Capacitar a los DT con sello femenino

Capacitar a los DT con sello femenino

Por Andrés Vázquez
Cuando sonríe, el rostro se envuelve en un mar de pecas que agrandan su alegría. Sin embargo, detrás de esa imagen angelical, se esconde una muchacha de carácter y convicciones, soñadora y aventurera, dispuesta a romper con todos los prejuicios machistas que el ambiente del fútbol suele fabricar. A los 27 años, Juliana Rodríguez trata de instalar su caso inédito en la historia del fútbol mundial de un modo muy particular: enseñándoles a hombres conceptos futbolísticos. “Hay que animarse a demostrar que las mujeres también podemos saber de fútbol al igual que los hombres. Hay que estudiar y capacitarse para erradicar ese estigma inútil de que sólo servimos para lavar los platos”, cuenta Rodríguez, apenas comienza el diálogo con LA NACION. Coincidentemente con un momento especial: el Día Internacional de la Mujer.
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A meses de haber recibido el título oficial de técnica profesional de fútbol por parte de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), Rodríguez decidió ampliar el espectro pedagógico, convirtiéndose en la primera mujer en el mundo en dirigir una escuela que formará futuros técnicos. “No tengo miedo de que no acepten mi trabajo por ser mujer porque me capacito. Fui profesora de lenguaje futbolístico en una escuela de Neuquén y en un principio me miraban con desconfianza. Tuve que mostrar el currículum y hacer un ejercicio para que vean que podía lograrlo. Necesitaban verlo”, detalla.
Juliana nació el 31 de enero de 1989 en Allen, Río Negro, pero pasó la mayoría de infancia en Trelew y Comodoro Rivadavia, donde su padre, Carlos, quien le inculcó el amor por futbol, fue el gerente deportivo de la Comisión de Actividades Infantiles (CAI). “A los 8 años era la mascota de la CAI. En los entretiempos, hacía jueguitos para entretener a la gente. A los 12 me probaron en River y me di cuenta de que podía vivir del fútbol…”, rememora Juliana, quien a los 14 años fue contratada por el Sevilla de España, donde, además de jugar en inferiores, demostraba sus habilidades en los entretiempos de los cotejos de primera. “Jugar al fútbol me hace feliz. Para mí nunca existieron las muñecas o esos típicos juguetes de nenas; la pelota siempre fue mi preferida. El fútbol es mi vida, trato de vivir de esto desde muy chica”, acota.
Como en el remanido drama del payaso circense, la sonrisa de Juliana también esconde penas. Como aquella que vivió en el club Barcelona, en el año 2003, cuando le dijeron que por problemas en su pasaporte no la iban a contratar. O aquella lesión en la rodilla, cuando jugaba en primera división del Sevilla, que la llevó abandonar la práctica profesional del futbol a los 21 años. “No poder seguir compitiendo en el máximo nivel fue un golpe duro en lo anímico. Pero por suerte, mediante la carrera de técnico pude suplir eso y seguir ligada al fútbol”, dice Juliana, una de las pocas mujeres que en la Argentina tiene el carnet habilitante para ocupar el cargo de directora técnica.
Solitaria, sentimental, esquemática y luchadora constante, Rodríguez asegura contar con el carácter necesario para estar al frente de una carrera que, en su mayoría, van a estudiar hombres acostumbrados a los análisis futbolísticos. “Por cosas así, valoro aún más que me hayan dado la posibilidad de dirigir una escuela siendo mujer. En España dirigí hombres y tuve que lidiar con padres que no compartían mis formas de trabajo o que me descalificaban por ser mujer. Pero por suerte tengo mi carácter…”, reconoce Juliana, quien el mes próximo, en la ciudad rionegrina de General Roca, iniciará el ciclo lectivo 2016 con 30 alumnos
Amante del futbol ofensivo y bien jugado, Juliana se declara una ferviente admiradora de Pep Guardiola, actual técnico del Bayern Munich. “Vivo mirando partidos del Barcelona que dirigía Pep, siempre algo novedoso encuentro. Me gusta porque sus equipos tienen muchos jugadores en el mitad de la cancha con buen manejo de la pelota”, aclara. Y agrega: “Siempre hay que intentar jugar bien. El fútbol es un espectáculo. Si pensás en poner cinco atrás, ¿el fútbol dónde está?”, exclama Rodríguez, que en su época de futbolista se desempañaba como enganche: “Alguien me dijo que tengo un estilo de juego parecido al de Iniesta”, señala, entre risas.
Combate la cultura del cortoplacismo que imponen los resultados: “Hay que cambiar eso, es fundamental”. Le adjudica la mayor responsabilidad al DT cuando hay que cambiar el curso de un partido: “Soy una creyente de la mayor influencia del entrenador sobre la del jugador a la hora de sacar un partido adelante. Para mí es 70% del técnico y 30% de los jugadores”.
A la hora de nombrar referentes en la dirección técnica del futbol argentino, Juliana no duda en incluir entre sus gustos futbolísticos a Marcelo Gallardo y a Matías Almeyda. “Del Muñeco me gusta mucho cómo trabaja el aspecto anímico-deportivo; es un técnico que habla mucho con sus jugadores. Pero mi gran espejo es el Pelado Almeyda, yo lo veo como futuro técnico de la selección”, vaticina Rodríguez, quien tiene entre sus máximos sueños llegar a ser Directora Técnica de la selección argentina femenina.
“Los tiempos y las circunstancias cambiaron mucho. La mujer comenzó a ganar relevancia en profesiones que antes eran exclusivas de los hombres. Eso de ‘andá a lavar los platos’ antes de hablar de fútbol ya no corre más…”, concluye.
LA NACION