, a Colonia Pellegrini: era el portal de entrada clásico a la reserva provincial que integra 500 mil hectáreas. Desde este portal se accede a la laguna mayor del sistema, llamada Iberá. En Aguas Brillantes está el centro de interpretación, los guardaparques provinciales y las instalaciones clásicas, además de las flamantes que donó el magnate Douglas Tompkins, con pequeño embarcadero, camping, duchas y baños.
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Dice la directora del Proyecto Ruta Escénica, Marisi López: “Es una experiencia distinta conocer los esteros desde un arroyo porque tenés costa a un lado y al otro, mientras vas navegando con la canoa, lento, y ves yacarés, ciervos y las aves de un lado y del otro. En las lagunas es diferente, porque vas navegando hasta acercarte a una de las costas para verlos”. En poco tiempo, recibieron 500 turistas para ver los esteros desde este punto.

Cambio de rubro
Desde allí, el pueblo que nació junto a los esteros fue reconvirtiendo su relación con la riqueza natural y muchos, quie- nes se dedicaban a, por ejemplo, la cosecha del arroz, erigieron su pequeño hostal con el que se plegaron a esta industria sin chimeneas que es el turismo. Así se lo contó a El Federal, en la Feria de Aves del Litoral, Ramón Eduardo Gamboa. Desde su hostel, Corazón del Iberá, cuenta: “Nos levantábamos hasta tres veces por noche para controlar que no hubiera plagas en los arrozales. Igual nos fundimos tres veces y debimos empezar de cero cada vez”. Ahora, desde hace seis años está con el hospedaje.
Para la directora de Turismo de Ituzaingó, Viviana Mettifogo, este proyecto de la Ruta Escénica demostró que es posible “una Corrientes para los correntinos”. Viviana estuvo en la Feria de Aves y recorrió las instalaciones y conoció cada prestador, es decir el que te lleva a caminar por un sendero donde se ven monos; una navegación por la laguna para avistar yacarés y las aves que pueblan la zona y desde el vamos apoyó la idea que ya se concretó: un “Portal Norte de Acceso a los Esteros”.
Es que si Ituzaingó, con sus 2000 mil plazas hoteleras y 31 mil habitantes, ya era famoso por sus 15 kilómetros de playas blancas y aguas cristalinas, este nuevo acceso a los esteros “transforma a Ituzaingó en un destino para todo el año. No tiene techo el turismo en Ituzaingó”, dice con orgullo. Para este proyecto se pensó en una insignia del lugar: la canoa deslizándose lenta gracias al botador, esa caña de tacuara con que se impulsan.
La secretaria de Turismo de Ituzaingó no se quedó quieta un minuto. Y no es para menos: el 70 por ciento de Ituzaingó es estero. El lugar está inmejorablemente ubicado: a 230 kilómetros de Corrientes capital y a 80 kilómetros del aeropuerto de Posadas, Misiones. “Todos los turistas que suben o bajan desde Cataratas del Iguazú pueden conocer los esteros desde aquí”, dice Viviana y dice que otro desafío ahora es cuidar el crecimiento urbanístico, que no se tape el río. En esta zona, además, hay emprendimientos de alta gama, todos privados, que ya utilizaban el recursos de los esteros como atractivos turísticos. Uno de ellos es Puerto Valle, que entre otros proyectos cuenta con un criadero de yacarés, y sus instalaciones para huéspedes y servicios son conocidos como un anclaje de alta gama.

Todo para ver
Desde Ituzaingó, el Portal Norte de acceso es desde Ruta 12, con 27 kilómetros de tierra por un camino serpenteante y entre estancias ganaderas donde se ven pastizales, cañadas, lagunitas, hasta llegar al Parque San Ignacio. Desde allí, es el Portal Cambyretá, para quien lo busca en un mapa local, el que permite el acceso a las lagunas Galarza y Luna. La laguna Galarza es otro atractivo donde las instalaciones tipo “rancho” mantienen el estilo rural argentina. Hay un grupo de casitas con sus huertas y una capilla. Se ingresa por Ruta 41, desde el norte de Ituzaingó por ruta 37, desde Gobernador Virasoro, o por la 40 (provincial) desde Santo Tomé.
Otro de los portales de acceso casi “listos” es el Portal San Nicolás, al que se accede por San Miguel. Con fuerte raigambre jesuítica, llega al arroyo Carambola, que es el único curso de agua de todo el sistema Iberá. Allí está esta porción de tierra preservada para erigir el Parque San Nicolás, a modo de centro de servicios, con duchas, baños, embarcadero y camping. Y en el plano estrictamente de inversión privada, es lindante con la estancia San Alonso, donde la ONG de Tompkins impulsó el estudio y trabajo de reinserción del venado de las Pampas, uno de lo cérvidos de nuestras tierras.
Los Portales previstos continúan en el mapa por Ruta 22. Se ingresa por Villa Olivari que conduce a los esteros San Joaquín, Santo Domingo, Poí y Cambyretá. La zona tiene su historia vinculada a la forestación. Y desde la ruta 118, a la altura de Loreto, es el Portal Ñande Roga la puerta de acceso a los esteros. La Fundación San Nicolás compró una antigua estancia y el municipio de Loreto la promovió como Parque Natural con propuestas para recorrer de a caballo o a pie, entre los palmares de la especie Yatay, bosques de curupí para llegar al río Carambola.
Cerca de Loreto, es Marcos García Rams quien, desde su estancia jesuítica de tres siglos, ha deslumbrado a gente de todo el planeta conduciendo él mismo una de las canoas por la parte de los esteros que rodean a su campo. Para llegar hasta aquí también se pasa desde Corrientes capital por Santa Ana, con la estación y máquina a va- por del Tren de la Siesta, un trochita histórico. Kilómetros antes es una cita obligada la Iglesia de Nuestra señora de Itatí.
Los portales que forman parte de la Ruta Escénica se completan con Yahaveré, al que se ingresa por Concepción de Yaguareté Porá, famosa por su Fiesta del Peón Rural, la historia del Tamborcito de Tacuarí y el pueblo con arquitectura colonial. El paraje Yahaveré cuenta con la laguna Medina y travesías que llegan hasta el paraje Capiguarí. Son las lagunas Trin y Medina, con fondos arenosos y aguas transparentes, las que invitan a su disfrute y ya cuentan con guardaparques instalados para su cuidado. El contrapunto es el terraplén erigido en el medio de los esteros y discutido en la justicia de la firma San Eugenio.
Por el río Corriente, desde la estación de tren de Chavarría y por la antigua traza del ferrocarril, se accede a la desembocadura del Payubre. El paisaje es el río que se mueve, sinuoso, en la llanura. Con bancos de arena ideal para el dorado. El romanticismo lo imprimen los puentes hechos por los ingleses que montaron el ferrocarril en 1886. Perlas de una zona mágica, llena de misterios y, sobre todo, colmada de eso tan preciado: el espectáculo de la naturaleza en su estado puro.
EL FEDERAL