24 Feb Zanetti: “El argentino aún no se da cuenta de lo que es Messi en el mundo”
Por Mariano Verrino
Es el tipo que más partidos jugó con la camiseta de la Selección. Arrancó en Talleres de Remedios de Escalada mientras ayudaba a su viejo haciendo changas en albañilería. Banfield. Inter. Y leyenda. Jugó dos Mundiales. Quedó en la orilla de otros dos, por razones que todavía no puede ni tiene ganas de entender. Para los hinchas del Inter es Dios. Tiene su propia película, la mítica cantante Mina lo invitó a grabar juntos y hay una estatua con su rostro en el museo del estadio Giuseppe Meazza. Ya nadie puede usar la camiseta número 4. Jugó con Ronaldo, con Roberto Baggio, con Messi, con Ibrahimovic, Eto?o, Pirlo, Batistuta, Djorkaeff, Verón, Laurent Blanc? De Dock Sud al Lago de Como. Del reparto de leche, a la cancha, y ahora a la oficina, para encarar una nueva etapa.
-¿Cómo te trata el rol de dirigente?
-Estoy muy bien, muy contento porque es una posibilidad que me da el Inter de poder seguir ligado y porque me doy cuenta que hay muchas cosas por hacer. Desde adentro la visión es muy distinta. Ahora, el hecho de estar del otro lado me hace entender todo lo que se necesita para hacer funcionar un equipo y las distintas áreas que tiene una sociedad como el Inter. Es un lindo desafío, una linda responsabilidad. Trato de ser útil, me toca representar al club en el mundo y me gusta mucho.
-¿Cómo tratás a Icardi, que en la cancha es indiscutible pero afuera suele protagonizar escándalos?
-Le hablo siempre. Se tiene que dar cuenta de la camiseta que está representando. Nunca me metí en su vida privada pero sí, de las puertas para adentro, hacerle entender lo que significa jugar en el Inter.
-Hacía mucho que no aparecía un 9 así y pareciera que aún no tuvo una chance en la Selección por sus conflictos fuera del fútbol.
-Pero la va a tener. En los Juegos Olímpicos va a ser una buena oportunidad de hacerse conocer. Tiene todo por delante. Mauro tiene los movimientos de Crespo, de Batistuta, de ese tipo de nueve.
-Cuando mirás para atrás, ¿qué balance hacés de tu carrera?
-Siento orgullo. No por haber ganado muchos títulos, eso lo tuve siempre en segundo plano, pero por cómo fui construyendo mi carrera. Por dónde empecé, en Talleres, luego en Banfield. Pasar de Banfield al Inter en ese momento era muy difícil. Después confirmarme durante 20 años en Inter, ser el único extranjero, capitán… Ni soñando hubiera imaginado tener esa carrera.
-Récord de partidos en la Selección y en el Inter, retiraron la camiseta 4 del Inter. ¿Te sigue sorprendiendo?
-Recién ahora me doy cuenta ahora de todo lo que logré. Cuando jugás ni tenés tiempo. Ahora que dejé le doy valor. Si me pongo fríamente a pensar, los números son impresionantes: ¡jugué más de 1.100 partidos! No muchos pueden.
-¿Alguna espina de la Selección?
-Me quedo con el orgullo de poder permanecer 17 años en la Selección. No hay cosa más linda que defender a tu país en cualquier parte del mundo. A todos nos hubiera gustado ganar algo importante pero no se dio. Por las cosas del fútbol, o por errores nuestros… no se da. Pero en todos los grupos que me tocó estar hicimos lo imposible para lograr algo. No era para nosotros.
-A tu generación, la de Verón, Batistuta, Ayala… ¿Considerás que no se la valoró como merecía?
-Es que somos un país exitista. Recuerdo que cuando volvimos de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Argentina hacía 50 años que no ganaba una medalla de Plata en fútbol. Nosotros le dimos un valor muy importante y para Argentina fue un fracaso. Gracias a Dios nunca medí las cosas por éxito o fracaso. El respeto logrado para mí tiene más valor. Fui un embajador lejos de mi país y así traté de construir mi carrera.
-¿Cómo viviste el haber quedado afuera a último momento de las listas de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010?
-Estaba tranquilo conmigo. Cuando dejás todo y hacés todo para estar, después ya la decisión no depende de vos. Si me pongo a analizar: para 2006 jugué toda la Eliminatoria. No era que iba al banco o lo veía desde la tribuna, jugaba. ¿Qué me puedo reprochar? Nada. Para 2010 lo mismo: empecé con el Coco (Basile), fui capitán, jugué siempre. Con Diego (Maradona) también jugué y faltando pocos partidos quedé afuera.
-¿Te dieron explicaciones?
-No. Y tampoco las quiero saber ni me preocupan. No me puedo reprochar nada. Es difícil encontrar razones futbolísticas. En 2010, venía de ganar todo en el Inter y había jugado todos los partidos. Ojalá las razones hayan sido futbolísticas.
-¿Cómo vivieron desde adentro la salida de Basile? Desde su entorno hablaron de temas extrafutbolísticos.
-Tengo el mayor de los respetos con el Coco. Hasta el último partido vi a un grupo muy comprometido; te soy sincero, no noté nada raro. Conociendo el fútbol, después de la derrota con Chile, por cómo se dio y por cómo es nuestro país, podía estar esa posibilidad. Y me dolió mucho, sobre todo por la parte humana.
-De tus partidos en la Selección, ¿cuál te gustaría jugar de nuevo?
-El de Inglaterra en el Mundial ?98. Fue único. No solo por mi gol. Sino por lo que significa Inglaterra para nosotros, porque clasificamos, porque fue un partido eterno, con alargue y penales. Fue una sensación única. El partido perfecto.
-¿Y para cambiar el resultado?
-La final de la Copa América con Bielsa, que nos empata Adriano faltando 10 segundos. Habíamos dominado toda la Copa y también la final, y perdemos por penales. Y otro obviamente el de Suecia en 2002. Ese partido, si te ponés a verlo, fue increíble. Por la cantidad de situaciones que creamos. A mí me pasaba en la cancha, vos decías ?ahora va a entrar, ahora va a entrar?.
-¿Cómo fue ese vestuario?
-Nunca vi un vestuario tan triste. Nunca. No, no, no… con cualquiera que te cruzabas estaba llorando, y te abrazabas… Esa Selección dominó las Eliminatorias y llegó al Mundial con un justo cartel de protagonista. Pero es lo que nos tocó y hay que asumirlo. Esa noche fue muy dura.
-¿Te sorprende que siga habiendo argentinos que critican a Messi?
-La verdad no se puede creer que haya argentinos que cuestionen a Messi. Estando en la Selección, compartiendo con él en la cancha en el vestuario, no lo podía entender. El argentino aún no se da cuenta lo que es Messi en el mundo. Es el mejor de todos. En cualquier parte: ?¿argentino? Messi?. Y llega acá y todo se le cuestiona. Messi es el mejor del mundo aunque nunca gane nada con la Selección. Es una bestia. Nunca te deja de sorprender.
-¿Tuviste miedo de que se cansara?
-Prevalecen más las ganas y el orgullo de él. Y lo que significa la Selección para él. Messi se desvive por la Selección y lo ha demostrado, aunque eso nadie lo diga.
Termina el mate, Pupi, y va en busca de un saco. ?Soy dirigente, tengo que salir así en la foto?, dice mientras se acomoda y repasa por enésima vez su pelo hacia el costado. ?Es cierto, no hice goles de cabeza. Pero bueh, ahora que estoy jugando con el equipo senior del Inter? voy a seguir intentando?
CLARIN