Reclame su premio en el concurso de estupideces ligadas al management

Reclame su premio en el concurso de estupideces ligadas al management

Por Lucy Kellaway
Todos los inicios de año, hago entrega de premios a compañías y personas que se han destacado, en los últimos doce meses, por su gran capacidad de matar el idioma en el que se expresan o de decir tonterías.
Todos los años observo que la calidad de la jerga ha sido la mejor, pero 2010 fue tan excepcionalmente bueno que cambió todo paradigma de los galardones.
Es por eso que el primero de 2010 representa una nueva categoría: Nombres Ridículos para Sustantivos Comunes. Ian Freed, vicepresidente de Amazon Kindle, recibió la medalla de plata por llamar a los libros “contenedores de lectura”, pero Toyota, que rebautizó al auto como “solución de movilidad sustentable”, se quedó con el oro.
Otro de los nuevos laureles nuevos se denomina Mejor Combinación de Palabras Engañosas. Se hace un exagerado uso de los términos “entregar” y “ventana” –que son sólo aceptables para referirse a algo que puede transportarse en una camioneta o a algo a través del cual se puede ver– y en Royal Dutch Shell se los combina para crear un concepto totalmente confuso. La compañía hace poco declaró que se encontraba en “una ventana de entrega para el nuevo crecimiento”.
Años anteriores, condecoré numerosos eufemismos, pero el ganador de este año es algo especial. El operador bursátil JM Finn explicó a sus clientes que estaba cobrando más de la siguiente manera: “Hemos decidido seguir progresando con un elemento de la comisión”.
En 2010, había montones de eufemismos nuevos para despedir empleados, el mejor de ellos provino de un banco estadounidense que alegremente habló de “partidas iniciadas por el banco”. Pero decidí otorgarle el galardón a HB Fuller, la compañía de revestimientos británica, por haber anunciado: “Invertimos en la incorporación de varios talentos fundamentales”. Usar jerga para los despidos está mal pero es entendible. Acudir a ella para las contrataciones de personal no tiene ningún sentido.
Uno de los principales pilares de la jerga siempre fue la metáfora, a veces ligada a los deportes. El mes pasado, un joven que es máster en administración de empresas me dijo: “Simplemente deberíamos mantenernos cerca del aro”. No entendí lo que quiso decir, pero estoy segura de que se merece el premio.
El galardón más difícil de otorgar es siempre el que reconoce el cargo laboral más tonto. Me gustaría elogiar a la consultora Frost & Sullivan por su Ejecutivo de Optimización del Valor al Cliente, Pero el mayor homenaje es para Andy Roach de FBM, firma de servicios de consultoría, que se hace llamar “prosultor” (prosultant). Es un término tan simple como espantoso y tengo la desagradable sensación de que podría ponerse de moda.
Finalmente, el Premio a la Tontería Mundial, otorgado a los proveedores de estupideces que tienen problemas con un idioma que no es el nativo. Sin duda ese galardón es para la República Popular de China, que hizo un gran avance en ese aspecto. En un recuadro amarillo que aparece al final de su nuevo Plan Quinquenal, declara: “Enfrentando el futuro, estamos parados sobre un nuevo e histórico punto de partida.” Ese es el tipo de tonterías que hará que esta nueva potencia económica se adapte perfectamente a los líderes de empresas del mundo anglosajón.
EL CRONISTA